Conversaciones entre amigos sobre artistas
La crisis sanitaria generada por el coronavirus no ha tenido límites en la amarga marcha. Su peligrosidad ha obligado a modificar costumbres, prácticas y hasta modelos de vida y de desenvolvimiento en muchos ámbitos. Uno de ellos, es sin duda el relacionado con las actividades culturales para públicos que asisten o se congregan en espacios donde aprecian a un individuo o a determinado grupo exponente de manifestaciones artísticas.
Es el caso de Óscar Oviedo y su organización, World Music Panamá, que mensualmente ofrecía conciertos en la Ciudad del Saber, donde subían al escenario connotados valores musicales de repercusión internacional para deleitar a la audiencia. Una programación anual brindaba un promedio de ocho presentaciones, de una variada y minuciosa selección, que dejaba atestiguar su alta calidad interpretativa.
La pandemia hizo cesar tales experiencias y obligó a Oviedo a buscar un mecanismo alternativo, desde inicios de 2020 cuando el confinamiento nos empujó al refugio doméstico. Fue así como concibió la propuesta de Conversatorio entre amigos: un diálogo con una o dos personas, mediante una plataforma virtual para platicar y escuchar sobre una figura de renombre, de la que se escogían algunas melodías y que acompañaban a un perfil comentado.
Hubo que adecuar el esquema, buscar público, que en la modalidad tecnológica podía extenderse a otros confines y se concluyó una agenda durante el año de conmoción. La gama de personajes escogidos fue amplia y con nombres novedosos. Esta interrelación posibilitó analizar estilos, desenvolvimientos, además de historias de vida marcadas por circunstancias que cincelaron estilos, perfeccionaron armonías melódicas y sonoridades.
Esta trayectoria de un breve periodo, marcado por la COVID-19, ha avanzado a reorganizar la oferta y en 2021 World Music Panamá regresa con un programa más agresivo; diálogos a través de la plataforma y también con un pequeño aforo en locales adecuados para esta nueva temporada y situados en diferentes lugares de la ciudad de Panamá. De esa manera, habrá una mayor posibilidad de ampliar la vinculación con interlocutores.
El primero de estos encuentros tendrá lugar este jueves 25 de marzo, cuando coincidirán John Mc Carthy, trombonista, responsable de la banda del Instituto Nacional, Christophe Benest, director de la Alianza Francesa de Panamá y el odontólogo Carlos Ortiz. Con ellos, Óscar Oviedo charlará sobre la obra de Ibrahim Maalouf, trompetista franco-libanés, ampliamente conocido en Europa y medio oriente por su labor creativa.
Maalouf pertenece a una familia de intérpretes. Su padre, tío y abuelo se han desempeñado en la atmósfera que le envolvió y le hizo experto en trompeta. La que utiliza, fue construida por su padre y trabaja en cuatro tonos para exponer composiciones de su tierra. Él ha sido galardonado con numerosas distinciones. En 2010 obtuvo el premio de la Révélation instrumentale (Frank Ténot) en las “Victoires du Jazz”, en Juan-les-pins, Francia.
El poderoso y antiquísimo patrimonio árabe ha sido aprehendido por su espíritu; así logra articular con ritmos y armonías del jazz, rock y otros, cuya fusión resulta en modernas y revolucionarias evocaciones, que han hecho trascender el alma de países con un pasado de ensueño. El inquieto recorrido de Maalouf, le ha permitido organizar un variado repertorio que asombra por la conjunción de influjos.
En su febrilidad, es productor, profesor, compositor y últimamente se ha dedicado a musicalizar teatro y filmes. Obtuvo en 2017 el premio César por la banda de la cinta En los bosques de Siberia. Ese año también produce para el filme franco-japonés Hacia la luz. En 2018, del documental América, al año siguiente dos títulos: Clara y Claire y Bienvenidos al barrio y, en 2020 Un bello equipo.
El amplio universo sonoro de Maalouf es un referente inigualable para la primera conversación y ejercicio auditivo de esta misión que se ha propuesto Oviedo. Acompañémosle mañana.