Las marcas de los días de apertura
Aunque valen igual a los otros 161 juegos, tienen algo especial, algo trascendente y emotivo
Puede parecer un juego cualquiera, un compromiso más en el calendario de encuentros pautados para la temporada, pero no, no es así.
El juego inaugural está barnizado por una capa de brillante magia, quizá buena parte de ese brillo sea el toque, que sobre esos cotejos colocaron las figuras legendarias del béisbol. Pasemos una rasante vista a algunas de las marcas impuestas en esta singular instancia.
Ofensiva
El juego inaugural debería llamarse Ted Williams: durante 14 desafíos inaugurales, el de Boston bateó para 449 y un total de tres jonrones y 14 empujadas en 14 encuentros de este tipo. Por su parte, Hank Aaron contribuyó al esplendor del estreno de la temporada, con un batazo por demás histórico: en el estadio River Front de los Rojos de Cinncinati largó, en 1974, su cuadrangular 714 para igualar nada más y nada menos que a Babe Ruth en jorones disparados de por vida
Frank Robinson, Ken Griffey Jr. y Adam Dunn comparten otro interesante récord de partido inaugural: ocho cuadrangulares en apertura . Khar Rhodes ( Cubs) en 1994 bateó tres jonrones, los tres contra Dwight Gooden, quien, sin embargo, ganó el juego. Cuatro años después George Bell repitió la hazaña. Hasta ahora, el último pelotero en batear tres ‘bambinazos’ en un juego ha sido Dimitri Jones (2005).
‘Pitcheo’
Nombrar el pitcheo en juego inaugural es hablar de un lanzador legendario, Walter Johnson. Este serpentinero tiene una marca difícil de superar: en 9 de sus 14 días de apertura lanzó blanqueadas. Soberbia marca. Imponente.
El mítico Bob Feller, teniendo de telón de fondo el viejo Comiskey Park, lanzó el 16 de abril de 1940 un no hit no run , el único hasta ahora en este tipo de juego. Ese día Feller (Cleveland), para mayor dramatismo, venció 1-0 a los Medias Blancas de Chicago.
Hay un juego inaugural que no tuvo marcas, pero sí una actuación magistral de un lanzador. Era 1993, el primer encuentro de Greg Maddux con los Bravos; de entrada un desafío contra su anterior equipo, los Cachorros. Esa tarde del 5 de abril, Maddux silenció a los asistentes del Wrigley Field lanzando ocho entradas y un tercio, en las que blanqueó al equipo local, tolerando solo cinco incogibles. Fue una apreciable joya de pitcheo. Ese año ganaría Maddux el segundo de sus cuatro Cy consecutivos.
El escritor de béisbol Fred Schwed Jr. resumió en una frase diáfanamente la importancia, que por ejemplo en Ohio, en la plaza de Cinncinati se daba al día inaugural: “Se debe a que los ciudadanos lo consideran un pequeño escalón por debajo de la Navidad”. No puede ser más cristalina la expectación en la inauguración de la temporada, en la que 30 facciones de fanáticos sueñan con los logros de sus equipos y el de sus figuras individuales. ¡Es una fiesta!
Preparémonos para el día inaugural de la temporada 2021. Aún bajo la pandemia y tantos problemas, nos brindará muchas satisfacciones y alegrías. Vuelve uno a ser niño.