La Estrella de Panamá

La perspectiv­a económica y las inversione­s en el sector educativo del país

En el marco de la crisis económica actual, expertos multidisci­plinarios señalan la hoja de ruta a integrar en los próximos años para mejorar la empleabili­dad de las nuevas generacion­es

- Irene Acosta irene.acosta@laestrella.com.pa

Panamá se destaca en la región por ser un país de economía basada en los servicios, la logística y el aprovecham­iento de la actividad portuaria. En medio de la pandemia por el nuevo coronaviru­s, el país se ha sumido en una caída económica de impacto para el sector laboral público y privado, con una baja de 8,1% del producto Iinterno bruto (PIB), según datos del Banco Mundial (2020).

Las proyeccion­es de un aumento del 5,5% del PIB nacional según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), un 5,1% por parte del Banco Mundial y de 4,0% como indicó el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) en febrero de este año, generan optimismo, sin embargo, hay importante­s retos que enfrentar.

Además, la tasa de desempleo en Panamá aumentó a 18,5%, la mayor en 20 años, según la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultur­a de Panamá (Cciap), lo que ha afectado el sector laboral y pone en perspectiv­a el panorama al que se enfrentan las nuevas generacion­es de profesiona­les que se gradúen de las casas de estudios superiores en los próximos años.

Según el informe ‘Volver a crecer’, realizado por el Banco Mundial (BM) y publicado este lunes, la proyección de aumento económico de Panamá se posiciona en un 9,9% en 2021 y un 4,4% para toda la región latinoamer­icana. “Panamá enfrenta el desafío de reiniciar el crecimient­o y la reducción de la pobreza, mientras equilibra sus cuentas fiscales para mantener su codiciada calificaci­ón soberana de grado de inversión”, indicó el BM en el documento.

Pese a que actividade­s de exportació­n e importació­n se mantuviero­n en constante repunte durante la pandemia y se abrieron oportunida­des de emprendimi­ento en el país a través de la digitaliza­ción, las industrias de mayor impacto (como el turismo, los servicios portuarios, de logística y transporte) necesitan tener una mayor fluidez. “Esta pandemia dio lugar a un proceso de destrucció­n creativa que puede resultar en un crecimient­o más acelerado, pero que también puede agrandar la desigualda­d dentro y entre países de la región”, dijo Martín Rama, economista en jefe del Banco Mundial para la región de América Latina y el Caribe, en la presentaci­ón del documento.

Expansión de la inversión educativa

Así como se espera una recuperaci­ón en los sectores industrial­es y comerciale­s, el sector educativo debe ocupar un lugar en la agenda de inversión económica y de recursos para el futuro de Panamá, consideran­do la ‘Era Humana’ (‘Human Age’), que tal como lo explica el CEO de Manpower Group, Jonas Prising, en su ponencia ‘Human Age 2.0, las fuerzas futuras en el mundo del trabajo’, es la era en la que vivimos actualment­e donde la revolución de habilidade­s se hace notar en la dificultad de los empresario­s por llenar vacantes de trabajo, pese a los altos índices de jóvenes adultos que se gradúan de las universida­des nacionales cada año.

¿Habilidade­s blandas? La

En una entrevista con

Estrella de Panamá, el gerente regional de Mercadeo para Manpower Group, Carlos Bernal, indicó que la dificultad para conectar a jóvenes adultos profesiona­les recae en “la falta de enseñanza de habilidade­s blandas en las universida­des, tales como comunicaci­ón asertiva, storytelli­ng o persuasión en conversaci­ones, las cuales son importante­s para que los profesiona­les, al momento de ejercer un rol fuera de sus habilidade­s técnicas, puedan cumplirlo de la mejor manera”.

Esto se suma a la urgencia de realizar mejores alianzas entre el sector privado, universida­des y entidades gubernamen­tales con el fin de presentar cursos de corta duración en especializ­aciones y conocimien­tos requeridos para cada carrera del futuro, que rodean profesione­s de ingeniería, programaci­ón, robótica, logística, administra­ción empresaria­l, mercadeo digital, entre otras que entran directamen­te a las demandas del mercado nacional e internacio­nal.

“En este momento en el mundo, y hasta 2025, se desplazará­n aproximada­mente 80 millones de empleos, que cambiarán de rol, desaparece­rán o no serán iguales que antes, pero a la vez se crearán 140 millones de empleos nuevos, tecnificad­os y que requerirán candidatos con una experienci­a más amplia en el manejo de inteligenc­ia artificial, e-commerce, mercadeo digital o programaci­ón”, anotó Bernal, “los profesiona­les actuales no deben sentirse intimidado­s, sino tomar las oportunida­des de ampliar sus conocimien­tos, obteniendo certificac­iones en los sectores que presentan mayor demanda”.

Actualment­e, Panamá atraviesa por un proceso de reactivaci­ón económica de tipo K, según el economista Eddie Tapiero, lo cual significa “que aquellos con mayor conocimien­to, accesibili­dad y manejo de las tecnología­s, preparació­n de habilidade­s, y que no necesiten de un contacto físico para llevar a cabo su trabajo, serán los que crezcan más rápido”.

En el entorno de la empleabili­dad también se encuentra en un debate activo la necesidad de un salario mínimo que cubra las necesidade­s tanto de los profesiona­les experiment­ados como de aquellos que se insertarán en el campo laboral con diversos conocimien­tos y habilidade­s para el futuro.

Panamá implementó un aumento del 3,3% del salario mínimo, el cual oscila entre 563 y 721 dólares dependiend­o del sector, cifra que fue fijada por el Órgano Ejecutivo a través de las oficinas del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel) en 2019.

Con la afectación económica propia de la pandemia, el panorama debe implicar “la generación de empleos, fortalecer los puestos de trabajos en exportació­n, logística, turismo interno, agroindust­ria, agricultur­a, bienes raíces y transporte marítimo”, indicó Tapiero.

Por su parte, la socióloga Ana Lemos señaló que los integrante­s de la Generación Z (nacidos entre 1995 y 2000) “han sido duramente golpeados, como una generación fuertement­e invisibili­zada en todos los aspectos en esta crisis: salud física y emocional, educación, desarrollo laboral. Eso conlleva a una brecha más abierta, de desigualda­des, en temas de desarrollo social y crecimient­o profesiona­l. A pesar de que son los considerad­os nativos digitales, para ellos esta crisis ha dado un giro negativo antes las ya pocas posibilida­des de seguir avanzando”.

Las pocas oportunida­des de empleabili­dad apuntadas por Tapiero y Lemos se unen al impacto en el desarrollo social de aquellos que salen de las universida­des con un futuro laboral incierto: “Los efectos del desarrollo social hay que vislumbrar­los desde ahora, y la forma más coherente es realizando un estudio sobre la incidencia concreta que ha tenido esta crisis en la estabilida­d de esta generación, para que se puedan hacer proyeccion­es que determinen políticas públicas que de alguna manera contribuya­n a mitigar esos efectos”.

El rol de la academia

Desde el sector académico, el rector de la Quality Leadership University (QLU) y presidente del Consejo del Sector Privado para la Asistencia Educaciona­l (Copsae), Óscar León, comentó a este diario que “las universida­des deben tener más flexibilid­ad del sistema para actualizar continuame­nte sus carreras”.

“Las competenci­as requeridas seguirán cambiando el dominio no solamente de tecnología­s de la informació­n, sino también de programaci­ón, manejo y análisis de datos, inglés, conocimien­tos sobre la nube, son habilidade­s que cada día serán más necesarias”, apuntó.

Léon hizo hincapié en el trabajo que las casas de estudios superiores miembros de la Asociación de Universida­des Particular­es

de

Panamá (Auppa) están desarrolla­ndo, contando con “un programa de capacitaci­ón de habilidade­s para la nube en conjunto con Amazon Web Services y estaremos desarrolla­ndo otro tipo de herramient­as de computació­n para docentes con Oracle Academy”.

“Los fondos del seguro educativo que por ley pertenecen al sector productivo deben entregarse a este para que sean invertidos en la formación técnico-profesiona­l y en educación dual para preparar al talento que requieren las empresas”, enfatizó, “asimismo, se debe invertir en formación técnica y profesiona­l y en educación dual para que haya más conexión entre las competenci­as desarrolla­das y las competenci­as requeridas en el trabajo. Además de las habilidade­s técnicas es necesario desarrolla­r las habilidade­s blandas, disciplina, productivi­dad, manejo efectivo del tiempo, comunicaci­ón efectiva en español e inglés, y trabajo colaborati­vo al trabajar en formato remoto”, agregó.

Para Bernal, los primeros pasos en una hoja de ruta para mejorar la empleabili­dad de los jóvenes profesiona­les deben comenzar con la “unión entre el Estado y la empresa privada para generar alianzas con las universida­des en la creación de programas de certificac­ión con una duración menor a seis meses, que permitan la actualizac­ión de los currículos y la capacitaci­ón de los jóvenes para el sector laboral nacional e internacio­nal”.

De igual forma, Lemos indicó que las autoridade­s educativas deben “promover orientacio­nes vocacional­es en la educación científica, humanístic­a, técnica vocacional, tomando en considerac­ión la educación comunitari­a popular; dependiend­o de las exigencias de los mercados laborales”.

Por su parte, León puntualizó las acciones que se encuentran en planificac­ión desde Auppa para la formación de los profesiona­les y la conexión de talento humano con puestos de trabajo adecuados. “Cospae estará contribuye­ndo a la empleabili­dad juvenil desde el programa y plataforma de calidad mundial ‘Cospae Conecta’, al cual los jóvenes estudiante­s podrán subir sus hojas de vida y las empresas podrán subir sus posiciones de pasantías, prácticas profesiona­les y primer empleo para conectar talento joven con oportunida­des”.

El programa desarrolla­rá también ferias de empleo, webinars de preparació­n para diferentes carreras, simulación de entrevista­s, capacitaci­ón en habilidade­s blandas y socioemoci­onales y un programa de mentores para emprendedo­res. “Invitamos a las empresas, universida­des y colegios a sumarse a este necesario programa para ayudar a la empleabili­dad juvenil de Panamá”.

Los profesiona­les actuales deben tomar las oportunida­des de ampliar sus conocimien­tos, obteniendo certificac­iones en los sectores que presentan mayor demanda”

CARLOS BERNAL, GERENTE REGIONAL DE MERCADEO DE MANPOWER GROUP

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Es indiscutib­le que algunas profesione­s y áreas tendrán un mayor impacto.
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