Valor estratégico y comercial del Canal de Panamá
Europa no acaba de recuperarse de las imponderables consecuencias de la pandemia sanitaria, cuando se produce un incidente en el Canal de Suez, en tiempos de paz, que ha trancado a una arteria del petróleo, que es fundamental en la reactivación de esta importante región en la economía mundial.
El nombre de Panamá surge a la palestra internacional, tras el cierre temporal en el Canal de Suez, a causa de que el supercarguero Ever Given, operado por la empresa taiwanesa Evergreen, bajo la bandera panameña, que se dirigía a Holanda, tras partir desde China, sufrió un encallamiento en medio de una tormenta de arena, quedando atravesado en el tramo sur de la vía interoceánica.
El 12 % del comercio mundial pasa diariamente por ese canal, desde navíos que transportan productos manufacturados, hasta componentes para cadenas de suministros o hidrocarburos. Suez es una de las principales rutas comerciales del mundo, el año pasado transitaron 19 mil naves que transportaron gran parte del petróleo exportado del golfo Pérsico a Europa, lo que supone un vínculo entre Asia y Europa, permitiendo reducir las distancias de forma drástica, hasta 6000 kilómetros menos entre Singapur y Rotterdam.
Esta importante arteria comercial conecta al mar Mediterráneo y el mar Rojo y, al estar bloqueada, repercute en el retraso del transporte de mercancías y con ello en la subida del precio del petróleo y costos en fletes. El Canal de Suez, como el Canal de Panamá, es una infraestructura importante, por las conexiones marítimas entre Europa y Asia; y entre Asia y la costa este de Estados Unidos y el Caribe, pues conecta a los grandes océanos, acortando tiempo y distancias, evitando recorridos extensos que facilitan el comercio marítimo internacional.
El bloqueo en tiempo de paz de estos importantes canales afectaría la cadena de suministros en el comercio de mercancías y energéticos, fundamentales en la economía mundial. Pero las consecuencias no son solo económicas, sino geoestratégicas y de seguridad, pues el cierre de algunos de estos puntos estratégicos provocaría el estrangulamiento en materia económica o de seguridad, tal como coincide Haizam Amirah Fernández, investigador principal para el Mediterráneo y el Mundo Árabe, del Real Instituto Elcano.
Como podemos observar, un bloqueo del Canal de Suez o el de Panamá no solo afectaría a los operadores del comercio mundial, sino que afectaría a la seguridad internacional. Pues por ambos canales no solo transitan cargueros, o petroleros, sino también las flotas navales militares y portaaviones estadounidenses.
La Agencia de Información Energética de EE. UU. destacó, en el 2019, que el Canal de Suez, el Canal de Panamá, el estrecho de Malaca, el cabo de Buena Esperanza, los estrechos daneses, los estrechos turcos de Bósforo y Dardanelos, el estrecho de Ormuz entre el golfo de Omán y el Pérsico, el estrecho de Bab el-mandeb al sur del mar Rojo y el estrecho de Gibraltar son puntos de estrangulamientos estratégicos en el mundo, porque son vitales para la rápida circulación, tanto de mercancías como de flotas militares.
En consecuencia, tanto el Canal de Suez como el Canal de Panamá, en proporciones guardadas, son indispensables en el tráfico marítimo, pues ambos fueron construidos y ampliados con mayor calado en fechas recientes, para agilizar los tráficos marítimos con naves de grandes dimensiones que permiten en tiempo y distancia el transporte eficiente de mercancías.
El bloqueo accidental de una de las principales rutas comerciales del mundo nos invita a reflexionar sobre la importancia que tiene nuestro canal en la reactivación de la economía mundial en el periodo pospandemia y las alternativas que tendríamos que enfrentar ante los potenciales proyectos de Rusia en sus propósitos de abrir nuevas rutas por el descongelado Ártico.
Somos un país con grandes debilidades, pero también tenemos grandes fortalezas, podemos superar nuestras estigmatizaciones en el exterior de paraíso fiscal, nuestra heredad geográfica toma importancia en momentos de crisis en el comercio marítimo internacional. De allí la importancia de arribar a acuerdos consensuados en el fortalecimiento de la institucionalidad del país, para acometer los grandes desafíos de impulsar la prosperidad inclusiva y posicionarnos a nivel regional e internacional.
En medio de la emergencia sanitaria mundial, nuestro canal funciona óptimamente en la reactivación del comercio global con beneficios para el desarrollo nacional. Somos el único país en el mundo con el régimen pluvial del Chagres, que alimenta al lago Gatún, cuyas aguas en cada tránsito de naves se vierten sobre los grandes océanos, pocas veces valoramos nuestras capacidades ni dimensionamos lo que representamos en el comercio internacional y la estabilidad mundial.