Entrenar el suelo pélvico favorece las relaciones sexuales
El ginecólogo estadounidense Arnold Kegel descubrió que las mujeres que hacían ejercicios de suelo pélvico con regularidad, alcanzaban el orgasmo con más facilidad, frecuencia e intensidad
Regularmente las personas realizan actividad física con una finalidad: fortalecer la salud, evitar el sedentarismo y mejorar su estado emocional, psicológico y hasta sexual. Diversos estudios apuntan a que quienes practican deporte con frecuencia, disfrutan del sexo de manera más placentera.
Algunos de los ejercicios protagonistas para lograr este último fin, desde hace varios años, son los denominados ejercicios de Kegel, desarrollados en 1940 por el reconocido ginecólogo estadounidense Arnold Kegel, que solía recomendar a sus pacientes ejercitar el suelo pélvico durante la recuperación postparto para prevenir problemas de salud.
Sin embargo, fue en las consultas de seguimiento que descubrió un “efecto secundario”, y es que las mujeres que hacían estos ejercicios con regularidad, alcanzaban el orgasmo con más facilidad, frecuencia e intensidad.
Pero lo más interesante es que estos ejercicios no solo ayudan a fortalecer los músculos del suelo pélvico femenino, sino también de los varones, aportando de esta manera una mayor calidad y efectividad en las relaciones sexuales, según explican los expertos.
Nayara Malnero, sexóloga clínica, psicóloga y terapeuta de parejas explicó al diario español Información que se trata de prácticas muy sencillas que permiten relajar y apretar los músculos que controlan el flujo de orina y que se recomienda hacerlos tres veces al día, sentados o de pie.
“La facilidad a la hora de introducir los ejercicios de Kegel en la rutina es tal que se pueden realizar mientras se está sentado en el trabajo o, incluso, parado en un semáforo o mientras se está bañando. Su repetición es fundamental para notar sus resultados sobre el suelo pélvico. De ahí, la importancia de convertirlos en una rutina en el día a día”, detalló la experta al rotativo español.
Pilar Ruiz, responsable en España de la firma de productos para la mujer Intimina, señaló al diario El Mundo que la ejercitación del suelo pélvico, “una de las zonas más importantes del cuerpo de la mujer”, permite mantener su tensión y flexibilidad, así como también tener orgasmos más intensos, un buen control de la vejiga y evitar la incontinencia urinaria.
Eliécer Pérez Rivera, psicólogo y psicoterapeuta de familia y parejas, explicó a La
Estrella de Panamá que la experiencia clínica y las investigaciones han demostrado que al aumentar la fuerza de estos músculos, existe un incremento en la predisposición de alcanzar el orgasmo, haciendo que pueda llegar a ser más intenso. “Esto sucede porque aumenta el riego sanguíneo en esa parte del cuerpo, y porque hay un mayor poder de concentración en los genitales”, manifestó.
Algunas irregularidades
La falta de tono muscular en el suelo pélvico es la principal causa de incontinencia urinaria (pérdidas de orina ante cualquier esfuerzo abdominal: toser, estornudar, saltar, reír, hacer ejercicio), lo que puede provocar prolapsos (descenso de órganos como la vejiga, útero y matriz ) e incluso disfunciones sexuales como la falta de sensibilidad sexual, disminución de la intensidad de los orgasmos o ausencia de ellos, y sensaciones dolorosas durante el coito tanto en la mujer como en el hombre.
Pérez Rivera agregó que la incontinencia urinaria es algo que le puede ocurrir a cualquier persona y a cualquier edad, sin embargo es más frecuente a medida que envejecemos. “Si una persona experimenta pérdidas de orina cuando estornuda o levanta objetos pesados o hace algún esfuerzo, es posible que dicha incontinencia se deba a un debilitamiento de los músculos que se encargan de mantener la vejiga cerrada. Esto es más frecuente en mujeres que han tenido varios embarazos y cuyos partos han ido debilitando estos músculos. Ante esto, la autoestima tiende a disminuir porque para ellas suele ser muy incómodo pasar por esto”, detalló el psicólogo.
Igualmente aconsejó realizar los ejercicios de Kegel ya que fortalecen la tonicidad muscular del suelo pélvico, lo que facilita que se pueda obtener una mejor experiencia sexual, ampliando incluso el placer.
El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que cierran la cavidad abdominal en su parte inferior. Su función es sostener los órganos pélvicos (vejiga y uretra, útero y vagina, y recto) en la posición adecuada, porque de ello depende su normal funcionamiento.
“Hacer Kegel debe convertirse en un hábito, como lavarse los dientes”, dijo la ginecóloga Amy E. Rosenman a la revista Vive a Plenitud, especializada en temas vinculados a la salud.
“Si la persona tiene dificultad para encontrar y contraer el músculo del suelo pélvico, hay que seguir intentándolo”, recomendó.
Cómo hacer ejercicios de Kegel
Expertos de Mayo Clinic señalan que es necesario identificar los músculos del suelo pélvico. Una vez completada esta tarea, se pueden hacer los ejercicios en cualquier posición, aunque al principio resulte más fácil hacerlos con el cuerpo acostado.
Para hacer los ejercicios de Kegel, imagine estar sentado sobre una canica y contraiga los músculos pélvicos como si estuviera levantando la canica. Trate de realizar esto durante tres segundos a la vez; luego descanse a la cuenta de tres.
Es importante mantener la concentración solo en los músculos del suelo pélvico y tratar de no flexionar los músculos del abdomen, los muslos o los glúteos.
También evite contener la respiración. Hacer estos pasos por lo menos en tres series de 10 a 15 veces al día.
No acostumbrarse a usar los ejercicios de Kegel para iniciar y detener el chorro de orina. Hacer los ejercicios de Kegel mientras vacía la vejiga en realidad puede causar un vaciamiento incompleto de la misma, lo cual aumenta el riesgo de una infección de las vías urinarias, detallaron los expertos de Mayo Clinic.
La facilidad a la hora de introducir los ejercicios de Kegel en la rutina es tal, que se pueden realizar mientras se está sentado en el trabajo o, incluso, parado en un semáforo o mientras se está bañando”. NAYARA MALNERO, SEXÓLOGA CLÍNICA Y PSICÓLOGA