Haz que tus emociones trabajen a tu favor y logra el máximo potencial
Conocernos permite hacernos cargo y así tomar buenas decisiones, claro, nadie dijo que el camino sea fácil, pero vale la pena
Sólo cuando estamos en estado de felicidad nuestro cuerpo y mente trabajan a nuestro favor y no en nuestra contra. Conocernos permite hacernos cargo y así tomar buenas decisiones, claro, nadie dijo que el camino sea fácil, pero vale la pena.
Cualquier logro de metas está relacionado a cuan efectivos somos equilibrando nuestro cuerpo, mente y espíritu y eso se logra a través de estados de felicidad y es lo que te permitirá alcanzar tu verdadero potencial.
Quienes logran tener como rutina matutina estados de felicidad, logran establecer en su vida ese equilibrio, además de mejorar el carácter, aptitudes y sabiduría.
Tenemos cinco emociones auténticas; al conocerlas es más simple establecer hábitos y además trabajar las mal aprendidas.
Emociones positivas: felicidad, amor.
Emociones negativas: miedo, enojo, tristeza.
Las emociones de felicidad y amor son las que nos van a permitir el logro de cosas positivas en nuestra vida. Conocer y gestionar las emociones negativas también.
Además, es importante saber que hay emociones que son deformaciones de las anteriores y que muchas veces damos por sentado y nos etiquetamos.
Por ejemplo: “Soy ansiosa”. Lo cual reemplazaría por: “Estoy ansiosa”. Al trabajar la emoción descubrirás que la ansiedad es una emoción deformada de la rabia.
La culpa, la ansiedad, la depresión y más... son sustitutos de emociones auténticas.
Si durante la infancia nos han enseñado a taparlas, guardarlas o no gestionarlas correctamente, estas se convierten en “rebusques”.
Las emociones salen... nosotros podemos gestionar el cómo.
¿Tenemos permiso para hacerlo?
Algunas formas de gestionar la felicidad pueden ser a través de la devoción.
Jesús, un gran líder espiritual decía que solo los niños podían transitar el camino de la felicidad, y eso era porque los niños ven todo a través de ojos nuevos.
Los niños no asumen.
Los niños no prejuzgan ni suponen. A través de la belleza de la mirada de un niño puedes alcanzar ese estado.
¿Qué se te ocurre que puedes hacer?
A mi me funciona salir a observar la naturaleza, hablar con extraños, conocer personas nuevas que me den otra perspectiva, viajar, leer, dibujar.
Y mientras tanto, presta atención a las emociones sustitutivas que se han generado en tu vida a través de tu desarrollo, al estar atentos podemos comenzar a hacer algo con ellas.
Emociones auténticas: alegría, amor, miedo, rabia y tristeza.
Emociones sustitutivas: culpa, falsa rabia, falsa alegría, ansiedad.
¡Todo esto se trabaja! Es cuestión de animarse y abordarlas. ¿Qué tema te gustaría proponerme? Te leo y te responderé. ¡Gracias!
Buena semana y lo mejor para ti! @paulacabalen