Uso de canales digitales en tiempos de pandemia
“[…] el buen uso de canales digitales, a través de los servicios ofrecidos por los bancos, es beneficioso y de gran utilidad, […]”
Actualmente, el uso de redes de comunicación, como de sistemas de información y los dispositivos y aplicaciones móviles, ha cambiado nuestra forma de vivir; así como también, ha trastocado la manera en que se realizan las operaciones bancarias. Recuerdo, hace algunos años, los usuarios hacían largas filas en los bancos para realizar operaciones financieras, o simplemente depositar dinero o cambiar un cheque; hoy, estamos de regreso a esa realidad.
Ahora, producto de la pandemia denominada COVID-19 y las restricciones sanitarias tendientes a preservar la salud, estas filas han vuelto. El uso de canales digitales por los bancos facilita todos estos procesos, por lo que podemos pasar más tiempo realizando otras actividades desde la comodidad de nuestros hogares y oficinas. Desde pagos de servicios básicos, impuestos, transferencias entre cuentas, pagos a terceros, y otros, forman parte de la gran gama de productos ofrecidos, que crean al cliente una gran satisfacción y ahorros en tiempo y dinero, pues ya no tiene que acceder de forma física a realizar estas operaciones.
Al respecto, señala Richard Crone, experto en pagos y director general de Crone Consulting, LLC que: “el principal caso de uso para ir a una sucursal bancaria es depositar y cobrar un cheque en papel […]. La segunda justificación más frecuente es abrir una nueva cuenta, si el banco no admite la apertura real de cuentas en línea / móviles”. Basta con tener un computador personal, laptop, tableta o dispositivo móvil, para poder acceder al ventajoso mundo financiero digital.
En tiempos actuales de pandemia, en los que, por seguridad, debemos permanecer en casa, el uso de canales digitales se convierte en un servicio beneficioso para los usuarios o cuentahabientes de bancos que prestan esta función, ya que evitan al usuario el salir de su hogar, contribuyen a disminuir los niveles de afluencia a estos sitios físicos y, por ende, disminuye el riesgo de contagios. Lo cual, en este momento, representa la principal preminencia para su uso; por lo que, al respecto señala Crone: “Todos tenemos la responsabilidad de evitar la propagación de la COVID-19 y tomar en serio el “refugio en su lugar”. Por la seguridad de los consumidores, el personal bancario y la comunidad, nadie debería entrar a una sucursal bancaria. Es mucho más seguro realizar operaciones bancarias y pagos con su dispositivo móvil”.
Otro atributo sería, como señala Rodríguez (2019), presidente del Comité Latinoamericano de Seguridad Bancaria de Felaban: “Hay diferentes estudios que concluyen que el acceso a los servicios financieros mejora la calidad de vida de las personas e impulsa el desarrollo económico de los países” (p.33). En cuanto a la desconfianza por parte de las personas, agrega Rodríguez (2019): “La innovación y la tecnología han tomado el reto de desarrollar nuevos esquemas y formas de dar un mayor y mejor acceso a las finanzas, pero acompañado de un fuerte esquema en seguridad, con la finalidad de minimizar las diferentes modalidades de los ciberdelincuentes” (p.34). Por lo que, concluimos que el buen uso de canales digitales, a través de los servicios ofrecidos por los bancos, es beneficioso y de gran utilidad, pues, en el actual escenario en que vivimos, de confinamiento producto de la pandemia, contribuye a disminuir la posibilidad de contagios, a mejorar la calidad de vida del usuario y al desarrollo económico del país.