La Estrella de Panamá

Que sí, que no

La salida fácil es la de aceptar puestos para los que no estamos capacitado­s, mangonear, robar y destruir la gobernabil­idad del país, y a ver qué hacen los que vengan con las ruinas de lo que dejamos

- Mónica Miguel facetas@laestrella.com.pa

Vivimos en un sin vivir y el virus no es el culpable.

El virus es solo un ente que trata de hacer lo que todos los seres hacemos, nacer, crecer, replicarse y morir, eventualme­nte, aunque las medusas decidan que esto último no les agrada y tratan de evitarlo exitosamen­te durante siglos, igual que Mayín y la reina de Inglaterra.

En fin, que no, que el coronaviru­s SARS-COV-2 no es el culpable de la debacle que estamos sufriendo en Panamá en estos momentos. Porque a ver, señores, seamos serios, si uno es honesto y realmente entra en la política para hacer algo que no sea pelechar, debe mantener la postura que @andrefelgi­raldo describió en su cuenta de Twitter: “Ningún presidente ni alcalde ‘hereda problemas’. Se supone que los conoce de antemano y por eso se hace elegir, para gobernar con el propósito de corregir esos problemas. Culpar a los predecesor­es es la salida fácil y mediocre de los malos gobiernos. Si no pueden, no se postulen”. (Que sí, que es de él, no se fíen de los memes con la cara de Merkel).

Pero la salida fácil es la de aceptar puestos para los que no estamos capacitado­s, mangonear, robar y destruir la gobernabil­idad del país, y a ver qué hacen los que vengan con las ruinas de lo que dejamos.

Lo peor de todo es que esa actitud, en Panamá, no es privativa de los gobernante­s y, en muchos casos, se extiende a los gobernados. Muchos de los miembros del gremio magisteria­l lo están demostrand­o. Y muchos padres de familia también.

Muchos están sacando a la palestra el egoísmo, la desidia para con el prójimo y el ande yo caliente y muérase la gente de hambre, de asco o de ansiedad.

Los maestros son cuento aparte, que no voy a decir yo que no haya habido durante la pandemia ejemplos magníficos de buen hacer y vocación, pero lo que hacen unos con esfuerzo y las manos, lo deshacen otros asnos con egoísmo y los pies.

Vamos a ver, los que enarbolan su propia seguridad para mantener a los niños encerrados sin ir a la escuela, ¿en serio no entienden la situación real de miles y miles de familias? A ver señores, miles de familias llevan un año pasándolas putas para tratar de mantener a sus hijos renqueando con las clases virtuales, ¿hasta cuándo? Y no solo eso, si se reactivan los trabajos y los padres deben regresar a trabajar, ¿quién se queda con los niños en casa?

¿Ustedes se creen que todos en este país pueden pagar dos o tres computador­as, conexión estable a internet y una persona para que se quede en casa cuidando de los niños? Piénsenlo otra vez, anden, y traten de despertar de su sueño de opio.

Al final, el gobierno, una vez más nos descubre su pésima organizaci­ón y su falta de coraje y arrestos, reculando ante las presiones de unos y otros, enarboland­o el bienestar de los infantes.

Dicen que piensan en los niños, ¡venga ya!, ¿igual que ese miembro de la policía que, en lugar de proteger y servir, al parecer se dedicaba a prostituir niñas? Claro, solos en casa y sin nadie que controle su acceso a internet es mucho más fácil pescarlos y malearlos.

Por cierto, ¿alguien recuerda lo de los albergues del Senniaf? ¿Saben ustedes dónde están los niños? ¿Qué se ha hecho para sacarlos de ese infierno? ¿Sabemos algo de la Ley de Salud Mental que fue vetada? Porque hay gente matándose a pares y niños abusados sin que al parecer nadie decida ponerse los pantalones.

Muchos están sacando a la palestra el egoísmo, la desidia para con el prójimo y el ande yo caliente y muérase la gente de hambre, de asco o de ansiedad”

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