Farmacias comunitarias
“Seguir como estamos, es mantener a una casta empresarial sangrando a la población y eso no es justo”
Si hay algo que golpea a la sociedad panameña es el alto precio de los medicamentos. Aquí todos saben que lo que hay detrás es un escandaloso oligopolio y por más quejas que existan, no hay manera de que haya rebaja. Panamá es una de las pocas partes del mundo en que las medicinas las venden por grajea. Es más, una sola pastilla aquí vale lo que cuesta una caja en Colombia. Pero, es la sociedad empresarial que mantiene secuestrada a la población con semejantes precios de los medicamentos. Ya es tiempo de que la Asamblea legisle sobre la creación de las farmacias comunitarias. No es un concepto nuevo, porque las farmacias comunitarias funcionan en otros países y trabajan como regulador para evitar los abusos a los que se somete a los consumidores con precios tan altos en los medicamentos. La farmacia comunitaria es un establecimiento sanitario privado de interés público, definido expresamente por las leyes estatales, desde los que el farmacéutico comunitario asegura a la población el acceso a los medicamentos y productos sanitarios… Incluso fue una equivocación de la Caja de Seguro Social cerrar el laboratorio de fabricación de medicamentos tras el envenenamiento del dietilenglicol. Volver a tener un laboratorio de este tipo es necesario y oportuno que eso se retome. Seguir como estamos, es mantener a una casta empresarial sangrando a la población y eso no es justo. ¡Así de simple!