Rosina Castillo: ‘Esta nominación me ayuda a creer más en mí’
La emprendedora dedicada al agronegocio señala los desafíos que enfrentan hoy los productores, así como la situación actual de la mujer en el campo
La productora agropecuaria ha sido postulada entre las 25 mujeres más destacadas de 2021. Durante la entrevista, Castillo asegura que hay oportunidades de desarrollo para hombres y mujeres en Panamá
Rosina Castillo es una mujer joven que aprovechó la oportunidad de emprender su propio agronegocio, con la llegada de productos de Donlap (Programa Social de Desarrollo Económico Comunitario de Cobre Panamá) a la región. Castillo decidió invertir en su parcela para convertirse en proveedora de la asociación, con diversos productos como culantro, tomate, plátano, pepino, entre otros.
En la actualidad trabaja en su finca en compañía de su madre, quien comparte sus conocimientos sobre el buen trato del cultivo; en esta labor también es apoyada por otros integrantes de su familia.
Conozca en este espacio de MIA Voces Activas la historia de la productora agrícola panameña, quien es una de las postuladas entre las 25 mujeres más destacadas edición Bicentenario por El Siglo y La Estrella de Panamá.
¿Quién es Rosina Castillo?
Soy mamá, ama de casa, productora y emprendedora. Actualmente resido en la comunidad de Coclesito, en Colón. La siembra es mi pasión, lo hago con mucho amor y no hay nada más satisfactorio que producir lo que comemos.
Su trabajo y esfuerzo la han llevado a ser una de las postuladas entre las 25 mujeres más destacadas de 2021, ¿cómo se siente?
Me siento muy feliz de haber sido postulada. Esta nominación me ayuda a creer más en mí.
¿Por qué cree usted que debe ser elegida como una de esas 25 mujeres?
Considero que debo ser escogida por el trabajo que llevo a cabo. Soy una productora dedicada y siempre me esmero en lo que hago.
¿Qué ha hecho para llegar hasta donde está hoy?
Mi esfuerzo ha sido arduo, trabajo todos los días y me levanto desde muy temprano a laborar, aproximadamente a las 5:00 a.m., luego voy a supervisar las cosechas junto a mi esposo, mi hijo y familiares. Confieso que esta rutina me genera cansancio y a veces me ocasiona estrés, pero me siento feliz y orgullosa de lo que realizo.
¿Cómo mantiene el balance entre trabajo y el tiempo con la familia?
Al principio fue un poco difícil porque no pasaba tanto tiempo con mi hijo, pero luego comprendí que para todo hay tiempo y aunque me encuentre cansada siempre busco horas para estar con él. Lo más importante es que le estoy dando la oportunidad de que se eduque, que sepa que puede ser emprendedor y que no es necesario ser asalariado; puede ser dueño de su propio tiempo. Mi mayor satisfacción es cuando él me dice: ‘Mamá quiero ser como tú’. Por eso me esfuerzo para seguir adelante, para que en un futuro mi hijo pueda recordar que su mamá fue una mujer trabajadora y que se esmeró para que él estuviera bien.
¿Qué la impulsó a emprender su agronegocio?
Todo inició gracias a mis padres que toda la vida se han dedicado a la producción de alimentos. Mi madre es asociada de Donlap, una empresa de pequeños productores impulsada por Cobre Panamá, y como miembros de esta comunidad tenemos la oportunidad de producir y venderles los productos a ellos. Cobre Panamá es, por ahora, nuestro único cliente, pero ya estamos negociando con empresas importantes de la industria del alimento en Panamá. Esto nos proporciona un balance económico para nuestras familias, nos ayuda a ser independientes y vemos un mejor futuro.
¿Qué es lo más difícil al momento de iniciar un emprendimiento?
Lo más duro al comenzar es obtener los recursos que se requieren para la producción, por ejemplo, insumos, abonos, y también se requiere un capital económico para pagarle a la persona que se encargará de hacer el trabajo o más bien que nos apoye. Otro desafío que se presenta es la falta de mercado para las ventas ya que podemos producir, pero la pregunta es ¿dónde vamos a vender los productos? Sin embargo, no tengo ese problema porque sé que cuento con un espacio para vender lo que produzco.
¿Qué le diría a las personas que aún no se han decidido
a emprender su negocio?
En el caso de las mujeres, les diría que no es difícil. Es importante que sepan que cada una de nosotras tiene un potencial que incluso los hombres no tienen. En el área de producción se requiere cuidar los detalles, se requiere de mucha paciencia y nosotras poseemos esas cualidades. Si alguna mujer piensa que no puede lograrlo, la respuesta es que sí; porque si yo pude todas pueden hacer la diferencia.
No hay que pensar que porque somos mujeres somos menos, es todo lo contrario, porque valemos lo mismo y podemos hacer las mismas cosas que los hombres.
Siendo productora de alimentos, ¿qué le gustaría que mejorara dentro del sector agropecuario panameño?
Me gustaría que el gobierno apoye mucho más al productor en la comunidad donde vivo, sé que en otros lugares le están brindando ese soporte. Lo que más se necesita son insumos que es lo más difícil de obtener y se requiere que se amplíe el mercado para poder vender nuestros productos.
Hablemos del panorama actual de la mujer rural, ¿cuál es su apreciación sobre este tema?
Veo que en el país hay muchas oportunidades disponibles para que las mujeres emprendan de muchas maneras, también para que trabajen y tengan éxito, pero en otros sitios esto no se ve. En Panamá hay oportunidades para que la mujer pueda crecer.
Es decir que sí considera que hay igualdad de oportunidades, pero ¿cree que esto ocurre en todas las áreas?
Puedo decir que en el área de emprendimiento sí existen oportunidades y yo soy prueba de ello. He tenido varios negocios, desde un restaurante, producción de quesos y ahora me desempeño como productora agropecuaria.
¿Qué mensaje le envía a las mujeres panameñas para que sigan adelante?
Les digo a todas que con Dios todo es posible. Espero que mi historia inspire a otras mujeres porque gracias a la producción de distintos cultivos he logrado muchas cosas, entre esas llevarle el sustento a mi familia. También quiero decirles que tener hijos y familia no debe ser visto como un obstáculo para lograr las metas, sino todo lo contrario, es una bendición.
Espero que mi historia inspire a otras mujeres porque gracias a la producción de distintos cultivos he logrado muchas cosas, entre esas llevarle el sustento a mi familia. Tener hijos y familia no debe ser visto como un obstáculo para lograr las metas, sino todo lo contrario, es una bendición”.
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