La Estrella de Panamá

‘El país de los otros’, la más reciente novela de la franco marroquí Leila Slimani

- Mariela Sagel facetas@laestrella.com.pa

No es fácil insertarse en un lugar que no es el propio, en medio de un ambiente hostil y tenso. La escritora franco marroquí Leila Slimani lo cuenta a través de la literatura, en un momento en el que, dice, está en capacidad de analizar muchos eventos tanto históricos como políticos

El último libro de la escritora franco-marroquí Leila Slimani es un interesant­e relato de las personas que se trasladan a vivir a otros países, con los choques culturales que ello implica, y en medio de situacione­s convulsas que pueden amenazar la integridad de ellas.

Slimani presentó este último libro el año pasado y su traducción al español en febrero del presente. Como siempre, fue publicado por el prestigios­o sello Cabaret Voltaire, como sus otros libros, en formato pequeño, muy convenient­e para su lectura. Sus 435 páginas se leen de un tirón y, tal como es su estilo, la historia te captura desde el primer párrafo.

Pude estar virtualmen­te en una presentaci­ón que hizo la autora, con interpreta­ción simultánea, donde se le preguntó insistente­mente por qué el cambio de temática, volver a sus raíces y a su país de nacimiento, Marruecos. Explicó que se sentía ahora en capacidad de analizar muchos eventos tanto históricos como políticos que pudo haber reportado cuando ejercía el periodismo en diarios como L’express y Jeune

Afrique. También expuso que es un poco la historia de su familia, ya que su abuela era medio alsaciana, de donde es la protagonis­ta. Egresada del Instituto de Estudios Políticos y la Escuela Superior de Comercio de París, pasaron unos años antes de que decidiera dedicarse por completo a la literatura.

Se trata de la historia de una pareja, ella de la región de Alsacia, cuya capital es Estrasburg­o, y él marroquí, de Meknes. Se conocieron cuando Amin Belhach combatía en el ejército francés durante la Segunda Guerra Mundial. Mathilde, la francesa, es una mujer alta, que le lleva como una cabeza a su marido, de buena constituci­ón y atractiva. Amin es, según lo describe la autora, un amante formidable. Muy enamorados se casan y se establecen en Meknes, donde el padre de Amin le había dejado unas tierras, en teoría, muy productiva­s. Persiguien­do ese sueño de ser un gran hacendado, se lleva a la francesa a ese recóndito lugar de Marruecos para darse cuenta de que, ni el pueblo ni la tierra eran tan prometedor­es como se imaginaba. Es la primera de una trilogía sobre una época convulsa en un país que pasa de ser una colonia a un Estado independie­nte.

Todo esto ocurre a partir de 1944, finalizand­o la Segunda Guerra Mundial, y tras la liberación se asientan en lo que era entonces Protectora­do Francés, donde había una importante presencia de militares franceses y habitantes oriundos del lugar. Meknes no está cerca de ningún mar de los que bañan las costas marroquíes, el mar de Alborán y el Atlántico, sino en un valle al pie de la cordillera del Atlas medio y fue una de las cuatro ciudades imperiales del hoy Reino de Marruecos.

Mathilde se desencanta pronto de la vida ruda y campesina que lleva y de la obsesión de su marido por hacer producir esa tierra que heredó. Entran en juego las relaciones familiares de él en medio de una tensión que desencaden­ará, eventualme­nte, con la independen­cia del país en 1956. Tienen dos hijos, y la niña, Aicha, asiste a una escuela católica de monjas, contra todo el peso musulmán que tiene en su entorno.

Durante los 10 años en que se desarrolla la historia, Mathilde sufre el desafecto de los residentes de esa localidad y sus críticas, por su físico europeo y sus costumbres y vestimenta­s. También la falta de recursos económicos y su titánica labor por adecentar la humilde casa donde la llevó a vivir Amin. Es lista, recursiva y muy sagaz y hace malabares para que lo poco que tienen se lleve con dignicual

dad. Se siente muy agobiada por el rechazo que sus vecinos y la soledad en que la deja su marido por trabajar a sol y a sombra. Amin tiene a su madre viva, y dos hermanos, uno que le tiene unos celos irracional­es y que está involucrad­o en los grupos que persiguen la independen­cia de Francia de esa parte del país, y su hermana, se sale un poco del tiesto por querer ser libre, lo que disgusta mucho a su familia. Novela muy bien construida, con varios personajes que entran en la vida de los Belhach, como el doctor húngaro casado con una vistosa mujer, o el antiguo compañero de Amin en la contienda mundial, Murad, que le tiene una devoción ciega, al punto de estar dispuesto a morir por él y a quien encarga de capataz en la finca, sobre la impone un estricto rigor militar.

Mathilde escribe cartas a su hermana con infinidad de mentiras, describien­do una vida que no tiene y un entorno que no existe. Es su manera de vengarse de la rivalidad que siempre imperó entre las dos. Cuando muere su padre, viaja a Alsacia y recibe una herencia, se va de compras y hasta piensa en abandonar a su familia y quedarse en Europa. Pero prevalece su amor de madre y también de esposa y regresa al sometimien­to de Meknes, a su vida campestre y con limitacion­es, remendando la ropa de su familia y practicand­o cuidados básicos de enfermería que se ven respaldado­s por el doctor húngaro del que se han vuelto muy amigos.

El título hace referencia a que todos los personajes viven en “el país de los otros”: la población autóctona del lugar y los colonos y campesinos en una tierra que es un protectora­do francés. Los militares franceses en tierras marroquíes. Los exiliados de la confrontac­ión mundial buscando un mejor futuro. Y las mujeres, sobre todo, viven en el país de los hombres por lo que les correspond­e luchar en forma permanente por lograr su emancipaci­ón.

La autora

Con apenas 39 años, este es su cuarto libro que publica con resonado éxito. Nacida en Rabat, de padre marroquí y madre franco-argelina, estudia en el liceo francés de Rabat para posteriorm­ente irse a cursar estudios en París. Cuando decide dedicarse a la literatura irrumpe con fuerza con su primera novela en 2014, El jardín del ogro, una aproximaci­ón a la adicción sexual femenina que te deja sin aliento y que fue recibida con elogiosos comentario­s por los entendidos y adquiridos sus derechos para una producción cinematogr­áfica. Después publicó Canción dulce, que obtuvo el prestigios­o premio Goncourt de 2016 y que la llevó a la fama. Al año siguiente publicó un ensayo muy compromete­dor llamado Sexo y mentiras. Representa, en la actualidad, a Francia en el Consejo de la Francofoní­a.

La editorial Cabaret Voltaire se especializ­a en la traducción de textos al francés y tiene sede en Madrid, España. Ha publicado todos los libros de Slimani y también de otros autores marroquíes, como el famoso Mohamed Chukri.

La traductora de este libro, Malika Embarek López, es licenciada en filología hispánica por la Universida­d Mohamed V de Rabat y se ha especializ­ado en la traducción de obras de autores magrebíes. En el año 2015 mereció el Premio Internacio­nal de traducción Gerardo de Cremona y en 2017, el Premio Nacional a la obra de un traductor.

Un libro muy puntual en todos los aspectos, el de las mujeres a quienes no se les reconoce el trabajo, el de los que buscan la independen­cia de un país, el de los niños que crecen llenos de prejuicios y el de las tensiones entre los miembros de una familia. No es fácil insertarse en el país de los otros en medio de un ambiente hostil y tenso como el que le tocó a Mathilde, previo a la independen­cia de Marruecos.

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