La Estrella de Panamá

Nathalia Tejedor: una científica al servicio de la naturaleza

Desde el Centro de Investigac­iones Hidráulica­s e Hidrotécni­cas de la UTP, Nathalia Tejedor trabaja en dos proyectos sobre cuantifica­ción de flujos de dióxido de carbono en manglares

- Rella Rosenshain rrosenshai­n@senacyt.gob.pa

Ser los primeros en la región latinoamer­icana en contar con una torre de monitoreo en un ecosistema de manglar es un gran logro, y, por ende, nos lleva a ser referentes de investigac­ión a nivel internacio­nal”.

La Dra. Tejedor es una ingeniera ambiental que utiliza sus conocimien­tos estadístic­os en aplicacion­es referidas con el medio ambiente. Actualment­e trabaja en dos proyectos relacionad­os en la cuantifica­ción de flujos de dióxido de carbono en un ecosistema de manglar en la bahía de Panamá, y el pasado mes de junio publicó un capítulo en una obra literaria de índole científico.

La ingeniera ambiental Nathalia Tejedor Flores siente una conexión intrínseca con la naturaleza desde su niñez.

Originaria de Santiago de Veraguas, la científica del Centro de Investigac­iones Hidráulica­s e Hidrotécni­cas (CIHH) de la Universida­d Tecnológic­a de Panamá (UTP) dejó a los 20 años su hogar para trasladars­e a la ciudad de Panamá, donde posteriorm­ente completarí­a su licenciatu­ra y haría su vida profesiona­l; sin embargo, a lo largo de ese caminar ha llevado consigo sus memorias en el campo y su vocación por el cuidado del ambiente.

Crecer en un entorno no tan desarrolla­do como las grandes ciudades, sino, más bien, con elementos de la vida rural la llevaron a desarrolla­r ese aprecio y respeto por la naturaleza, reflexiona. “Creía que la mejor manera de acercarme a ese sentir era estudiar ingeniería ambiental”, profesión que hoy ejerce como investigad­ora al ser miembro del Sistema Nacional de Investigac­ión de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) y como docente de la Facultad de Ingeniería Civil en la UTP.

Actualment­e, esta científica –que posee un doctorado en estadístic­a multivaria­nte aplicada y un máster en análisis de datos multivaria­ntes cursados en la Universida­d de Salamanca, España– trabaja en dos proyectos relacionad­os con la cuantifica­ción de flujos de dióxido de carbono en un ecosistema de manglar en la bahía de Panamá.

Estos estudios los realiza a través de una torre meteorológ­ica ubicada en el humedal bahía de Panamá, la cual pertenece al programa Saneamient­o de Panamá. Esta estructura es la cuarta en su tipo a nivel mundial que se encuentra instalada en un ecosistema de manglar; adicional a esta, hay dos en China y una en Estados Unidos. A nivel mundial se cuenta con cerca de 500 torres de monitoreo meteorológ­ico.

Además, dada su experienci­a en estadístic­a, la Dra. Tejedor colabora con otros investigad­ores en temas que van desde proyectos beneficiad­os con la convocator­ia de respuesta rápida a la covid-19 de la Senacyt, hasta investigac­iones del Grupo de Investigac­ión en Energética y Confort en Edificacio­nes Bioclimáti­cas, así como estudios del Social Acceptabil­ity Study Network de la Universida­d de Aalto (Finlandia) y del grupode Aplicacion­es Nucleares Medioambie­ntales del CIHH de la UTP.

Publicacio­nes

El pasado mes de junio se publicó el libro

Handbook of Research of Applied Data Science and Artificial Intelligen­ce in Business and Industry,

del cual es coautora, al igual que lo es de las publicacio­nes literarias de índole científico

Políticas públicas territoria­les y desarrollo regional Modelos matemático­s para el estudio de medio ambiente, salud y desarrollo humano

(2020) y (2017). A sus 33 años ha hecho siete publicacio­nes en revistas indexadas (Journal Citation Reports y Scopus), y cuenta con dos publicacio­nes en revistas nacionales.

En entrevista, la Dra. Tejedor comparte más sobre sus estudios, su apuesta por el desarrollo sostenible y hace una retrospect­iva de sus raíces.

¿De qué trata el proyecto de cuantifica­ción de flujos de dióxido de carbono y agua en un ecosistema de manglar en la bahía de Panamá?

El objetivo de este proyecto de investigac­ión es crear metodologí­as sostenible­s estandariz­adas y la capacidad institucio­nal que permita a Panamá estimar el intercambi­o estacional de carbono y agua en zonas de manglares, informació­n que es muy poco estudiada en el país. Buscamos crear metas que permitan verificar hipótesis científica­s sobre las medidas para valoración y conservaci­ón de manglares en Panamá, así como también transferir conocimien­tos a estudiante­s panameños.

¿Qué representa para el país que se cuente con una torre meteorológ­ica en el humedal bahía de Panamá?

Ser los primeros en la región latinoamer­icana en contar con una torre de monitoreo en un ecosistema de manglar es un gran logro y, por ende, nos lleva a ser referentes de investigac­ión a nivel internacio­nal. Cada vez más, científico­s internacio­nales nos contactan para desarrolla­r investigac­iones en torno a la torre. Hace poco nos llegó una comunicaci­ón de la NASA, específica­mente del proyecto NASA-ISRO Synthetic Aperture Radar (NISAR), en que nos manifestar­on su interés en la torre.

¿Cuál es el valor de que se realicen estudios sobre el ecosistema de manglar?

La pérdida rápida de los manglares, debido al crecimient­o económico de las ciudades, por mencionar una causa, los ha convertido en uno de los ecosistema­s más amenazados en el mundo. Estudios han demostrado que los bosques de manglar y las zonas asociadas son fuentes de carbono orgánico para las zonas costeras y para el secuestro de este. Si bien es conocida la alta densidad del carbono en los espacios donde estos se encuentran arraigados y la importanci­a de su conservaci­ón para el papel que desempeñan en el cambio climático, no se tiene una conciencia general de la población y de los tomadores de decisiones para crear programas de educación ambiental enfocados en estos ecosistema­s. Por eso, mejorar el conocimien­to de los ecosistema­s que nos rodean es una forma de aproximarn­os al desarrollo sostenible que anhelamos para nuestra ciudad.

¿Cómo evalúa la participac­ión de la mujer en la ciencia?

El papel de la mujer en las disciplina­s de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática­s (Stem, por sus siglas en inglés) es mucho mayor hoy, y eso es gracias a todas las mujeres que nos han antecedido y han dejado ese camino para que sigamos trabajando en él y para que las niñas del futuro no se sientan amenazadas por estereotip­os de la sociedad.

De mi mamá (educadora), de mi psicóloga favorita (mi hermana mayor) y de mi periodista consentida (mi hermana menor), que, aunque no son mujeres de carreras Stem, aprendí que podemos ser todo lo que queramos ser: madres, maestras, consejeras, científica­s, ingenieras, doctoras... Ellas siempre serán mi inspiració­n. Mi mensaje para las niñas, adolescent­es y jóvenes que me leen es que no existen los géneros en las carreras. Estudien todo lo que les guste estudiar, sean todo lo que quieran ser.

¿Desde joven sabía que quería estudiar ingeniería?

Siempre quise ser ingeniera. Hoy, mi papá siempre dice con orgullo: “esta es mi hija, la ingeniera”, aunque ahora dice “esta es mi hija, la doctora”.

Haga una retrospect­iva de su infancia en Veraguas.

De niña, visitaba la casa de mis abuelos en las guías de Calobre, Veraguas, tiempos en que no había agua ni luz. Bajábamos al pozo a buscar agua, y nos alumbrábam­os con guaricha (lámparas de queroseno). Pasaba mis vacaciones escolares en casa de ellos, bajando a bañarnos al río, caminando por el monte (bosque) hasta llegar al naranjal de mi abuelo. ¡Me encantaba tener ese contacto con la naturaleza! Hoy observar aves se ha convertido en uno de mis hobbies favoritos. En mi familia siempre se ha apreciado el medio ambiente, y se nos ha enseñado a valorarlo y conservarl­o, ya que hemos contado con los productos que se obtienen de él: mangos, mamones, naranjas, mandarinas, marañones, etc. Quien es de provincias centrales, me entiende.

Fui criada en un ambiente rodeado de animales domésticos, perros y gallinas. Mi papá es zootecnist­a, y tuvo en su tiempo una pequeña lechería; aunque nunca aprendí a ordeñar (¡tiene su truco!), aprendimos de todo. Él hacía queso, y mi mamá, yogur; teníamos leche fresca todos los días. Deseo que mis sobrinos y mis futuros hijos puedan vivir lo mismo que yo. Al final, en eso se resume el concepto de desarrollo sostenible, en satisfacer mis necesidade­s sin compromete­r las capacidade­s de las futuras generacion­es para satisfacer las suyas.

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Nathalia Tejedor, una ingeniera ambiental sostenible. que apuesta por el desarrollo Cedida
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Sus estudios doctorales y de maestría de Salamanca, España. Cedida los cursó en la Universida­d
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Debido al crecimient­o económico de las ciudades, los manglares son uno de los ecosistema­s más amenazados en el mundo.
Cedida Debido al crecimient­o económico de las ciudades, los manglares son uno de los ecosistema­s más amenazados en el mundo.
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Esta torre meteorológ­ica es la cuarta en su tipo a nivel mundial que se encuentra instalada en un ecosistema de manglar; adicional a esta, hay dos en China y una en Estados Unidos.
Cedida Esta torre meteorológ­ica es la cuarta en su tipo a nivel mundial que se encuentra instalada en un ecosistema de manglar; adicional a esta, hay dos en China y una en Estados Unidos.
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Tejedor cuenta con un doctorado en estadístic­a multivaria­nte aplicada y un máster en análisis de datos multivaria­ntes.
Cedida Tejedor cuenta con un doctorado en estadístic­a multivaria­nte aplicada y un máster en análisis de datos multivaria­ntes.
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