Aguas del Bayano: reserva para la expansión, vida y salud de los panameños (1)
tros, el Soberano, comprendemos de igual manera, en obligante reciprocidad constitucional, que la ACP no debe pretender o aspirar anexar otras cuencas, ríos y lagos a su patrimonio que previamente ya le ha demarcado con sus límites y rumbos el Título Constitucional XIV, EL CANAL DE PANAMÁ.
Vale precisar entonces a nuestros gobernantes y magistrados de la CSJ, diputados, Junta Directiva de la ACP, y aspirantes a la Presidencia de la República, que tendríamos que recurrir a reformas constitucionales más un referéndum popular, para modificar o eliminar los artículos 50 y 258, más el Capítulo 8, Régimen Agrario, antes, para que el Soberano permita a la ACP incorporar a su patrimonio el dominio, uso y explotación de la cuenca del río Bayano, sus aguas corrientes y las aguas del embalse o lago del mismo nombre.
Por supuesto que se traduciría en recurso o fondos económicos, pero a un alto costo social y sacrificio humano, como la otrora república de ayer en el vientre marsupial de los EU, que se podría definir hoy como una explotación aberrante e inmisericorde de la ACP contra su propio pueblo. Además, recordemos los dólares se compran, el agua no, porque nadie te la vende. Vale decir también, el negocio de trasegar barcos tiene sus límites expansivos, cuando este perjudica o entra a competir y conflictos con los espacios y medio ambiente que requiere la vida humana, en este caso nosotros los panameños.
Quizás ha llegado el momento de reevaluar seriamente, por virtud de los adelantos tecnológicos mundiales, la alternativa que presento hace 51 años la Comisión Tripartita EU, Japón y Panamá del Canal a Nivel por la ruta de Puerto Caimito - río Lagarto en el Atlántico, o Mandinga, Guna Yala…, también la alternativa binacional por el río Atrato en Colombia. Como es fácil comprender, ya este proceso espontáneo de expansión territorial de la periferia de la capital, sobre todo hacia el Darién, es indetenible, a causa de la explosión demográfica e inmigración de almas desesperadas centroamericanas y por la frontera sur.
Felizmente, nosotros confiamos en la inteligencia y prudencia del ministro y administrador del Canal, igual de los caballeros que integran la Junta Directiva, con la virtuosa visión de desarrollo integral País/canal y no solo Canal/canal y capacidad de encender las luces largas de reflectores que iluminen un devenir de nuestro mañana de la conquista y desarrollo sostenido de la inmensa vertiente del Atlántico, Reserva y Banco de Aguas Estratégicas al Infinito.
Los panameños debemos despertar, ante la amenaza probable de que otros pueblos trashumantes de la región centroamericana y Colombia, nos colonicen el 50 % del Panamá Atlántico. Finalmente, hace tres años fuimos atendidos por el exadministrador, Ing. Jorge Quijano, en cortesía de sala en la ACP… El desarrollo de aquella reunión lo explico en la parte 2.