‘In the Heights’, un filme sobre latinos en los barrios de Nueva York
La adaptación del musical homónimo, producida por Lin-manuel Miranda, relata la vida de un barrio dominicano en Nueva York, cuyos habitantes deberán luchar por sus sueños y descubrir quiénes son en medio de la ciudad que nunca duerme
“
Lights up on Washington Heights, up at the break of day (...)”, comienza a narrar un nuevo día en el barrio predominantemente dominicano, Washington Heights, el dueño de bodega, Usnavi (Anthony Ramos), quien proviene de República Dominicana y encarna el rol de narrador de la historia dentro de la cinta In the Heights
(En el barrio, traducción latinoamericana), que engloba los eventos ocurridos en el barrio durante el fin de semana más caluroso del verano.
Junto a Usnavi se presentan personajes intrépidos, carismáticos y cálidos, que comparten un “sueñito”: salir del barrio y hacer de sus vidas algo excepcional. Para Usnavi, la cima de su vida sería regresar a su natal República Dominicana, la cual añora aunque la abandonó cuando era muy niño, y ya de adulto sus ganancias no le han permitido volver. De igual manera conocemos a la abuela Claudia (Olga Merediz), la matriarca del barrio, también oriunda de aquel país caribeño y quien crió a Usnavi tras la muerte de sus padres; acompañada por una caravana de personajes que pintan el retrato del barrio y añaden sus historias al entretejido de Usnavi, tales como Benny (Corey Hawkins), Vanessa (Melissa Barrera), Nina (Leslie Grace), Sonny (Gregory Díaz), Carla (Stephanie Beatriz), Daniela (Daphne Roubin-vega) y los esposos Kevin (Jimmy Smits) y Camila Rosario.
A través del lente del director Jon M. Chu (Crazy Rich
Asians) y la guía del creador, compositor y letrista de la obra original homónima en Broadway (estrenada en 2008 y galardonada con cuatro premios Tony, incluyendo mejor musical), Lin-manuel Miranda (Hamilton, Moana), In the Heights traspasa las tablas hacia la pantalla grande y chica con gran impacto, desde los sutiles cambios de guion que añaden una nueva perspectiva a los personajes, hasta los intrincadas coreografías y diseños de escenario, que permiten una mejor integración de escenas.
La cinta, estrenada el pasado 11 de junio en cines disponibles y la plataforma de streaming HBO Max (ahora disponible en Panamá), fue muy esperada por fanáticos conocedores del trabajo de Miranda (quien estrenó el rol de Usnavi en su versión teatral en 2008) y el musical, que significó para muchos la primera representación latina y caribeña en la oferta dramática estadounidense. Si bien los arreglos musicales para su versión cinematográfica no comprometieron el mensaje principal de cada tema, la interpretación de los actores fue una grata sorpresa, dando un nuevo toque personal a cada verso y coro, lo que añade un poco de nostalgia al recordar aquellos temas del reparto original.
La historia se centra en las historias de Usnavi y los demás personajes, quienes deberán decidir cuál es el camino que quieren seguir en sus vidas y aprender la importancia de contar con un hogar, lo que significa aquel barrio, olvidado y pequeño, pero familiar, y donde cada día se vuelve una oportunidad para “decirle al mundo que no hemos desaparecido”, como indica abuela Claudia.
Representación
Los bailes, la música de salsa, merengue y bachata, las reconocibles comidas y los detalles latinos incluidos en la película hacen un llamado atractivo para la comunidad latina-caribeña dentro y fuera de Estados Unidos, aun cuando cada país tenga sus costumbres propias, la comunidad se ve unida por los valores y tradiciones ancestrales que han trascendido las generaciones hasta hoy. De esto se encarga Miranda, añadiendo también los ritmos del hip-hop urbano y lo tradicional de las composiciones para teatro, de forma magistral y sensible, que transmite el diálogo entre la música y la fotografía dentro de la cinta.
Con un grupo masivo de bailarines, actores y cantantes, que al estar observando cada escena se dibujan más como extractos de familias que forman una más grande,
In the Heights brinda ese sentimiento común de amor y compañía que identifica a muchos latinos y provenientes del Caribe; la calidez y la diversión son lo que permite a los personajes sobrellevar los problemas y retos diarios, similar a la vida real de muchos migrantes a EE.UU. que viven en barrios como Washington Heights, creando lazos familiares con otros, que aunque no comparten su sangre, sí comparten sus orígenes y deseos de un futuro mejor.
Sin embargo, las luces del sol inclemente del verano estadounidense no pudieron esconder la falta de una verdadera representación dominicana en un barrio predominante de afrodominicanos. Esta ha sido una de las mayores críticas a la película, por lo que Miranda pidió disculpas desde su Twitter oficial: “Al intentar pintar un mosaico de esta comunidad, nos hemos quedado cortos (...), pero gracias por señalarlo y quiero que sepan que estoy escuchando el dolor y la frustración”.
El actor y director indicó en sus redes sociales que el colorismo (acto de discriminación de las personas por su color o tono de piel, según
Fundeu) afecta a muchos actores y actrices en la industria, pero que afecta aún más a las comunidades afrolatinas que “no se ven representadas en los proyectos multimedia de Hollywood, y menos en roles protagónicos”. En In the
Heights el colorismo señalado se refiere a la falta de representación afrodominicana, pese a que el barrio de Washington Heights, al norte de Manhattan, está compuesto de una gran demografía afro.
“Puedo escuchar el dolor y la frustración por el colorismo, de sentirme invisible en los comentarios. Escuché que sin suficiente representación afrolatina de piel oscura, el trabajo se siente faltante de la comunidad que tanto queríamos representar con orgullo y alegría”, comentó Miranda en un comunicado en sus redes sociales, “estoy tratando de mantener un espacio tanto para el increíble orgullo por la película que hicimos como para ser responsable de nuestras deficiencias. Prometo hacerlo mejor en mis proyectos futuros, y estoy dedicado al aprendizaje y la evolución que todos tenemos que hacer para asegurarnos de que honremos a nuestra comunidad diversa y vibrante”.
In the Heights llega a la plataforma cinematográfica como una lección para el futuro, en medio de una sociedad que se interesa cada vez más por la igualdad de las razas, la representación justa de las comunidades internacionales y la visibilización de aquellos que han sido silenciados en épocas pasadas. Latinoamérica y el Caribe pueden verse identificados en las calles de los barrios de Nueva York, con una lucha constante, pero entendida que manteniendo a la comunidad unida, hay oportunidad para un cambio tangible.