Población panameña muestra preocupación por su seguridad
Es lo que revela un informe para el Pacto del Bicentenario en el que se propone abordar el tema de forma independiente y hacer mediciones a través de indicadores objetivos
La población panameña demuestra preocupación por el estado de la seguridad en el país. Entre las soluciones mencionadas están: el aumento del pie de fuerza, de la presencia policial, la construcción de nuevos puestos y estaciones policiales.
Al respecto, es importante recordar que Panamá cuenta con 648 policías por cada 100,000 habitantes, muy por encima del estándar de 300 recomendado por las Naciones Unidas.
En el informe para el Pacto del Bicentenario elaborado por: Claire Nevache, Nelva Araúz y Eloy Fisher destacan que es necesario abordar de forma independiente la seguridad, que puede ser medida a través de indicadores objetivos (el más común es la cantidad de homicidios por 100,000 habitantes) y el sentimiento de inseguridad.
En el informe destacan que la comparación entre los datos de encuestas (la cantidad de personas que consideran que “Panamá es un país seguro”) y las tasas de homicidios muestra esta desconexión. Por ejemplo, la provincia de Herrera presenta la paradoja de ser la provincia con los mejores índices de seguridad y donde la ciudadanía se siente más insegura.
En sus propuestas, la población es consciente de la importancia de mejorar estos espacios de convivencia. Así propone mejorar el alumbrado público, la limpieza de los espacios compartidos con una recolección de los desechos más efectiva, un mantenimiento adecuado de los espacios públicos, la presencia de lugares resguardados para esperar el
Hay un sentir generalizado en las propuestas de que hay que trabajar con y por la juventud, para reducir los riesgos de que sea sujeta de la delincuencia y de las adicciones”.
transporte colectivo y el control del estruendo nocturno. Éstas son formas efectivas de brindarle a la población un sentimiento de seguridad y a la vez de reducir los espacios efectivamente más propicios para actos delincuenciales.
Al mismo tiempo, hay un sentir generalizado en las propuestas de que hay que trabajar con y por la juventud, para reducir los riesgos de que sea sujeta de la delincuencia y de las adicciones. Para ello proponen desarrollar programas de prevención de la violencia y de adicciones enfocados en la juventud, basados en cultura, deporte y en la mejora de sus capacidades a la hora de buscar empleo. Incluso recomiendan que, en el caso de jóvenes en edad escolar, se creen planes de trabajo de medio tiempo durante sus vacaciones.