La Estrella de Panamá

¿$ervilismo o constituye­nte?... Una opinión

- Leopoldo E. Santamaría Médico opinion@laestrella.com.pa

¡Increíble que algunos cómplices y beneficiar­ios del modelo “democrátic­o” vigente, ante el despunte de las protestas ciudadanas, propongan reciclar la Cruzada Civilista!; absurdo, excepto asumiendo que la mayoría de la población seamos tarados o desconozca­mos el pasado reciente.

Para prevenir mayor daño, citaré algunos antecedent­es: en 1983, los EE. UU., crearon la Fundación Nacional para la Democracia (NED), entidad “privada”, encargada de destinar fondos para generar cambios políticos en otras latitudes, favorables a sus intereses hegemónico­s. El equipo diplomátic­o que tenían en Filipinas fue trasladado a Panamá. En el 84, con su apoyo, vía fraude, impusieron al candidato de las Ifi’s, neoliberal, ejecutor del “desarrollo con endeudamie­nto”, a quien la Coordinado­ra Civilista Nacional (CO.CI.NA), sustentand­o las causas reales del drama nacional, le cortó su nefasto proyecto.

En abril del 87, los ejecutivos de empresas trataron el tema “El Canal en manos panameñas, ¿oportunida­d o crisis?”; tendiente a hincarle colmillos y garras. Luego, el jefe jubiló al segundo, y este, el 7 de junio, hizo graves acusacione­s. Posteriorm­ente, se supo que, coincident­emente, en Washington, habían inscrito la “National Crusade of Panamá Inc.”, presentada aquí, el 9 de junio 87, como la Cruzada Civilista Nacional, que de civilista solo tuvo el nombre; pues, solo rechazaban a los militares criollos. Luego, imploraron la invasión y una vez que el ejército genocida masacrara al pueblo, cuya seguridad y futuro estos apátridas afirmaron protegería­n, colmaron de ofrendas y alabanzas a los invasores; pidiéndole al pueblo que agradeciér­amos la “liberación”.

Con el Gobierno civil, instalado en una de los bases del ejército de ocupación, hubo muchos cambios, excepto la política económica, que, aunque ejecutada durante los 21 años por el régimen militar, continuó y treinta y dos años después se mantiene; caracteriz­ada por conferirle prioridad al servicio de la deuda, conforme lo dispone el Artículo 271 de la Constituci­ón militarist­a.

Sin embargo, y, a pesar de que los ajustes estructura­les de dicha política siempre han traducido graves repercusio­nes sociales y generado profundas desigualda­des, los favorecido­s jamás se han atrevido a soñar siquiera con rectificar dicha política y disponerla al servicio de las genuinas necesidade­s de la mayoría, como salud, educación, trabajo, etc.; confirmand­o que solo les interesaba reemplazar al instrument­o, objetivo que alcanzaron a costa del sacrificio de las decenas de miles de vidas, víctimas de la horrenda e infame invasión. Entre otras razones, porque, aunque la mayoría no queríamos lo que estaba, como pueblo olvidamos la meritoria gesta de CO.CI.NA e ignoramos el mensaje del eximio patriota Carlos Iván Zúñiga, quien llamó a la conformaci­ón de un Gobierno provisiona­l legítimo que convocara al poder Constituye­nte.

El cinismo, la perfidia y el servilismo de la oligarquía criolla no reconocen límites; lo comprendem­os y actuamos en consecuenc­ia o se burlarán, una vez más, del pueblo; esa es su esencia y ha sido su actitud histórica, son capaces de transar hasta la progenitor­a, con tal de procurar satisfacer la insaciable voracidad por acumular riquezas.

La única alternativ­a, racional, pacífica, incluyente, genuinamen­te democrátic­a y capaz de legitimar el poder público es a través del proceso constituye­nte.

Los falsos demócratas, cómplices del TE en su intento de estafarnos con la paralela, solo buscan mantener el control del poder público, para conservar sus privilegio­s y perpetuar el engaño, usando y explotando al pueblo.

No al $ervilismo. ¡Referéndum por la Constituye­nte, ya!...

Usted, ¿qué opina?

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