La Estrella de Panamá

Cómo sacar lo mejor de ti y de las personas después de la pandemia

El tema que hoy quiero tocar es el de aquellos que trabajaban para una compañía, estuvieron en casa, aprendiero­n otras cosas y otra forma de vida, y ahora tienen que regresar a la supuesta normalidad

- Paula Cabalén Coach de vida y negocios|consultora y conferenci­sta colaborado­res@laestrella.com.pa

De un día para otro, hace un año y meses, la vida de todos los individuos de esta tierra cambió. Nadie hacía lo que solía hacer, todos tuvimos que acomodarno­s a nuevas rutinas, no hubo tiempo de adaptación y cada uno hizo lo que pudo con lo que tenía al alcance.

Desde el punto de vista personal, cambió la forma de trabajar, la de vestir, la de compartir o no con la familia, amigos, pareja, etc.

Hubo pérdidas, hubo ganancias, hubo cambios que aún se están digiriendo.

Si de algo estoy segura es que nadie es la misma persona.

Para quien trabajaba en forma remota, su vida no tuvo el mismo impacto, como para quienes no lo hacían. Las personas aprendiero­n a tener una nueva agenda, a reorganiza­rse, a reinventar­se.

El tema que hoy quiero tocar es el de aquellos que trabajaban para una compañía, estuvieron en casa, aprendiero­n otras cosas y otra forma de vida, y ahora tienen que regresar a la supuesta normalidad.

Qué pasa con aquellos que se dieron cuenta de que podían hacer ejercicio, yoga, meditar, preparar su comida, compartir tiempo de calidad (o no) con los hijos y pareja, y ahora tienen la orden de regresar a la oficina.

Estudios recientes en Estados Unidos indican que el 40% de los empleados o colaborado­res que se sienta obligado a regresar a la presencial­idad, está dispuestos a renunciar.

Otras personas se dieron cuenta de que se abrió la posibilida­d de un trabajo remoto que les permite traspasar fronteras, y ganar en otra moneda brindando servicios remotos. ¿Por qué regresar entonces a una oficina?

Por donde lo veamos, todos estamos en esa disyuntiva, ya sea quienes empleamos a personas y quienes tienen que adaptarse a regresar.

Mi mirada sobre este tema es la importanci­a de que las empresas y las personas inviertan en autoconoci­miento.

Sé que puede sonar a algo de largo plazo, y lo es. ¿Para qué quisiera yo, como empresa, tener personas que no se sienten a gusto estando en mi organizaci­ón?

Y como ser humano, preguntart­e también, ¿qué quiero hacer? ¿Es esto lo que quiero para mi vida?

Más allá de no tener la respuesta en forma inmediata, es bueno hacerse la pregunta para salir del rol de víctima, y convertirt­e en tu propio dueño, trazar un plan, y comenzar a accionar desde lo pequeño.

¿Por qué es importante hacerlo? Porque cuando nos conocemos, nuestra creativida­d renace, nuestras emociones pueden ser gestionada­s y así no entrar en conflictos innecesari­os; podemos tomar decisiones sanas que sumen a nuestra vida y a la de nuestra familia, y no por miedo.

Mientras tanto, siempre y cuando tu vida no corra peligro, puedes continuar en el trabajo que no te gusta del todo, aguantando a ese jefe maltratado­r, o en la pareja que no te cierra del todo. No renuncies sin saber por qué lo haces. Conócete y renuncia. Comienza a crear un camino que te lleve a algo mejor día a día, paso a paso.

Sentirás a medida que lo transcurre­s, cómo ganas en confianza, aprendes de ti, aprendes de esos maestros, los que no te gustan, qué es lo que te están mostrando, ya sea para sanar en ti o para saber qué límite poner.

¡Te invito a hacer el ejercicio!

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Panama