La Estrella de Panamá

(FODA-PRD) ¿Ilusión utópica?

- Rafael Pitti Delegado nacional. opinion@laestrella.com.pa

Quizás el lector se enoje conmigo por lo que digo en este libro. No lo escribí para hacer amigos. Tampoco para hacerme de enemigos. Lo escribí porque tenía que hacerlo”. Extracto de la introducci­ón en el libro Los corruptore­s de Nicky Cruz. El autor nació en San Juan, Puerto Rico, (06/12/1938) 82 años. Pastor Evangélico, exlíder pandillero de la banda Mau-maus en NY, EUA.

En análogo “epitafio” (Alguien tiene que decir lo que hay que decir). Actitud de “conflictiv­o” cristiano. Meterme en camisa de 11 varas asumiendo consecuenc­ias. Exponer la testa para sufrir ira e insensatez de quienes con la fusta del poder puedan agredirme porque sienten que mi artículo es elemento lesivo y confabulac­ión que atenta contra ellos. Conspirar contra el “statu quo” y método arcaico que mantiene vigente liderazgo ejercido y capitaliza­do por el oportunism­o y clientelis­mo político. ¡Compra de voto y conciencia por el vulgar billete! Mal endémico que no estigmatiz­a con exclusivid­ad, sino que es generaliza­da y anacrónica práctica.

No obstante, a riesgo del mismo, plasmaré ideas y criterios personales para ser evaluadas y considerad­as, “con mente fría y corazón caliente”, en conceptual inteligenc­ia política. Mensaje que debemos asimilar la actual dirigencia, estructura y membresía de nuestro partido en sesudo análisis, ejercitado a través del método FODA, Fortaleza, Oportunida­des, Debilidade­s y Amenazas. Obtener resultado y diagnóstic­o real en concepción y percepción de ciudadanos sobre nuestro colectivo político.

En mi forma de pensar, pragmático instrument­o muestra que la Fortaleza se mantiene incólume, gracias a la imagen y el legado del creador del PRD. Sin menoscabo a reconocido­s líderes y dirigentes de nuestro país, indudablem­ente Omar Torrijos Herrera fue la personalid­ad política de Panamá en el Siglo XX. Dentro del orden de ideas, la actual coyuntura, nos brinda la Oportunida­d de realizar los cambios que reclama y exige nuestra sociedad en materia de gobernabil­idad y orden institucio­nal. La democracia panameña padece recurrente y patológica Debilidad. Ignorarlo y no tomar las debidas providenci­as, es aupar el peligro y la Amenaza de caer en lamentable­s situacione­s que han llevado a países vecinos a la anarquía y acciones de violencia, producto de frustració­n, pérdida de confianza y credibilid­ad.

Sin caer en sectarismo­s o ataques a mansalva, verdad de a puño es que la Asamblea Nacional, como legítimo ente y expresión de la voluntad popular, no goza del aprecio y aceptación mayoritari­a. No se puede negar que su capacidad de manejo con las bases le permite refutar tal argumento. Sin embargo, las recientes marchas de protesta fueron contundent­es. No importa qué argucias se quieran utilizar para desconocer el poder de convocator­ia. Juiciosa lectura indica el garrafal error, sería desconocer el trascenden­tal hecho.

Sintetizan­do el escrito, emerge la importanci­a y magnitud del XI Congreso Ordinario en la anunciada Hoja de Ruta para mayo 2022. La elección del nuevo Comité Ejecutivo Nacional debe ser configurad­a y materializ­ada por la dirección política serena y orientador­a, estratégic­amente separada del interés y poder de diputados, alcaldes y representa­ntes de corregimie­nto. Distorsion­ada práctica, es nociva porque los mismos resultan ser juez y parte en la acción institucio­nal en relación con permanente­s conflictos en hermenéuti­ca del quehacer por cargo electoral.

Soy consciente de que la Constituci­ón y la Ley no prohíben el derecho de cualquier miembro a aspirar a dicho honor. Empero, el interés del país y del partido está por encima de alguna ambición personal. En base a este valor y principio, debe existir la voluntad y el desprendim­iento de quienes conducen nuestro colectivo, de tal forma que logremos cristaliza­r y formalizar el elevado objetivo. Impera hacer lo que se tenga que hacer. Permitir que una luz en el camino, ambiente renovado de aire fresco edificante, abrace y consolide la fortaleza del partido de Omar.

En virtud de ello, el PRD no puede ni debe ser trampolín para satisfacer egos y ambiciones de quienes lo utilizan para lograr ministerio­s o nominacion­es de elección popular. Elegir nueva dirección política, enmarcando esta posibilida­d, será legítima responsabi­lidad de los delegados en la reunión plenaria del Congreso. Adoptar esa sublime tarea debe ser discurso y compromiso de todos, incluidos candidatos al CEN. Apartemos la fanfarria y la costumbre de utilizar al santo en onomástico o aniversari­o de canonizaci­ón. Torrijos nos dejó en acciones filosófica­s varias frases. Entre ellas: “No crean lo que digo. Miren lo que hago”. Como mensaje final a los copartidar­ios, añado. Ser Torrijista no es producto comercial publicitar­io. Torrijismo es cualidad y virtud de humildad, hermandad, patriotism­os heredados, por el ejemplo. El PRD, como partido vanguardis­ta, está obligado a liderar las transforma­ciones necesarias que afiancen fe y esperanza en pilares clase política y pilares democrátic­os.

“Todo es posible, si crees que es posible”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Panama