Reformas electorales
La Asamblea Nacional aprobó las reformas electorales, acogiendo el veto parcial del presidente de la República, Laurentino Cortizo. Sin embargo, hay quienes insisten en que debió vetar también el tema de los residuos. Sobre la inconstitucionalidad de los cocientes, medio cocientes y residuos, la realidad es que no cabía en el veto presidencial. Y es que hacerlo podría generar otras complicaciones con los diputados que fueron electos bajo ese sistema, además que sería ilógico vetar algo que no ha cambiado y se mantuvo tal cual está en el Código Electoral que sustentó las elecciones de 2019. Pero superada la polémica de las reformas electorales, aun cuando hay amenazas de demandas ante la Corte Suprema de Justicia, la realidad es que Panamá sí merece un sistema electoral distinto al que tenemos. Por ejemplo, debemos dejar a un lado el tema de los cocientes, medios cocientes y residuos y establecer que cada cabeza es un voto y se eligen los más votados. Con el sistema actual, so pretexto de la representatividad, en el camino salen diputados que sacaron menos votos que otros que no lograron la curul y eso a todas luces es injusto. Pero también debemos ir más allá y es sobre el financiamiento electoral. La propia Comisión Nacional de Reformas Electorales perdió la oportunidad de eliminar totalmente el financiamiento privado, porque mantenerlo es dejar la puerta abierta para la corrupción, a la triquiñuela y que elementos del narcotráfico financien a sus cuadros. Seguir como vamos, es persistir en el error. ¡Así de simple!