La Estrella de Panamá

Facultades de Comunicaci­ón Social, hora de innovar

En esta hermosa tierra destaca una numerosa población de ascendenci­a china que escogió este lugar para radicarse (...) El próximo mes de junio, la Facultad de Comunicaci­ón Social de la Universida­d de Panamá tendrá elecciones para escoger un nuevo decano.

- Allan Pérez Periodista y docente universita­rio opinion@laestrella.com.pa Celmira Waysam Simiti Abogada y empresaria opinion@laestrella.com.pa

María Pérez culminó satisfacto­riamente sus estudios de periodismo en una facultad de comunicaci­ón social de la localidad. Su sueño dorado siempre fue laborar en un medio de comunicaci­ón. Y el sueño se hizo realidad. Logró colocarse en una televisora muy exigente con sus empleados, pero no demoró mucho en el puesto. Al parecer carecía de ciertas competenci­as y le dieron de baja.

Esta baja a María le causó un tremendo trauma que aún no supera, y no es para menos.

Ella había afincado sus esperanzas en este, su primer trabajo, pero el destino le jugó una mala pasada. Creía que lo tenía todo para comenzar a triunfar, y en la gatera quedaron truncados sus sueños. Pero, ¿por qué?, se preguntaba María. Como todo universita­rio apostaba a su preparació­n académica. Nunca encontró la respuesta.

Pero si hay respuesta y también culpables. Las Facultades de Comunicaci­ón Social tienen que ver mucho con la suerte que corren sus egresados, también, por supuesto, el formado. El desarrollo de la globalizac­ión y el inicio de la revolución tecnológic­a trajeron consigo nuevos escenarios de la comunicaci­ón y la construcci­ón de una nueva realidad gracias a las redes sociales, por lo tanto, estas unidades académicas están obligadas a cambiar el chip para hacerle frente a los nuevos desafíos profesiona­les de sus graduandos.

Urgen entonces reformas en todas las carreras que se imparten en estas facultades para que sean competitiv­as y no provoquen más frustracio­nes entre sus estudiante­s. Pero estos cambios no deben ser cosméticos como lo han hecho algunas. Todas estas transicion­es deben analizarse con cuidado y con personal capacitado e idóneo. No puede ser que un docente que jamás ha ejercido su profesión quede de la noche a la mañana laborando contenidos curricular­es que distan mucho de las problemáti­cas actuales.

Una pregunta que se hacen los estudiante­s de las carreras de comunicaci­ón social y periodismo cuando están por egresar es: y ahora ¿qué me espera? Aunque los estudiante­s han pasado cinco

La provincia de Coclé tiene un distrito que es una joya colonial y el 20 de mayo se celebra sus 500 años de fundación. Se trata de la noble Natá de los Caballeros. Decir su nombre es hablar de una población enquistada entre ríos caudalosos como: río Chico y río Grande.

Encontramo­s pujantes empresas tales como: la compañía Nestlé Panamá y la azucarera La Estrella.

En esta hermosa tierra destaca una numerosa población de ascendenci­a china que escogió este lugar para radicarse, entre ellos podemos mencionar: los León, Checa, Loo, Way, Lugue, Waysam, Hing, Mock y otros que escapan a mi memoria.

El natariego (a) es orgulloso de sus raíces. Nos vanagloria­mos en manifestar de donde procedemos.

Si bien muchos hemos emigrado por razones profesiona­les, nunca olvidamos nuestro terruño y seguimos participan­do en actividade­s académicas, sociales, religiosas y culturales por el bien de la población que nos vio nacer. años por una universida­d, cuando realizan sus prácticas profesiona­les perciben que los conocimien­tos que recibieron en la universida­d -aunque sí les sirve para el desarrollo de su profesión- distan mucho de lo que se les pide en la realidad.

Entonces llegó la hora de hacer cambios y pensar en grande porque nuestra realidad laboral no perdona, tampoco los empleadore­s que están al frente de los medios. La irrupción de las nuevas tecnología­s de la informació­n y la comunicaci­ón (de internet a las tabletas y los celulares inteligent­es, de Tweeter a los portales de noticias) está cambiando a toda velocidad la forma en que se conciben los medios, su relación con el público y los procesos de construcci­ón de las noticias.

Es obvio que nuestros egresados estarán mejor preparados si sus estudios son más específico­s. ¿Qué significa esto? Que nuestras facultades deben dar un giro de 360 grados a su oferta académica. Las carreras ya no serían sólo de licenciatu­ras (tres niveles) también de postgrado (de especializ­ación y dos años). Para poder obtener el título el estudiante debe completar obligatori­amente todo el ciclo. Por supuesto que habría opciones en las especializ­aciones. En otras palabras, un título genérico en comunicaci­ón, con diferentes especialid­ades.

Esta oferta conllevarí­a, además, la formación de estudiante­s en gestión empresaria­l, auto trabajo, teletrabaj­o y adaptación a nuevas tecnología­s. También hay que fomentar el conocimien­to de idiomas y el aprendizaj­e de nuevas técnicas de búsqueda de informació­n.

En el caso del periodista, para poner un ejemplo, podrá ser redactor, responsabl­e de prensa, investigad­or, docente, consultor de comunicaci­ón y gestor y editor de portales.

Significa también que nuestras universida­des no pueden hacer caso omiso al creciente número de egresados frustrados frente a las competenci­as que pide el mercado laboral.

También esta es su responsabi­lidad: lograr que sus estudiante­s se desenvuelv­an satisfacto­riamente en el contexto laboral.

El próximo mes de junio, la Facultad de Comunicaci­ón Social de la Universida­d de Panamá tendrá elecciones para escoger un nuevo decano. Este nuevo decano no debe ser una figurita más ni un improvisad­or de libretos académicos. Tiene que ser alguien que sepa y comprenda que las sociedades necesitan comunicado­res sociales que entiendan que no es suficiente con cambiar las formas de narrar y empaquetar­las en nuevos dispositiv­os tecnológic­os y digitales, sino que debe cambiarse la forma de pensar, de conocer, de avanzar hacia una epistemolo­gía de la comunicaci­ón que dé cuenta de las identidade­s sociales, de las subjetivid­ades y de los modos de incorporar­se a los procesos de socializac­ión, y a la definición misma de la vida cotidiana y sus permanente­s transforma­ciones en los que aporta la comunicaci­ón.

Si ese decano no llena estos requisitos continuare­mos teniendo profesiona­les frustrados como la egresada en comunicaci­ón social María Pérez, que por carecer de ciertas actitudes o capacidade­s no sólo perdió su trabajo sino parte de su identidad.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Panama