El hidrógeno verde fuente de energía “limpia” del futuro
Sabemos y entendemos que el avanzado cambio climático afecta todos los componentes de la naturaleza y que, en efecto nos lleva, apresuradamente, hacia el incierto futuro de la existencia humana. Hoy vivimos fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas, inundaciones, sequías e incendios forestales, elevación del nivel del mar, etc. Nuestra salud está afectada por enfermedades y muertes, por golpes de calor, desnutrición por efectos de disminución de la producción de alimentos y del agua. La OMS prevé que este cambio climático causará 250.000 muertes al año entre 2030 y 2050.
¿Qué hacemos desde Panamá para enfrentar este fenómeno mundial?, debemos empezar por la transición energética hacia fuentes limpias, tal como lo demuestra el hidrógeno verde. Este se produce separando el agua en oxígeno e hidrógeno, usando electricidad (electrólisis) procedente de fuentes renovables (solar o eólica), este proceso no emite dióxido de carbono. Se perfila como combustible alternativo para la industria química (fertilizantes), procesadoras de acero, cemento, marítima y aviación. Sin embargo, hay que hacer énfasis en el alto costo para su producción, requiere mucha energía y hay que tener mucho cuidado en su producción por ser un elemento volátil e inflamable.
Los entendidos en el canal de Panamá calculan que para el 2030 pasaran 81.84 millones de toneladas largas de hidrógeno verde, cifra que aumentará a 190.96 millones de toneladas largas para 2050. Lo que indica que debemos prepararnos no solo para ser tránsito de hidrógeno verde, sino convertirnos en un centro logístico de distribución mundial de hidrógeno verde, lo que implicaría producir, distribuir y comercializar este combustible alterno. Para lo cual necesitamos inversiones internacionales que nos instalen y compartan el conocimiento de tecnología de punta para la producción de hidrógeno verde, acordando serios convenios con el gobierno donde gane el país y todo el pueblo panameño. Todo este proceso dinamizado por la Asamblea Nacional, garantizando leyes e incentivos fiscales que atraigan la inversión privada hacia zonas libres para la producción, distribución y comercialización de este combustible alterno; ubicando el proceso productivo en el lado atlántico y pacífico, cerca de los puertos del Canal.
Nuestro canal interoceánico trasiega el 3% del comercio marítimo mundial. Hoy que la economía global entra en una dura recesión producto de la guerra de Rusia contra Ucrania, donde los precios de los combustibles suben, donde el cambio climático vaticina hambrunas y migraciones severas, podemos ofrecer una matriz energética con visión verde donde las ganancias tangibles e intangibles que nos permitirán afrontar la mala distribución de las riquezas y la desigualdad social vigente en nuestro país. Es necesario convertirnos no solo en hub de hidrógeno verde, sino generar conocimiento y llevar nuestra educación a proyectos de sostenibilidad energética, desde la primaria hasta la educación superior. No solo debemos promover la inversión internacional para este proyecto, sino también transformar la conducta y acciones sostenidas de todos, son estos cambios conductuales lo que nos llevaran al progreso y a mejores niveles de desarrollo económico.
Costa Rica, Colombia y 30 países más ya están trabajando en las estrategias nacionales de hidrógeno, Chile tiene 12,000 hectáreas en Atacama para desarrollar la industria del hidrógeno, China tiene por objetivo que en el 2030 haya un millón de vehículos impulsados por hidrógeno frente a los 5,000 actuales, Estados Unidos estima que el hidrógeno aportará 750.000 millones de dólares anuales de aquí al 2050 y crear más de tres millones de puestos de trabajo, Japón ha desarrollado Home Energy Station, sistema doméstico y autónomo que obtiene hidrógeno a partir de energía solar para repostar vehículos de pila de combustible, generar electricidad y agua caliente, Alemania ya ha puesto en circulación el primer tren impulsado por pilas de hidrógeno.
El hidrógeno verde es hoy un vector importante de impulso para la descarbonización. Nuestro canal fue testigo del tránsito del Energy Observer, primer barco de propulsión eléctrica que funciona con una combinación de energías renovables y un sistema de producción de hidrógeno a partir del agua de mar.
Ese es el futuro que queremos para todas nuestras actuales y futuras generaciones, basado en el hidrógeno verde y fuentes de energías renovables.