¿Estamos solos en el universo?
“No deja de ser interesante meditar sobre la teoría llamada “panspermia”: sugiere que en realidad fuimos “sembrados” aquí al inicio de la humanidad”
Solo los fanáticos religiosos y los incrédulos a ultranza pueden creer hoy en día que estamos solos en el universo. Todo parece indicar, más que nunca, no solo que existen miles de galaxias que gravitan a años luz de distancia, sino que nuestro mundo es apenas una partícula infinitesimal de dicha enormidad. Y por supuesto, es de suponer que esos otros mundos, de una forma u otra, están habitados y podrían o no tener conciencia de nuestra existencia, ya que hay rastros creíbles de su presencia entre nosotros.
Y es que hoy en día miles de personas han aceptado haber visto OVNIS (yo mismo vi uno a cierta distancia en la playa denominada Mocambo en el estado mexicano de Veracruz, en 1973); otros tantos aducen haber sido abducidos en algún momento y, por otra parte, ya es un secreto a voces que durante gran cantidad de años ha existido un deliberado ocultamiento de estos fenómenos por parte del Pentágono, la CIA y la NASA, entre otros organismos de poder norteamericano, pero también por sus equivalentes en países como Rusia, Inglaterra, Francia, Canadá, India y China, entre otros.
Presionados durante años por congresistas que han visto OVNIS y por el público norteamericano en general, en junio de 2021 el Pentágono se vio obligado a entregar al Congreso de los Estados Unidos un voluminoso informe (en realidad fueron dos; uno más escueto y por tanto muy limitado que luego fue divulgado por el periódico “The New York Times”; el otro, secreto), en donde se admite no solo la existencia de naves que llevan décadas visitándonos sin que podamos hacer nada para impedirlo, y que parecen ser de origen extraterrestre, sino que no se sabe de dónde provienen ni cómo ni quiénes manipulan su inverosímil tecnología, la cual desafía no solo la ley de gravedad, sino las formas conocidas de vuelo por su extraordinaria velocidad y capacidad de maniobra. También, sin duda, su incontrolable presencia representa un gran problema, si se enfoca desde el punto de vista de la seguridad de nuestro planeta. Existen filmaciones muy bien documentadas y millones de testimonios que no son teorías de conspiración. Por el momento, decía el informe, no parecen tener intenciones agresivas.
Sin embargo, hay testimonios muy antiguos de la presencia de naves y seres en nuestro mundo, incluso a manera de metáforas paradójicas en la Biblia y en otros libros “sagrados” de diversas civilizaciones; así como en construcciones gigantescas inexplicables en diversos sitios del planeta, como las pirámides de Egipto y las de México, perfectamente alineadas no solo entre sí, sino con determinadas constelaciones en el vasto universo.
Doy algunos datos sueltos objetivos. El más famoso hecho de la historia contemporánea relacionado con OVNIS es el llamado incidente de Roswell en julio de 1947, en las afueras de un pueblo de Nuevo México. En síntesis, tras aparecer en un diario local la noticia de la caída de un aparato, citando fuentes del ejército norteamericano, días después recularon en la explicación y dijeron que solo se trataba de globos aerostáticos experimentales. Lo cierto es que al menos dos de estas naves se estrellaron y el ejército recuperó y ocultó fragmentos de las mismas e incluso varios cuerpos. Según testimonio de Bob Lazar muchos años más tarde, él fue contratado para estudiar los restos de esos aparatos en una base ultrasecreta llamada “Área 51”, aplicando lo que hoy se denomina “ingeniería reversa”. Resulta que lo que poco a poco pudieron descifrar los científicos y los técnicos en aviación, habrían de aplicarlo años más tarde a sofisticados aviones supersónicos de posterior perfeccionamiento y empleo.
Por otra parte, cientos de pilotos, tanto de aviones de combate como comerciales, han dado testimonio de avistamientos muy cercanos con determinados tipos de OVNIS (porque parece ser que tienen formas y tamaños diferentes). Asimismo, cada vez que estas naves se desplazan sobre instalaciones nucleares norteamericanas y rusas, los mecanismos nucleares escondidos en dichos sitios de inmediato se desactivan y no vuelven a su estado normal hasta que las naves se marchan. Este fenómeno está perfectamente documentado.
Algunos de los principales estudiosos del fenómeno OVNI, de los cuales es posible encontrar información fiable, son: el mayor Jesse Marcel (uno de los responsables del encubrimiento de Roswell), Luis Elizondo, Steven M. Greer, Nike Pope (ex ministro de Defensa inglés), George Knapp y Jeremy Corbell en el mundo del periodismo investigativo y de la filmación, así como el español J. J. Benítez, el mexicano Jaime Moussan y el peruano Sixto Paz, entre muchos otros que han publicado libros sobre estos temas y dictado conferencias. Al respecto, véase Google y History Channel, entre otras fuentes creíbles.
En 2021 publiqué un libro de 18 cuentos que titulé “Top Secret (Cuentos de Ovnis)”, en cuyo prólogo aporto información detallada sobre el fenómeno OVNI, investigado dentro de mis limitadas posibilidades. Por supuesto, me sigue obsesionando el tema, convencido de que no estamos solos en el universo; y no me extrañaría que, además, discretamente acompañados en nuestro propio planeta. No deja de ser interesante meditar sobre la teoría llamada “panspermia”: sugiere que en realidad fuimos “sembrados” aquí al inicio de la humanidad.