El hidrógeno verde en Panamá
Mientras una parte del mundo se debate entre sus problemas existenciales, la otra se preocupa por desarrollar alternativas energéticas y de desarrollo que ayuden a reducir el calentamiento global y la descarbonización de la economía. Es ahí donde, en la búsqueda de esas alternativas, aparece el #hidrógeno que es un elemento químico que ofrece múltiples usos en casi todos los sectores económicos que hoy utilizan los combustibles fósiles y contribuyen al calentamiento global y a la producción de CO2 y a su lanzamiento en la atmósfera.
El hidrógeno es un elemento abundante en el planeta, puesto que se encuentra presente en el 75 % de la materia, normalmente en compañía de otros elementos químicos, como el oxígeno formando agua o el carbono formando compuestos orgánicos. Este elemento es utilizado desde hace algún tiempo como materia prima en la industria química o la metalurgia y como combustible; no obstante, es de difícil obtención, ya que no se puede obtener directamente de la naturaleza. Para su obtención y uso hace falta un proceso de producción que lo haga sostenible.
Los métodos de producción y obtención del hidrógeno han permitido la clasificación del mismo para referirnos a él según una escala de colores, siendo el hidrógeno gris el que procede de los combustibles fósiles. El hidrógeno azul procede, de igual manera, de los combustibles fósiles, pero, a diferencia del hidrógeno gris, en este caso el CO2 resultante es almacenado y no es liberado en la atmósfera. Por su parte, el hidrógeno verde es extraído del agua por un procedimiento de electrólisis, sin generarse otros residuos más que el vapor de agua o la liberación de oxígeno. También debemos agregar el llamado hidrógeno rosado, que es un producto residual generado por las plantas de energía nuclear que han sido consideradas también como una fuente de energía limpia.
En nuestro caso, al referirnos al hidrógeno verde, nos referimos al que ha sido obtenido mediante procedimientos que eliminan la generación de emisiones contaminantes, siendo considerado por ello como un combustible sostenible y limpio que podría ser clave en la reducción del consumo de energías fósiles (petróleo) y para la descarbonización del planeta. Con estas características resulta un candidato perfecto como combustible, cuyo uso podría permitir el cumplimiento de los compromisos del Acuerdo de París sobre el cambio climático.
La Revolución del hidrógeno verde viene tomando fuerza desde Europa, donde se están desarrollando iniciativas en cuanto a la fabricación o producción, el almacenamiento, la construcción de una red de transporte como hidroductos (España, Francia y, recientemente, Alemania) o la instalación de distribuidoras para el transporte por carretera, lo que hace pronosticar que el hidrógeno verde podría estar presente en nuestra vida ordinaria en un futuro no muy lejano, tomando en consideración que para el 2035 en Europa no se producirán más vehículos de combustión fósil.
Hoy en día, hay empresas que trabajan en soluciones renovables que generan y distribuyen #H2 como combustible a flotas de autobuses públicos y comerciales. En América Latina, algunos países como Colombia, Chile y México están haciendo avances considerables, lo que convierte a Panamá en el lugar propicio para la creación de un sitio de almacenamiento y comercialización de hidrógeno verde.
En desarrollo de su estrategia energética, la República de Panamá aprobó en el 2020 la Agenda de Transición Energética, llamada la “Hoja de Ruta al 2030”, donde se desarrollan los objetivos de descarbonización del país. La República de Panamá ha elaborado una estrategia destinada a crear un sitio o “hub de almacenamiento, comercialización, transformación” de hidrógeno verde, lo que deberá elevar el atractivo del país en la región para el desarrollo y aplicación de las tecnologías vinculadas al sector.
Aunque la República de Panamá no se presenta como competidor en la producción del hidrógeno verde, algo que no está descartado, la posición geográfica de Panamá le permite ofertar sus servicios de almacenamiento, transformación, distribución y comercialización de hidrógeno verde, lo que, sin duda, representa la explotación de una de las ventajas tradicionales del país.
Actualmente, la República de Panamá es un sitio estratégico para el suministro de combustible para los barcos que transitan por el Canal de Panamá, por lo que la futura creación de la Zona Libre de Hidrógeno vendría a apuntalar los servicios logísticos que ofrece Panamá al comercio mundial. La industria aérea y marítima comienzan a estudiar el uso de energías descarbonizadas y el hidrógeno como combustibles limpios en el corto plazo y nuestro país desea estar a la vanguardia de este proceso.
Por lo tanto, estando a las puertas de una revolución tecnológica en el campo de las energías limpias, el país debe incluir en la agenda política de los próximos Gobiernos el desarrollo de las energías limpias y el hidrógeno como fuente energética prioritaria para el país en reemplazo de las energías fósiles (petróleo, diésel, gas).