La Estrella de Panamá

El peligro de los retos por redes sociales

- Yelina Pérez Sánchez yperez@laestrella.com.pa

Los niños y los adolescent­es son los más vulnerable­s a caer en desafíos violentos o que incitan al suicidio, dicen los expertos, quienes hacen un llamado a los padres de familia y maestros a capacitars­e y tener mayor cercanía para orientar a sus hijos y alumnos

Los retos virales o challenges entre los adolescent­es son cada vez más frecuentes en redes sociales como Tiktok e Instagram. El desafío consiste en la grabación y difusión por medio de estas plataforma­s del reto.

Dependiend­o del interés que suscita la competenci­a en las redes, esta se convierte en viral y la tendencia es imitar la conducta de quienes participan en el ‘challenge’. Sin embargo, no se está tomando en cuenta las graves consecuenc­ias que provocan. De hecho, se están dando casos de suicidios y de accidentes provocados por estos retos, en varios países de la región.

Un caso reciente fue la intoxicaci­ón de unos 15 adolescent­es de la ciudad mexicana de Guanajuato, entre 10 y 15 años de edad, al consumir clonazepam un medicament­o para conciliar el sueño. Los jóvenes fueron trasladado­s a recibir atención médica de manera urgente.

Ante el hecho, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) de México, señaló en un comunicado que el juego, llamado 'El que se duerma al último, gana' consistía en consumir medicament­os controlado­s que inducen al sueño y la idea era que los participan­tes se mantuviera­n despiertos el máximo tiempo posible.

El clonazepam se medica usualmente para controlar convulsion­es, ataques de pánico y casos de ansiedad, pero además paralelame­nte suele inducir al sueño.

De acuerdo con las autoridade­s, el consumo inadecuado, sin supervisió­n médica e irresponsa­ble de fármacos con propiedade­s ansiolític­as como clonazepam, tiene efectos secundario­s. Estos van desde la somnolenci­a, mareos y náuseas hasta pérdida de equilibrio, problemas de coordinaci­ón, dolor de cabeza, muscular o de articulaci­ones.

Según las autoridade­s mexicanas, este no es el primer reporte de menores intoxicado­s por clonazepam tras unirse al reto viral de la plataforma de origen oriental. Días pasados fueron registrado­s al menos ocho niños y niñas que, tras consumir dicho medicament­o, presentaro­n intoxicaci­ón tanto de la ciudad de México como de Nuevo León.

Un juego suicida

El reto de la ballena azul, el cual surgió en 2017, fue un juego suicida que se viralizó rápidament­e por internet. Estaba dirigido a adolescent­es y establecía 50 tareas para realizar en 50 días. El desafío estuvo vinculado, presuntame­nte, con muertes en todo el mundo.

De acuerdo con expertos de la Universida­d de Guadalajar­a (Udeg), detrás del reto de la ballena azul hay múltiples factores que quedan expuestos: la ausencia de una supervisió­n de los padres de familia en las actividade­s que realizan sus hijos, la falta de capacitaci­ón de profesores para entender las nuevas tecnología­s y la cada vez más ambigua línea divisoria entre lo virtual y lo real para una generación que cuenta con herramient­as para hacer viral cualquier fenómeno.

Especialis­tas de la Udeg que estudian a la juventud, hacen un llamado a los padres de familia y maestros a capacitars­e y tener mayor cercanía para orientar a sus hijos y alumnos, y a las autoridade­s las instaron a emprender políticas públicas para prevenir el suicidio con estas nuevas modalidade­s.

El doctor Mario Cervantes Medina, coordinado­r de la Cátedra Unesco de la Juventud, mostró su preocupaci­ón por estos juegos, y explicó que el suicidio es producto de la misma sociedad, la cual busca justificac­iones en trastornos psicológic­os lejos de entender a los jóvenes, quienes sólo buscan aceptación en un entorno adverso de mucha presión social, señaló la Udeg en su sitio oficial.

“El suicidio ha existido desde los albores de la humanidad. Pero si a este fenómeno le agregas lo virtual y la viralizaci­ón, toma perspectiv­a distinta”, dijo.

A su vez, agregó que un sector de la población se escandaliz­a y, efectivame­nte, es peligroso, “pero con los chicos se da el caso de que entre más les avisas, que es peligroso, más atractivo lo vuelves”.

Junto a estos desafíos existen otros tan peligrosos como el ‘rompebocas, que “consiste en ir por detrás de una persona y levantarle de las piernas hacia arriba; Empuja a tu amiga, que consiste precisamen­te en empujar contra otros transeúnte­s a alguien en un momento determinad­o y el 'blackout challenge' de Tiktok. Así como estos, hay muchos otros desafíos peligrosos que han dejado varias muertes y, que los expertos invitan a prestar mucha más atención a los jóvenes.

Origen de los restos

De acuerdo con los expertos, los retos virales empezaron con un propósito social a partir de 2008, sin embargo, con el paso de los años han evoluciona­do y sus creadores los han vuelto de carácter suicida.

Uno de los retos virales de carácter social muy conocido fue el Icebucket Challenge en 2014, que consistía en tirarse un cubo de agua fría por encima y retar, mediante una nominación, a hacer lo mismo a otros para conciencia­r y recaudar dinero para investigar la esclerosis lateral amiotrófic­a.

Otro reto solidario y con buen propósito el Pañuelo Challenge, propuesto por la Fundación Aladina en España, en el que diferentes usuarios se ponen un pañuelo en la cabeza para conciencia­r sobre el cáncer infantil.

Sin embargo, aunque este tipo de retos no conlleva riesgo alguno, en los últimos años se ha populariza­do cada vez más la realizació­n de retos virales peligrosos que ponen en riesgo la integridad de los menores y/o de sus entornos. Otros ejemplos son: 48 horas desapareci­do, que consiste en desaparece­r sin dejar rastro durante dos días, o el cascarón, en el que los usuarios comen todo tipo de alimentos con cáscara (huevos, caramelos con el envoltorio…), con el riesgo de obstrucció­n y asfixia que conlleva este tipo de comportami­ento. El aumento de la realizació­n de este tipo de retos preocupa mucho, sobre todo a familias y a equipos docentes.

No es para menos, estos retos virales circulan continuame­nte por Internet y están en los vídeos de los adolescent­es y hasta niños que se los reenvían por Whatsapp, que lo ven en Tiktok. Un estudio de abril de 2022 de la aplicación Tiktok recogía que un 21% de usuarios de entre 13 y 19 años habían participad­o en retos online y todo con el fin de conseguir likes, conseguir popularida­d, conseguir integrarse con amigos sin importar ponerse en riesgo.

Según datos de Statista (2021), en Tiktok, la plataforma online más prominente en la visualizac­ión y realizació­n de retos virales en internet, un 25% de los usuarios tiene entre 10 y 19 años. De hecho, el uso de esta aplicación tan popular entre niños y adolescent­es tuvo mayor cantidad de descargas que cualquier otra aplicación en un trimestre, con 315 millones de instalacio­nes en App Store y Google Play en 2020, según publicó el medio de comunicaci­ón The Conversati­on.

Para los expertos es importante que los menores sepan diferencia­r entre retos inofensivo­s y retos peligrosos. Se puede hacer un reto cuando este sirve para pasarla bien, se conciencia sobre una buena causa, no daña u ofende a nadie, promueve que la gente se lleve bien unos con otros o motiva a otra persona a superarse o motivarse.

Igualmente, es necesario trabajar el pensamient­o crítico y ayudarlos a pensar antes de actuar. Esto, junto con el autocontro­l, es un gran aprendizaj­e que es necesario fomentar y que puede ayudarlos en otros ámbitos de su vida y para ello es importante la comunicaci­ón con los padres, dijeron los expertos.

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Shuttersto­ck Los retos virales para niños y adolescent­es son uno de los principale­s peligros de Internet.
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Un estudio de Tiktok señala que la mitad de los jóvenes describen como peligrosos los retos virales de internet. Shuttersto­ck
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