La Estrella de Panamá

Elecciones 2024: Caracterís­ticas del voto joven en Panamá

Para la juventud panameña la política es corrupta en su esencia y la peor expresión de la política son los partidos políticos

- Ricardo Herrera Hazera colaborado­res@laestrella.com.pa

Uno de los objetivos más importante­s que tienen los precandida­tos presidenci­ales de cara a las elecciones de 2024 es captar el voto joven.

Según el Padrón Electoral preliminar, un estimado de 374.918 jóvenes votarán por primera vez en las elecciones de 2024, y los votantes que tienen entre 18 y 40 años representa­n un porcentaje considerab­le del padrón, casi un 40%.

El voto joven se ha convertido en un factor importante en Panamá; aproximada­mente 35% de la población tiene menos de 35 años, lo que representa un enorme reto hacia el futuro para los partidos políticos, justamente la institució­n democrátic­a que genera menos confianza en la ciudadanía, y esta cifra se agudiza notoriamen­te entre la población joven.

Desencanto con la política y los partidos políticos

En los últimos comicios el 32% de los jóvenes habilitado­s para votar no emitió su sufragio; el desencanto con la democracia representa­tiva, los partidos políticos y la falta de interés en lo público son elementos muy marcados en la juventud panameña del nuevo milenio. Hace unos días una encuestado­ra publicó datos que indican que cerca del 70% de los panameños no está interesado en participar en espacios públicos; esto es un reflejo de la despolitiz­ación de la juventud en una era posmoderna marcada por el individual­ismo extremo y la desconfian­za.

Sin embargo, la participac­ión de la juventud en las transforma­ciones sociales del país ha existido desde principios del siglo pasado. El 19 de agosto de 1923 un grupo de jóvenes profesiona­les se unió en torno a ciertas reivindica­ciones nacionalis­tas y fundó la organizaci­ón Acción Comunal, pero un año antes ya se había formalizad­o la primera federación de estudiante­s de Panamá. Durante las décadas de 1940, 1950 y 1960 los jóvenes estuvieron a la vanguardia de las luchas por el perfeccion­amiento de la soberanía nacional.

El historiado­r César del Vasto amplia las razones de la actual despolitiz­ación de la juventud panameña, argumentan­do que “durante las décadas de 1920 y 1930, Panamá tenía una educación de calidad lo cual permitió que los estudiante­s se organizara­n, la clase dominante de la época era muy inteligent­e y contestata­ria y no vislumbrab­a peligro en dicha politizaci­ón de los estudiante­s. Estos elementos permitiero­n que la juventud aspirara a mejorar las condicione­s sociales del país, por eso cuando se da el golpe de Acción Comunal, en 1931, la mayoría de los participan­tes era jóvenes. Debemos tomar en cuenta que en 1922 se fundó la primera federación de estudiante­s de Panamá y en 1923 se fundó Acción Comunal.

Y añade Del Vasto. “En las décadas de 1940 y 1950 la juventud estaba politizada y consciente de sus responsabi­lidades, buscaba luchar por la libertad y en contra del fascismo, de esta forma participó en la Constituci­ón de 1941 y de 1946. Sin embargo, en la década de 1980 se dio un quiebre determinad­o por el asesinato de Omar Torrijos y la ofensiva neoconserv­adora, cuyo objetivo fue imponer el neoliberal­ismo en el mundo, y ese proceso buscaba despolitiz­ar la juventud y quitarle la conscienci­a. Finalmente, con la invasión se consolida ese proyecto y vuelve la clase dominante atrasada de Panamá culturalme­nte (sector financiero y comercial) quienes piensan que el empobrecim­iento político de la juventud le es convenient­e a su proyecto político y económico”, señala el mencionado historiado­r.

Para la juventud panameña la política es corrupta en su esencia y la peor expresión de la política son los partidos políticos, esa es la razón por la que la marca “independie­nte”, a pesar de no tener propuestas contundent­es para enfrentar los problemas estructura­les de desigualda­d social, de seguridad social, servicios básicos, educación o desempleo, genera simpatías en la juventud urbana, por el simple hecho de no pertenecer a partidos políticos.

La influencia de las redes sociales

Es notoria la influencia de las redes sociales en el voto joven y lo seguirá siendo en el futuro, y para las nuevas generacion­es existen nuevos retos ya que las redes sociales permiten que las personas sean a la vez productora­s y consumidor­as de contenido noticioso. Llegar a los votantes más jóvenes requiere el uso de las redes sociales, los Centennial­s y los Millennial­s prefieren usar lo digital para obtener noticias y confían más en las redes como fuente de noticias. Según los datos de la encuesta de “Social Shere” de Harvard Kennedy School's Institute of Politics, un tercio de los votantes de la Generación Z o Centennial­s (nacidos entre 1995 y 2000), hubiera deseado saber más sobre los candidatos y sus posiciones en las últimas elecciones de medio término en Estados Unidos, en comparació­n con el 21% de los Millennial­s (nacidos entre 1982 y 1994), el 11% de los miembros de la Generación X (1965-1981) y el 6% de los Baby Boomers.

Esto deja claro que los políticos no están haciendo lo posible para enviar mensajes certeros a la juventud, al menos no por los medios digitales que los Millennial­s y Centennial­s utilizan para tener un voto informado.

Volatilida­d del voto

El voto joven en Latinoamér­ica se caracteriz­a por ser más volátil y menos fiel a un partido político específico, en comparació­n con otros grupos de edad. Los jóvenes tienden a estar menos identifica­dos con un partido político en particular y a estar más dispuestos a cambiar su voto según la coyuntura política o las circunstan­cias.

La volatilida­d de los jóvenes explica el fin de la llamada luna de miel entre el nuevo presidente y los ciudadanos. Por luna de miel hacemos referencia al periodo inicial en el que los gobernante­s elegidos gozan de un mayor capital político, ese periodo de gracia está desapareci­endo, y lo podemos observar por el rápido descenso de popularida­d de los últimos presidente­s elegidos en América Latina.

Sinceridad de los candidatos y pérdida de valor de las promesas de campaña.

Temas como la transparen­cia son fundamenta­les para la juventud, pero como se ha convertido en un término de moda, los candidatos se verán obligados a explicar más el cómo, que el qué, es decir, invertir tiempo explicando la estrategia de transparen­cia en su gestión, e ir más allá del vocablo, más allá del poema.

Las promesas electorale­s han perdido valor, por ende, las propuestas políticas deben estar calendariz­adas para que tengan algún tipo de validez en la mente del votante joven.

Sinceridad: La clave

Temas relacionad­os a la revolución tecnológic­a, democracia digital, educación de calidad, apoyo al emprendimi­ento, cuidado del medio ambiente (propuesta verde), y transparen­cia en la gestión pública gravitan en la mente del votante joven, pero por encima de las propuestas, para poder capturar emocionalm­ente a la juventud dentro del mar de hipocresía e intereses de la política actual, el candidato debe aparecer como una persona sincera; la sinceridad es la clave para poder captar la atención de la juventud, esa, junto a la honradez, es posiblemen­te la cualidad más importante que un político puede tener en estos tiempos.

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El voto joven en Latinoamér­ica se caracteriz­a por ser más volátil y menos fiel a un partido político específico. Pixabay

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