Placer, poder y pasión
“La pasión desmedida puede ser la causa de nuestras desgracias”
El objetivo de este artículo es reconocer la labor de proclamación de la palabra de Dios por los miembros de la Comunidad Hosanna.
Comparto con usted, respetado lector, esta anécdota que me llenó de admiración. El 26 de marzo de 2023, en el transporte público, escuché a una señora, adulta mayor, proclamar la palabra de Dios.
Ella explicó que se congregaba en la Comunidad Hosanna y citó con autoridad algunos pasajes bíblicos del Antiguo Testamento, su sabiduría evidenciaba que su experiencia con Dios había sido maravillosa.
Su valentía al levantarse y hablarle alrededor de 45 personas, desconocidas, de un tema tan álgido como la religión, muestra la humildad que ha adquirido con el tiempo para reconocer que sin Dios no somos nada.
Sus palabras finales fueron: “Recuerden, cuando buscamos a Dios, tenemos paz en nuestras vidas”. Quizás ese testimonio ayudó a las personas ese día a reflexionar acerca de su relación con Dios y a no desanimarse.
De las palabras mencionadas quedaron en mi mente las siguientes: placer, poder y pasión. Estas son definidas por Wikipedia como:
“Placer se refiere a la experiencia de que algo (cosa, acción, sentimiento, etc.) se siente bien, que implica el disfrute de algo”.
“Poder es la capacidad de un individuo para influir en el comportamiento de otras personas”.
“Pasión es una emoción definida como un sentimiento muy fuerte hacia una persona, tema, idea u objeto”.
En tiempos antiguos las decisiones influenciadas por el placer, el poder y la pasión no fueron las más acertadas. Hoy en día, si no desarrollamos nuestra inteligencia emocional podemos cometer los mismos errores.
Mateo 14, 6 – 8: “Al llegar el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías bailó en presencia de todos, y tanto agradó a Herodes, que juró darle lo que pidiera. Ella, instigada por su madre, le dijo: “Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan Bautista”.
A veces por dejarnos llevar por el placer y el poder podemos perder todo lo que tenemos.
Judit 12, 11 – 12: “Y dijo a Bagoas, el eunuco, que era su mayordomo: “Trata de persuadir a la hebrea para que venga a comer y beber con nosotros. Sería vergonzoso dejar marchar semejante mujer sin habernos divertido con ella”.
La pasión desmedida puede ser la causa de nuestras desgracias.