¿Unidad monolítica o cascarones electorales?
“No hay partido alguno que provoque un movimiento de masas, masivo, sin que haya algo de por medio”
La disciplina de partido era una costumbre de antaño, había liderazgo y mística de quienes dirigían las masas. No era necesario ver todos los días al candidato o presidente de un partido, solo bastaba el llamado boca a boca de que ese líder estaría en un lugar y la gente se acercaba, así sea solo para verlo y si tenías la suerte saludarlo y que este te saludara. Recuerdo a mi abuela Catalina Adames, que guardaba con tesón un telegrama que le había mandado Arnulfo Arias en 1968, su mayor tesoro, que por ahí lo mantengo.
En este tiempo, ya no hay ese liderazgo carismático, donde esa persona atraiga masas, por el simple hecho de pasar por algún lado. Ahora existe Tiktok y el clientelismo puro y duro, donde el llamado a las masas va con la consigna de un viático, comida y luego recoge tu licuadora o bicicleta. No hay partido alguno que provoque un movimiento de masas, masivo, sin que haya algo de por medio.
Cuando los analizamos, vemos un Cambio Democrático sin liderazgo alguno, internamente su debate es en estar o no con Martinelli y no seguir a una persona. Rómulo nunca logró conectar ni con las bases y mucho menos con sectores populares. Se pegó al grupo de Yanibel para quitarle la Presidencia a Martinelli y ahora se enfrenta a quien lo puso ahí. En las elecciones pasadas, la gente votó por el llamado desde el Renacer y no por Rómulo. Y quedó evidencia en las recientes elecciones internas para convencionales y juventud, con un cuestionado resultado en las mujeres. No causa sensación alguna y aun ganando las primarias, representara un % mínimo de un partido que queda en retazos.
El panameñismo, aún no sale de la vapuleada del 2019, sacar un escaso 8 % es mortal para cualquier aspiración futura del partido y sobre todo del candidato. En este caso, Blandón tiene que haberse dado cuenta ya de que no despega y por eso sus comentarios variados, donde deja a entrever que solo con una alianza con Cambio Democrático le puede dar algo de oxígeno, pero ¿el oxígeno sería para él, o para el panameñismo como partido? Porque no ha logrado generar un liderazgo atractivo a lo interno y sobre todo a lo externo. Aun cuando, internamente, puede tener figuras más potables electoralmente, la dirigencia no está dispuesta a ceder en una negociación, a no ser parte de la alianza. Pero recostado a la facción de Roux poco o nada puede el Partido Panameñista llegar ni cerca a su tradicional 19 o 20 %.
El PRD, con la imposición de la candidatura de Carrizo, la salida por la ventana de Zulay y el portazo en la cara que les dio Martín Torrijos, queda golpeado con una casi nula posibilidad de repetir en el Gobierno. Sus diputados sangran a Gaby y lo llevan a hacer cuanta morisqueta y gracia sea posible, para agradarlo, pero detrás solo buscan su beneficio particular, como siempre. Ellos saben que es una mala candidatura, que llevará a la peor derrota electoral del PRD en toda su existencia. Al lado del resultado de Juan Carlos Navarro en 2014, este queda como un estadista. Lo cierto es que la mala gestión e imagen del Gobierno y la poca atención a los problemas del país y sus propios miembros, nada impide una migración masiva hacia la candidatura de Martín.
El Partido Popular, con la apuesta a Martín Torrijos, sin haberse depositado un solo voto en la urna, ya ganó, independientemente del resultado. Su misión de supervivencia está asegurada, con financiamiento incluido. Ahora solo dependen de si quieren ser Gobierno, dejando diferencias a un lado y saliendo a promover y buscar el voto para su candidato.
RM depende de Martinelli única y exclusivamente, no hay más nadie, si el tipo se resfría, lo deben tener en paños tibios, si se jode la columna, los que lo rodean tiemblan. Es un partido de una sola elección, porque será la última de Ricardo, por su edad. No hay relevo, ni nada, su programa se reduce a cinco años, y “ciao que te vi”. Necesita al CD, solo para evitar otra candidatura, porque no le aporta nada, ya esos cedés están matriculados con Martinelli. Su problema es sumar de fuera, como hizo en 2009, porque esta vez muchos no comulgarán ahí. AAAHH, y el que le esté rezando al Tío Sam, que sepa que ahí sí lo convierten en víctima del sistema.
El resto puede tener ganas, ahínco y otros atributos, pero no los veo, son bisagras o bien son víctimas del ego traicionero. No aprendieron de los errores pasados y están sumando votos que no eran suyos, sino prestados, como es el caso de MOCA. Que sirvió como recipiente de un descontento partidario y ciudadano, pero que desapareció, al no escuchar propuestas y mantener la misma retórica que al final no aterriza en planes.
Así veo las cosas y así las cuento.