De Papa Egoró a Otro Camino
Después de 1990, la población y la juventud nutridas con cierto grado de conocimientos en materia política nacional, pero inexpertas, inmaduras, decepcionadas de los sucesos políticos recién dirigidos en nuestro país, por la descomposición social y falta a la verdad por la clase política, después de una cruenta e inhumana invasión, de donde no había mucho que escoger, se perfilaban los alejados del poder por 21 años, quienes aupaban derrocar al régimen militar a toda costa, logran convocar a organizaciones sociales, gremiales y sindicales para plantear sus oscuros intereses, hoy claros intereses, redundantes y consiguen sus objetivos.
Con una renovación de instituciones, pero con el sello de la imposición de los acaparadores de riquezas, para tal fin la vuelta al poder se negoció con la particularidad del pacto de no agresión entre ambos bandos que dejaron de ser antagónicos, convertidos en aliados imperecederos, PA- PRD, algunas organizaciones políticas y sindicatos (Pacto Cruzada Civilista 1989).
De tal forma surge en una ecuación coyuntural la propuesta musical social de Rubén Blades, del cual nos deleitó con su música en toda América Latina, confiamos y le endosamos al carismático cantautor, formado en el Instituto Nacional y la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Panamá, quien alentó mentes y corazones con sus vibrantes y locuaces temas; cala, despierta profundamente, aviva nuestra búsqueda y ansias de justicia, igualdad y democracia, y conforma el Movimiento Papa Egoró.
Nos sumamos a su propuesta electoral sin mayor reparo, pero con grandes expectativas, sin la menor idea, sospecha, del resultado de aquella ecuación matemática electorera.
El análisis político electoral, hoy, fríamente, con más experiencia, lo desciframos y nuestra inmediata impresión fue el abandono político de nuestro mejor artista, quien, sin mayor explicación, volvió a sus escenarios y quedamos inmersos en la continuidad de esa gran corriente de corrupción posinvasión.
Durante su incursión musical, inicialmente en EUA, adquirió la ciudadanía americana solapadamente, tal cual hay antecedentes de varios candidatos que han corrido y corren por diferentes puestos de elección popular, que sería bueno revisar para impugnarlas, observando el carácter formal de la normativa constitucional.
A Blades le dimos el voto por erradicar la política clientelista, la cual él tanto critica hoy día. Su función o “show” cuajó, ganó Ernesto Pérez González la elecciones y Rubén se puso las zapatillas de mi tocayo “Pedro Navaja” y salió vola’o, dejándonos con ese paquetazo electoral y con el efusivo dictamen del Tribunal Electoral que ratificó “ipso facto”, inmediato y negociado aquel fácil triunfo electoral.
¿Qué consiguió el ciudadano norteamericano y miembro del Partido Demócrata de EUA? ¡Más Grammy y películas!, volvió y formó parte del Gobierno del actual “candiadaton” autosilenciado por 10 años Martín Torrijos. Sin discusión, el graduado en Harvard incrementó su éxito en “gringolandia” abandonándonos, olvidados quedamos quienes votamos por él. Su relevo actual para repetir el mismo fenómeno político es el candidato del mismo camino, Ricardo Lombana, saliendo como conejo de mago como favorito de los acaparadores de riquezas hasta hace uno días y antes del planeado saludo: “¡Nos llamamos Ricardo Alberto!”.
Hoy, este personaje, molesto por el giro político que le dan sus gestores, que ponen en carrera a su antiguo jefe, mejor conocido como “el muñeco que pasea”, quedando fuera de la contienda electoral, no en iguales circunstancias, como quienes tienen la real y verdadera trayectoria de correr a la primera magistratura del país en transparentes y legales condiciones en un sistema justo, igualitario e independiente que debe propiciar el Tribunal Electoral.
Otro Camino realiza la misma tarea que el Papa Egoró de Rubén Blades, quien, después de darle el beneplácito para convencernos de votar por el candidato coyuntural de Otro Camino, le saca la tabla, para favorecer al nuevo remplazo ofertado por los acaparadores de riquezas, los criptócratas de Panamá, sin ninguna objeción y el extinto candidato desinflado Lombana, maniobra públicamente en retaliación, a favor del expresidente al que todos temen, Ricardo Martinelli.
Nosotros, los verdaderos independientes del Movimiento Independiente Nacionalista (MINA), quienes no corremos ni tenemos candidatos, sino que buscamos reestablecer y fortalecer el sistema político electoral de Panamá, a través de un Foro Constitucional Electoral, tenemos como misión el rescate de la moral en la política en Panamá.
A Rubén lo seguimos admirando como el gran talento musical nacido en nuestro país y lo conminamos a que siga expresándose desde Nueva York, pero que considere que sus afirmaciones no gozan del aprecio nacional, los que votamos por él maduramos y no seguimos su favoritismo electoral. ¡Acción!