Euclides Tapia: ‘No creo que el gobierno de Ortega sacrifique las relaciones con Panamá por la figura de Martinelli’
Confinado en la sede diplomática nicaragüense, el expresidente Ricardo Martinelli podría permanecer años en el embajada antes de que Panamá asuma postura o en Managua se decida cambiar el estatus otorgado. Así lo considera, Euclides Tapia, docente de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad de Panamá.
El internacionalista señaló este viernes en Portada de La Estrella de Panamá que la entrega de un salvoconducto a Martinelli, para su salida del país implica un alto costo político para cualquier gobierno, es decir para el actual o el entrante tras las elecciones del 5 de mayo. Lo que apunta a la larga estadía de Martinelli en la embajada.
Además, el escenario estará cruzado por la presión de los EEUU, que ya condenó el asilo. De allí que, a juicio de Tapia, el calculo fue elegir un Estado fuera de la esfera de dominio de Washington, más allá de las diferencias “ideológicas” de Martinelli con el gobierno de Daniel Ortega.
Precisó que el líder de Realizando Metas no puede dar declaraciones político electorales, de lo contrario, contravendría los acuerdos de asilo e incluso podría provocar que Managua se lo revoque. “Está terminantemente prohibido, no puede hacer ningún tipo de proselitismo (…) eso sería romper la convención (de asilo), allí si compromete a Nicaragua o cualquier otro país que otorga un asilo”, dijo Tapia, quien considera que estos términos seguramente fueron negociados previamente con gobierno nicaragüense.
Aunque las relaciones diplomáticas con Panamá quedan afectada, Tapia ve poco probable una ruptura. De ocurrir, habría un cierre de la misión diplomática y la salida de la embajadora nicaragüense, pero junto a ella tendría que también salir Martinelli. Otro elemento que aleja la posibilidad de rompimiento diplomático. Además, los intereses comerciales de ambos países teniendo mayor peso. Señaló que Nicaragua es uno de los pocos Estados con los que Panamá tiene una balanza comercial en superávit. “No creo que el gobierno de Ortega sacrifique las relaciones con Panamá por la figura de Martinelli”, dijo.
Tampoco se podría descartar que Ortega otorgue la nacionalidad nicaragüense a Martinelli, como ya ocurrió con el expresidente salvadoreño Mauricio Funes, también asilado y procesado por corrupción. “Puede solicitar la nacionalidad estando en la embajada, le daría condiciones más favorables. Técnicamente se puede”, sostuvo el experto en política internacional. La Constitución del país permite solicitar la nacionalidad tras dos años en el territorio -como la embajada- e impide la extradición de sus ciudadanos.
Detalló que los acuerdos de asilo establecen que los delitos comunes no califican para un asilo político. Sin embargo, es potestad soberana de un Estado conceder ese derecho sin dar razones al respecto. Algo espinoso, luego de que Martinelli recibiría el asilo a las puertas de una sentencia en firme a 10 años de prisión por lavado de activos en el caso New Business.
Tapia sostiene que de otorgarle Panamá el salvoconducto a Martinelli, estaría reconociendo tácitamente que es un “perseguido político”, argumento esgrimido por el equipo legal del exmandatario, quienes denuncian que la vida de este “corre peligro”, mientras que sus críticos lo acusan de buscar eludir a la justicia.