¿LAS MUJERES SOMOS MÁS MACHISTAS?
Muchas veces nos quejamos de por qué existe tanta desigualdad entre hombres y mujeres en diversos ámbitos: Aunque en la actualidad las féminas se educan más, son los varones quienes ocupan mejores cargos laborales y devengando salarios más altos.
En la política la balanza también está a favor de ellos. Realizando el reportaje de la presente edición, notamos que, aunque se realicen esfuerzos por incluir a más mujeres en este ámbito, aún existen estereotipos y obstáculos socioeconómicos que superar para que haya una democracia más inclusiva e igualitaria en Panamá.
La disparidad no solo es un tema local o regional... ¡es un tema mundial!, que incluso ha llamado la atención y preocupación de las Naciones Unidas, al punto de que el organismo incluyó entre los Objetivos de Desarrollo del Milenio -que debían ser alcanzados en 2015uno específico orientado a promover la igualdad de género (ODM3) y la autonomía de la mujer.
Diversas son las causas por las que a las mujeres nos cuesta más romper el denominado “techo de cristal”; pero una de ellas, en la que coinciden la mayoría de conocedores del tema, es el machismo, ese que está arraigado en nuestra sociedad y que paradójicamente comienza en casa.
Es común que como mujeres nos quejemos de falta de espacios y oportunidades o de actitudes en los hombres que desvirtúan nuestro valor. Pero, señoras y señoritas: ¿alguna vez nos hemos detenido a pensar que esos hombres machistas se crían en el seno de nuestros hogares?, ¿que las mujeres tenemos una cuota de culpa al formar hijos e hijas machistas?, ¿y que incluso nosotras somos más machistas que ellos y fomentamos esa conducta?
Debemos hacer un alto y analizarnos para así identificar si estamos haciendo algo mal, pues la educación comienza en casa. Por ejemplo, enseñémosles a nuestros hijos que tienen un gran valor, independientemente del sexo; no hagamos diferencias en las labores cotidianas e inculquémosles que todos, tanto hombres como mujeres, debemos cooperar en conjunto con las actividades del hogar.
Tampoco cometamos el error de transmitirles los valores morales de acuerdo con el sexo o de fomentar estereotipos, ni mucho menos aplaudir o repetir expresiones o gestos machistas que denigren a la mujer.
Y hablando de lograr la igualdad y empoderar a la mujer, para esta edición hemos entrevistado, además de mujeres reconocidas en la cosa política, otras que también se preocupan por ayudar a las féminas. Tal es el caso de la miss Universo 2013, Gabriela Isler, quien estuvo recientemente en Panamá y nos habló de su faceta como conferencista motivacional.
La bella y carismática Anyolí Ábrego, miss Panamá 2010, también nos conversó de su rol como emprendedora y su misión de embellecer a la mujer panameña.
Y nuestra columnista Patricia Villanueva nos dice cómo podemos y debemos apoyarnos las mujeres en nuestras oficinas para unir esfuerzos y dominar la fuerza de trabajo. ¡Que la disfrutes y te inspire!■