Al repechaje con la frente muy alta
Quiero darles un aplauso de pie, como premio a ese esfuerzo que hicieron en el premundial de Concacaf, a las integrantes de la selección “mayor” de Panamá que irá al repechaje ante Argentina para buscar su boleto al Mundial de Francia 2019. El fútbol femenino llegó a esta eliminatoria después de andar varios años caminando sin cabeza y, desde luego, sin un rumbo fijo. Hemos superado con este equipo aquellas presentaciones poco decorosas contra los equipos de la región, por supuesto, dejando de lado a Estados Unidos y Canadá, que como todos sabemos juegan en otro nivel y que apuntan siempre a ser campeonas del mundo. Con un equipo plagado por jovencitas, Panamá sacó de carrera a Trinidad y Tobago y, sobre todo, a México 2-0, país que tiene una superliga profesional y miles de jugadoras que viven de esa actividad. Es lógico que todavía falte mucho que afinar, pero también tenemos a nuestro favor que las chicas son muy jóvenes, entre ellas la portera Lineth Cedeño, autora del segundo gol de ayer ante las jamaiquinas. Resalto el esfuerzo de todas y la del técnico argentino Víctor Suárez, pero para mí, las dos mejores figuras panameñas en este torneo fueron Natalia Mills y Yenith Bailey, esta última se ganó el guante de oro del torneo como mejor arquera.. Mills siempre le puso corazón y jalaba marcas, hacía gala de su buen dominio del balón, velocidad y, sobre todo, capacidad para definir frente al arco. Mientras, Bailey fue clave para mantener a Panamá en la pelea, después de varias atajadas espectaculares y su seguridad para proteger el arco. Ahora toca trabajar fuerte para, a mediados de noviembre, enfrentar a Argentina, que para nosotros es un perfecto desconocido, me refiero a su sistema de juego, pero que de seguro no será un “jamoncito”. La ventaja es que el partido de vuelta debe ser en territorio panameño aún por definir. Digo esto porque el estadio Rommel Fernández estará ocupado con un concierto para esa fecha, pero habrá que buscar el espacio para ese partido. La Fifa no permite que un partido de este nivel se juegue en cancha sintética y como todos sabemos, el Rommel es el único campo de césped natural que tenemos. No se pudo superar a Jamaica, pero todavía hay esperanza de hacer historia al ir a un mundial femenino. ¡VIVA PANAMÁ!