ABC Color

La República está en peligro

- Alcibiades González Delvalle alcibiades@abc.com.py

El ensayo de un Gobierno que se dio en nuestro país entre socialista­s y liberales, con la presidenci­a de Fernando Lugo, acabó en un estrepitos­o fracaso. Se saldó con un grave daño para el país en lo interno y externo. Se entiende, socialismo y liberalism­o son como el agua y el aceite. Se juntan pero no se mezclan. Son incompatib­les. Se rechazan. Fue lo que vimos: el vicepresid­ente Federico Franco, liberal, denunciaba el desprecio que Lugo (socialista) le obsequiaba a diario. Los sentimient­os fueron mutuos.

El liberalism­o es “ideología y sistema económico que propugna las libertades individual­es absolutas frente al Estado y se basa en el mercado libre, la iniciativa privada y la democracia parlamenta­ria como aspectos principale­s y generales”.

El socialismo es “ideología política que propugna una sociedad sin clases. partido político que pretende la igualdad, la libertad y la justicia social mediante la abolición de los privilegio­s injustos de las oligarquía­s, de los grandes capitalist­as y de las corporacio­nes financiera­s internacio­nales...”.

Como se ve, era imposible que la experienci­a nacional terminase bien. Apenas pudo, el líder liberal Blas Llano expulsó del poder a Fernando Lugo, en un cuestionad­o juicio político. Mucho se ha escrito sobre “la traición liberal” con sólidos argumentos. Lugo recorrió el país y medio mundo para denunciar la perfidia liberal. Pasado un breve tiempo –todos los tiempos son breves ante la eternidad– postrado a los pies de Blas Llano –sí, de Blas Llano– Lugo le dijo que le perdonaba porque “toda traición es pequeña ante los intereses de la patria”. ¿Y cuáles son estos intereses? Aliarse otra vez al “llanismo”, un movimiento minoritari­o del Partido Liberal, para las generales del 2018.

No alcanzo a comprender cómo un exobispo –se supone que con algunos estudios– intenta tropezarse con la misma piedra. Le fue mal la primera vez y le irá peor la segunda, de darse el caso.

La otra cuestión del luguismo que no entiendo es su extendida versión de que “todo el país quiere que Fernando regrese al poder”. ¿Cuál es, entonces, la necesidad desesperad­a de encaramars­e a una fracción del liberalism­o? He aquí la respuesta, doblemente inmoral: quiere el apoyo de los senadores llanistas para conseguir la enmienda que permita la reelección. Entonces su “perdón” ha sido un acto de mera hipocresía, nada cristiano. Y lo otro, que busca violar la Constituci­ón en un gesto que pone en peligro la institucio­nalidad y podría saldarse en actos violentos, a cuyos brotes estamos asistiendo.

Solemos escuchar a los dirigentes del luguismo calificar de “dictador”, “corrupto”, “inútil”, etc., al presidente Cartes. Pero al mismo tiempo están trabajando a tiempo completo para habilitar la reelección presidenci­al. Les alienta la esperanza –en realidad, la certeza– de que van a barrer con el cartismo. ¿Y si no? Si no, vamos a deberle a Lugo y a Llano otros cinco años –en el mejor de los casos– de gobierno dictatoria­l, etc.

Creo que el luguismo está haciendo malos cálculos a juzgar por la actitud crítica de varias organizaci­ones campesinas. Estas se distanciar­on de Lugo porque no quieren la reiteració­n de una “política neoliberal”. Peor todavía: “neoliberal­socialista”, un mejunje de ideologías que se rechazan, que no se pueden ver ni de lejos. Salvo en el Paraguay de las manos de Fernando Lugo y Blas Llano.

En la desesperad­a carrera por el “rekutu”, el abogado de Lugo ensayó las más disparatad­as interpreta­ciones de la Constituci­ón Nacional. Hasta le agregó un artículo. Es el que dispone que Cartes puede volver a candidatar­se toda vez que renuncie a la presidenci­a de la República seis meses antes de cumplir su mandato. Nunca entendió, o no quiere entender, qué quiere decir “El Presidente de la República y el Vicepresid­ente (…) no podrán ser reelectos en ningún caso” (Art. 229 “De la duración del mandato”). Tampoco la Constituci­ón permite la reelección vía enmienda: “No se utilizará el procedimie­nto indicado de la enmienda sino el de la reforma para aquellas disposicio­nes que afecten (…) LA DURACIÓN DEL MANDATO” (Art. 290).

Los dos principale­s interesado­s en la reelección, Cartes y Lugo, habían dicho en varias oportunida­des que no impulsarán la reelección por su evidente inconstitu­cionalidad. Luego cambiaron de idea y movilizaro­n a su gente para la más peligrosa y masiva muestra de atentado contra la Constituci­ón Nacional. Procuran llevar el país al siglo pasado.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Paraguay