Líderes y responsables
Nada es tan revelador sobre el estilo de liderazgo que ofrecen Horacio Cartes y Fernando Lugo, como el hecho de que hasta el momento de escribir este comentario, ninguno de los principales interesados en lograr la enmienda para la reelección ha asumido pública y claramente sus intenciones mirando de frente al país.
Hasta aquí fueron sus operadores quienes dieron la cara, mientras ellos esconden sus verdaderas ideas elaborando discursos confusos y ambiguos, sin hacerse cargo con responsabilidad ante la gente, del proyecto que están llevando adelante.
Las veces en las que Cartes fue consultado siempre dijo que fue un tema instalado por la prensa, y luego ante la inminencia de los hechos trasladó toda la responsabilidad al Congreso.
Con Lugo el escenario nos lleva incluso al extremo del disparate. Mientras él votó contra la enmienda el 25 de agosto pasado, sus operadores proclaman que votar contra la enmienda es de cobardes que no permiten que la gente decida.
En ambos casos, la intención es evitar asumir la responsabilidad pública, en caso de que fracase el proyecto, pero eso desde el punto de vista del cálculo propio, y no desde el de una sociedad que necesita líderes políticos responsables, que asuman las consecuencias de lo que hacen o dejan de hacer.
Son muestras del cinismo político de quienes tendrían que liderar un proceso transparente que permita discutir ideas frontalmente.
De un líder se espera que convenza, que persuada, que comunique sus ideas, en síntesis, que lidere. Un pueblo se merece conocer con claridad qué piensan quienes aspiran a dirigirlo. Y en este caso específico todos lo suponemos, sin que ellos hayan actuado con la responsabilidad política que deben tener.
La conducta en ambos casos sigue siendo oscura, solapada, vergonzante.
Esta semana se anuncian movilizaciones a favor y en contra de la enmienda para la reelección, un escenario que exige redoblada responsabilidad de los líderes políticos, para no vivir más capítulos trágicos como los que tuvimos a lo largo de nuestra historia.
Y hablando de historia, dejo aquí el pensamiento de un verdadero líder quien predicó con el ejemplo, casi como una incitación al momento que estamos viviendo y a la inminencia de que, aún sin asumirlo públicamente, los dos principales interesados en la reelección pueden conducir a violentar el espíritu de nuestra Constitución.
“Debemos usar el tiempo sabiamente y darnos cuenta de que siempre es el momento oportuno para hacer las cosas bien” (Nelson Mandela).