Excura considera buena idea ordenar a casados
El exsacerdote Dionisio Gauto cree que la Iglesia debe avanzar en la idea de ordenar sacerdotes a los casados de buena fama. A su entender, un joven recién ordenado no tiene la experiencia para aconsejar como la tendría una persona que dirige una familia.
“Muy buena la idea del papa Francisco de ordenar sacerdotes a los casados de buena fama, para cubrir las comunidades donde no llegan los curas”, comenzó diciendo Gauto y apuntó que de concretarse sería volver a los principios del evangelio y a la práctica de Cristo, que eligió como apóstoles a solteros y casados, sin hacer discriminación. Agregó que incluso dispuso que su iglesia se estableciera sobre el apóstol Pedro.
Por encima de los 40
A su criterio, un casado de buena vida, por encima de los 40 años, con estudios teológicos, podía recibir las primeras órdenes y llegar al sacerdocio por ser ya una persona madura y estable. Aclaró que el término presbítero quiere decir persona mayor y madura.
Comentó que en su caso fue ordenado a los 25 años en 1963 y hay situaciones que exigen orientación como un problema de familia, de pareja o de disputas, “y qué experiencia vas a tener a esa edad”. Añadió que sería diferente el consejo de una persona madura.
Gauto ejerció 14 años el sacerdocio. Se capacitó en Europa, viajó a la Argentina y retornó a Paraguay siendo teniente cura en Eusebio Ayala, 50 años atrás. Luego pasó a Caraguatay. En 1969 se crea el Seminario Mayor Nacional y fue formador, con una pobre experiencia pastoral, porque más bien era académico.
Afectividad influye
Según explicó, la parte afectiva influye mucho para perseverar en la vida consagrada. En su caso, dijo que viene de una familia de 14 hermanos. Vivían todos juntos y de golpe vivir solo resultó un gran choque.
Relató que tuvo preparación para la obediencia, pero no le gustaba ser trasladado de un lugar a otro. Tampoco quería vivir de la limosna. Se consideraba un profesional universitario, sin embargo, no tenía salario. “Había que hacerse de sueldo con una misa o responso. Me costaba cobrar al familiar de un difunto. No me gustaba”, precisó.
Gauto considera que el celibato debería ser optativo. “Gerónimo Irala Burgos fue un laico que se consagró y optó por el celibato. Con el tiempo los casados que puedan subsistir por sí mismos serán ordenados porque son compatibles matrimonio y sacerdocio”, reiteró.
Recordó que en Nottingham, Inglaterra, vio a un arzobispo, con todos sus ornamentos participando del casamiento de su hija y era natural que fuera un padre de familia.
A su criterio, el celibato también se impuso para que no hubiera problemas económicos con los curas. “Aquí, en Paraguay, cuando se quiso implementar el diaconado permanente o sea casado, la Conferencia Episcopal Paraguaya dudó mucho. Yo participé de las reuniones y algunos obispos rechazaron la idea porque el temor de la jerarquía era quién iba cargar con la familia de los diáconos si morían”, sostuvo.
En ese sentido, refirió que se debe discutir y si se avanza deberían ser ordenadas personas con oficios, aquellas que tengan ingresos fijos.
En una entrevista para un diario alemán, al papa Francisco no descartó la posibilidad de ordenar a los casados de buena fama para enfrentar la escasez de curas. El concilio de Trento, siglo XVI, fue el que estableció que el celibato era superior al matrimonio.