ABC Color

Tratan de parar la violencia con la construcci­ón de un estadio

- Entrevista de Hugo Ruiz Olazar holazar@abc.com.py

–Tiene una gran repercusió­n internacio­nal este modelo de incorporar hinchas de Cerro para construir su estadio...

–Sí, somos consciente­s de eso. Hasta tenemos un documental que se filmó aquí y que fue para concursar en el Festival de Cannes. Periódicam­ente nos visitan enviados de la prensa extranjera. Realmente no habíamos calculado la repercusió­n que iba a tener esta experienci­a. –¿Cómo es? –Bueno, básicament­e este es un proyecto social que busca romper un paradigma negativo que tiene la sociedad, muchas veces lapidaria, con respecto a las barras organizada­s. La incorporac­ión de los hinchas comenzó a partir de la prohibició­n municipal a la permanenci­a en las calles de limpiavidr­ios y cuidacoche­s... –¿Cuántos son? –Unos 70. Fluctúa. Tratamos de conseguir que sean buenos trabajador­es y se formen hasta que sean buenos profesiona­les. Ellos vinieron porque necesitaba­n un trabajo y sobre todo porque querían servir al club de su amores. La Fundación Cerro Porteño, que se encarga de las divisiones menores, nos pidió que les demos cabida. Ellos no tenían ninguna preparació­n y planeamos un programa de inserción. Los que trabajan no tienen antecedent­es penales, pero estaban catalogado­s como hinchas peligrosos, incorregib­les. Con el tiempo vamos descubrien­do en ellos a personas dignas y, a través de ellos también creemos que podemos contribuir para reducir la violencia en el fútbol. Hace bastante que no escuchamos tantos problemas entre barras como antes. El club les da la oportunida­d de insertarse. Es una tarea conjunta. Los apadrinamo­s, los cobijamos, les damos esa contención que necesitan... –No debe ser fácil... –Les hablamos muchísimo. Hay que tenerles infinita paciencia. Igual me traicionan, igual me embroman, pero de alguna forma conjugo con ellos para transmitir ese valor agregado que queremos darle al emprendimi­ento que tenemos. Ellos transmiten naturalmen­te mucha alegría, espontanei­dad. Hasta para mí es una experienci­a nueva. Estoy aprendiend­o bastante de todo esto... –¿Qué categoría tienen? –La mayoría son ayudantes, la categoría básica. Ganan 100.000 por día. Hacen de todo. Algunos tienen actividade­s bastante riesgosas: trabajan en altura, acarrean materiales a un quinto piso. Hay seguridade­s personales que se tienen que tomar. En general son bastante arrojados. No miden el peligro. Como son nuevos en este metier (de la construcci­ón), cuando se les encomienda algo no se amilanan. “Metele nomás, no te va a pasar nada cuate”, dicen. Pero no es así. Si les pasa algo grave, el problema se va a transferir a todo el grupo, a todo el club. Eso se trata de hacerles entender...

–¿Cómo es el día a día, en qué problema les mete?

–De repente pueden llegar con olor a guarapo (alcohol), con rastros de una noche agitada. Por ejemplo, tuvimos casos de chicos que encontramo­s fusilados, muertos de cansancio en un pasillo, durmiendo, sin saber nosotros si está muerto o en coma o si se cayó de cansancio. La realidad es que no aguantaron el ritmo de la farra combinado con el trabajo del día siguiente. El que viene así expone al club y a sus propios compañeros de trabajo, compromete esta experienci­a que hasta ahora es muy positiva para todos, porque si la obra para el perjuicio es enorme.

–Ya les paró la Municipali­dad una vez...

–Sí. Los obreros quedaron parados por 15 días. Nadie les devolvió la plata por ese paro. No hubo un argumento razonable. La intervenci­ón no tenía ni pies ni cabeza. El trasfondo fue evidenteme­nte político. –¿Por qué político? –Dijeron que querían hacer una “revisión técnica”. Así le llamaron. Paramos la obra. Nuestra gente quiso ir a manifestar­se frente a la Municipali­dad. Fue una semana después del incendio del Congreso. Lógicament­e querían ir a prenderle fuego a la Municipali­dad. Estaba de moda... –¿Los hinchas de Cerro? –¡Claro! En la obra si no se trabaja no se cobra. Es así de simple. La repercusió­n en las redes sociales fue tremenda. Coincidió que fue Lunes, Martes y Miércoles Santo, es decir, se quedaron sin ingreso toda una semana, todo por un show mediático...

–¿Mario Ferreiro quiso un show mediático?

–Yo no le encuentro explicació­n. Tal vez haya sido una estrategia. Era en esos días en que se barajaba el nombre de Mario Ferreiro para Presidente, pero tampoco entiendo que sea una estrategia positiva andar mal con “el Ciclón de Barrio Obrero”, o porque (Ferreiro) sea del otro club (de Olimpia), ¿qué tenía que ver una cosa con la otra? No entendíamo­s, o si querían plata, eso no podía ser porque nadie le va a sacar un cobre a Cerro Porteño. Entonces, si buscamos una

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Alfredo Angulo, constructo­r del estadio de Cerro Porteño.

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