Declaración de un testigo genera dudas en el Tribunal
LUQUE (Gladys Villalba Jara, corresponsal). A seis días de la finalización del juicio oral y público sobre el asesinato de Verónica Antonella Gariazu Escobar, más de cuarenta testigos declararon en el Juzgado de Primera Instancia de esta ciudad.
Uno de los declarantes, identificado como Julio Gómez, operador político del Partido Liberal del entorno del concejal Rodrigo Blanco, hijo del ministro de la corte Sindulfo Blanco, y conocido de la víctima (Verónica) y la acusada, Ninfa Morales, principal sospechosa del atroz crimen, generó dudas en los miembros del tribunal al negar la versión que dieron los familiares de Gariazu, quienes aseguraron que tras el sepelio, Morales visitó y pidió ayuda a Gómez, luego de confesarle que esta estuvo en el lugar del hechos.
“Yo estuve ahí, pero no la maté. Yo no disparé. Fue el Takua auriazul. Necesito ver la grabación del circuito cerrado de la oficina para saber a qué hora salió Verónica. Ayudame a conseguir”, dijo Ninfa Morales a Julio Gómez, según la declaración de Luz Marina Escobar, tía de Verónica.
Tanto la madre como otros familiares de la fallecida aseguran que Gómez “sabe mucho más”, pero advirtió que en caso de ser “llamado a declarar” negaría la versión “para no tener problemas”.
El Tribunal de Sentencia advirtió a Julio Gómez que volverá a declarar debido a “nuevos elementos” que surgieron tras su versión.