Denuncian complicidad de los funcionarios en deforestación
La supuesta complicidad de funcionarios del Instituto Forestal Nacional (Infona) de Curuguaty, departamento de Canindeyú, y de la Policía en la descontrolada deforestación que existe en la reserva natural Campos Morombí, fue denunciada por lugareños.
Específicamente, pobladores de la zona de Campo Aguae y de Yvyrapytã dijeron que la extracción de maderas y producción de carbón vegetal en el predio invadido de dicha reserva son incesantes, en contravención a las leyes ambientales.
Señalan que el personal policial del Departamento de Bosques y Asuntos Ambientales (Deboa) estaría involucrado en el masivo tráfico de troncos de árboles, ya que supuestamente no impiden el ilícito a pesar de que fueron designados para evitar la salida de las maderas y carbón de aquel predio, además para combatir el traslado de marihuana.
Algunos agentes reconocieron que se ven obligados a aceptar las coimas, pese a que supuestamente existen remuneraciones de la familia propietaria del inmueble donde se encuentra la reserva natural, los herederos de Blas N. Riquelme, para que resguarden el área.
Tanto mercaderías como algunos sobresueldos que son entregados para los efectivos que custodian la zona finalmente van a parar a los bolsillos de los altos jefes policiales de Asunción para la “corona”, como se conoce vulgarmente, según reveló un oficial cuya identidad pidió que omitamos para no recibir represalia.
Y de acuerdo con los vecinos de la localidad de Yvyrapytã, distrito de Yvy Pytã, ellos observan la constante salida de camiones repletos de madera y carbón, principalmente en horas de la noche, por supuesto previo pago de coima a los funcionarios, indicaron.
El puesto de control móvil del Infona, instalado en el kilómetro 21 de la localidad de Aguae, se encuentra prácticamente de adorno en el lugar ya que no cuenta con técnicos para realizar los controles serios, dijeron los lugareños.
Solamente hay un personal que se limita a “verificar” los documentos de los traficantes, mientras que hacia la zona de Curuguaty las fiscalizaciones son prácticamente nulas, rebelaron. Las cámaras de circuito cerrado instaladas en el acceso a la estancia JP, cuyos caminos internos son utilizados por los traficantes, dijeron que no funcionan. Quisimos conversar con algunos funcionarios de la oficina de Curuguaty, pero ayer nadie estaba en el lugar.
Desde la jefatura de policía de Canindeyú dijeron que el Deboa no depende de la jefatura, sino del Departamento Técnico de la Policía.