Nuevo misil norcoreano podría golpear a Alaska
Estados Unidos confirmó que el misil lanzado el lunes por Corea del Norte es de alcance intercontinental, con capacidad para atacar Alaska. Rusia y China instan a países a sumarse a un plan de Pekín para reducir tensiones generadas por el programa nuclear
WASHINGTON (EFE). Además de invitar al diálogo al régimen norcoreano, Rusia y China instaron a Washington a que detenga de inmediato su despliegue del sistema antimisiles THAAD en Corea del Sur, una medida que EE.UU. dice es necesaria debido a la amenaza de misiles norcoreanos.
Pero Moscú y Pekín dijeron que Washington estaba usando a norcorea como un pretexto para expandir su infraestructura militar en Asia y se arriesgaba a afectar el equilibrio estratégico de poder en el área.
Washington pidió reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU, que está presidida por China.
El ensayo balístico coincidió con la celebración del Día Nacional de Estados Unidos y se produce a escasos días de la cumbre del G20, en el que los países más industrializados tienen en agenda debatir sobre el programa armamentístico del régimen de Kim Jong-Un.
Alemania, anfitrión de la cumbre, se unió a las voces de los principales potencias para exigir a Corea del Norte el término de las “provocaciones” y el cumplimiento de las resoluciones de la ONU, lo que implica el fin inmediato de las pruebas con armas nucleares y misiles balísticos.
El gobierno estadounidense contaba con que China, el único gran socio internacional de norcorea, presionara a la dictadura comunista. Sin embargo, el presidente Donald Trump no oculta su frustración con respecto al papel de Pekín que esta vez se acercó más a Moscú para trata de aliviar las tensiones en la península.
Rusia y China unieron fuerzas diplomáticas e instaron a Corea del Norte, Corea del Sur y Estados Unidos a sumarse a un plan de Pekín diseñado para reducir las tensiones relacionadas con el programa de misiles de Pyongyang.
El presidente surcoreano, Moon Jae-In, que defiende una política de sanciones hacia norcorea combinada a esfuerzos para que Pyongyang regrese a la mesa de negociaciones, advirtió al régimen que hay una “línea roja” a no franquear.
“Espero que Corea del Norte no llegue al punto de no retorno” , dijo Jae-In.
Desde 2006, una serie de sanciones de la ONU han prohibido la llegada de equipamiento militar a norcorea.