Extranjero lanza libro “Actuar como loco”
El autor argentino Alan Robinson lanzó anoche viernes su libro “Actuar como loco. La ley de la locura”, que apoya una ley recientemente aprobada en Argentina a favor de la desmanicomialización de las personas afectadas por trastornos mentales. El acto se realizó en el pub La Cafebrería, en Malutín 675 casi Lillo, Asunción.
Robinson, quien fue internado por espacio de seis meses en un manicomio a la edad de 16 años, sostiene que los pacientes pueden estar mejor tratados en sus casas que en el manicomio y que las potentes medicinas que se inyectan a las personas con trastornos, lo único que hacen es empeorar su situación y que los grandes laboratorios de medicamentos legalizan de esa forma drogas que deberían estar prohibidas. La nueva ley argentina aboga por el tratamiento de los trastornados en hospitales comunes.
Hoy, de 16:00 a 18:00, Robinson dictará una charla sobre “Primeros Auxilios en Salud Mental” en el local conocido como “El Granel” (Juan de Salazar 372 entre Artigas y San José) con los auspicios de la Sección Desmanicomialización de la Sociedad Paraguaya de Psiquiatría, organizada por la agrupación local Noimbái. También dirigirá un taller en Casa Karakú, de 18:00 a 21:00. Para inscripciones: 021 223-326 y 0981 227-071.
Una mujer denunció que fue amedrentada luego de que discutiera con dos hombres, aparentemente cuidacoches, porque querían impedir que ella estacionara su automóvil, en el centro de Asunción, porque los sujetos alegaban que el lugar ya estaba “reservado”, algo que no era cierto pues en el sitio no había cartel alguno que certifique esa situación.
A través de su cuenta de Facebook, la ciudadana Chynthia Villalba divulgó que “supuestos cuidacoches” no quisieron dejar que aparque su coche porque ya tenían “reservados” los espacios, en la calle Caballero casi Mariscal Estigarribia, en cuya esquina se encuentra el Banco Atlas.
Villalba subió a la red social la filmación en la que se puede observar cuando un hombre le decía que estaba ahí desde temprano para reservar el lugar, luego se acercó otro que también le indicó que debía salir del lugar.
El primer sujeto que se le acercó le comentó que está “desde las cinco de la mañana en el lugar” para trabajar, y la ciudadana respondió que solo iba a quedarse un momento y que el espacio no está reservado. El hombre le respondió que “no va a ser un rato” el tiempo que estaría ahí ocupando el espacio que quería reservar, aparentemente para alguien que manda “reservar” el área.
El segundo cuidacoche le pidió a Villalba que, por favor, se retire, luego metió el brazo para tirar el teléfono e intentar que la mujer deje de grabar. Ella llamó a la policía y sus agentes no tomaron la denuncia porque no hubo “hecho de sangre” y su auto no fue dañado, dijo.