Dolor e impotencia en adiós a Fiorella
Con mucho dolor e impotencia, familiares y vecinos dieron ayer el último adiós a Fiorella, la niña de dos años muerta luego de recibir un severo castigo, presuntamente de parte de su propia madre. El padre de la criatura dijo que, en principio, le hiciero
SANTIAGO, Misiones (Miguel Angel Rodríguez, corresponsal). El sepelio de la niña se hizo ayer de mañana en el cementerio de la comunidad de Yacuty (San Ramón), en esta parte del país.
La niña falleció el viernes último en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram) de Asunción, donde fue ingresada un día antes, cuando ya presentaba muerte cerebral.
Una gran cantidad de personas se acercaron hasta el camposanto para acompañar a los familiares y dar el último adiós a la pequeña Fiorella, y también para exigir que se haga justicia, con un castigo a los responsables.
Hasta ahora, la principal sospechosa es su propia madre, Bárbara Tamara Silva González, de 30 años, quien está imputada por lesión grave, violación del deber de cuidado y homicidio doloso. Se expone a 30 años de cárcel.
Gustavo Torres, padre de Fiorella, señaló que él y toda su familia quedan con un inmenso dolor, ya que adoraban a la niña.
Seguidamente, dijo que tomó conocimiento de que su hija estaba muy enferma a través de personas que la conocían, y que en todo momento desde el entorno de la madre le manifestaron que Fiorella estaba grave a causa de una pulmonía.
Añadió que recién después se enteró de lo que realmente estaba sucediendo.
“Quiero que se aclare bien el hecho y se haga justicia para mi única hija. Pido castigo ejemplar a los responsables, para que nunca más ocurra este tipo de hechos”, expresó el padre.
La criatura recibió un golpe en la cabeza con un objeto contundente, según el resultado de la autopsia. Su madre dice de que cayó de un tobogán, pero la sospecha es que fue ella misma quien la agredió hasta provocarle la muerte.