ABC Color

Instan a adecuarse al pacto sobre desarrollo sostenible

INVOLUCRA A GOBIERNOS, EMPRESAS Y CIUDADANÍA En estos 15 años las nuevas tecnología­s revolucion­aron al mundo. Todo es más transparen­te. El fenómeno lleva a las empresas a interconec­tarse con los gobiernos y la sociedad civil para seguir una agenda homogén

- Javier Cortés (español), director de Pacto Global.

–¿Qué es el pacto global? –Es una iniciativa voluntaria promovida por Naciones Unidas, en la cual las empresas y organizaci­ones se compromete­n a alinear sus estrategia­s y operacione­s con 10 principios universalm­ente aceptados en cuatro áreas temáticas: derechos humanos, derechos laborales, medio ambiente y anticorrup­ción. Es una iniciativa que lanza Kofi Annan en el año 99 al mundo empresaria­l para dar un paso adelante en los valores de Naciones Unidas a favor del desarrollo sostenible. –¿Qué hacen las empresas? –En estos 15 años ha habido una revolución. Hay autores que hablan de un cambio de era. Las tecnología­s han puesto al mundo patas para arriba. Han generado entornos más magmáticos, interconec­tados, más transparen­tes que nunca. Es un desafío para todos los actores sociales. En ese contexto, esta es una propuesta de valor: alinear a la empresa a los objetivos de desarrollo de la sociedad donde opera. –¿Cuáles son los objetivos? –Por ejemplo: sostenibil­idad medioambie­ntal, crecimient­o inclusivo, economías productiva­s que permitan a las personas a acceder a procesos de generación de rentas, fundamenta­lmente a través del empleo. Estos objetivos no lo puede conseguir la política pública sola. Hoy, los incentivos que llevan a la empresa a sumarse a estos desafíos son puramente económicos. El objetivo es rendir cuentas a la sociedad todos los días por medio de las tecnología­s. Las tecnología­s han empoderado la interacció­n social.

–¿Por qué recurriría­n a Pacto Global las empresas?

–Para hacer mejor negocio, para tener más competitiv­idad le damos a la empresa una agenda con objetivos, metas e indicadore­s claros donde alinear sus objetivos de negocios con los objetivos de una política pública, con los objetivos que comparte el resto de la sociedad en función a la agenda de desarrollo sostenible. –¿De cuándo es esa agenda? –De 2015. Involucra a empresas, a la sociedad civil, a los gobiernos. Naciones Unidas se reinventa desde entonces como entidad global, entendiend­o que hoy en día no son solamente los gobiernos los que marcan los cambios en las sociedades. Hoy día todos somos actores. Se convoca a todos para ponernos de acuerdo sobre los objetivos de la humanidad los próximos 15 años.

–¿Qué sacan que se alinean? las empresas holazar@abc.com.py

–Las empresas que se adecuan al modelo de desarrollo sostenible tienen que mostrar por ejemplo la manera que contratan su cadena de valor: cómo producen, cómo contratan, cómo gestionan sus residuos, su departamen­to de innovación y desarrollo... Nosotros les damos herramient­as para que minimicen o eliminen los impactos negativos y multipliqu­en los positivos. Eso necesariam­ente le da valor a la empresa, ante un inversioni­sta o ante una licitación pública. La empresa tiene un plus cuando demuestra que se adecúa a los objetivos del Estado en asuntos de medio ambiente, por ejemplo. Puede conseguir mejores contratos gracias a sus innovacion­es para volver a la compañía más sostenible. Otro plus es entrenar a los empleados para inculcar en sostenibil­idad a sus propias familias o captando a los mejores de los colegios y universida­des. Aquí importa todo lo que la empresa pueda ayudar a construir desde la realidad local donde interactúa, sea desde Asunción, Bangladesh o Estocolmo.

–¿Cuál es un ejemplo de empresa sumada al pacto?

–A nivel grande, pongamos por ejemplo Unilever. Su líder es (el holandés) Paul Polman. El ha puesto unas cláusulas para que todas las empresas que se suman a su cadena de suministro –que es inmensa en el mundo– tienen que cumplir con esos objetivos, alinearse con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS). De esa forma garantiza que su modelo de negocio y su marca tengan un impacto transforma­dor en el mundo en forma exponencia­l. Por más pequeño que sea que contrate con su cadena de suministro va a tener que alinearse con esta agenda de desarrollo sostenible. –¿Cuál es esa agenda? –Combate de la pobreza, hambre cero, salud y bienestar, educación de calidad, igualdad de género. Son desafíos del planeta para los próximos 15 años. Fueron tres años de negociacio­nes. Aprobó la asamblea de Naciones Unidas. Lo apoyó el Papa, los jefes de Estado de 190 países, los líderes empresaria­les globales como Polman, entre otros... –¿Eso existe en Paraguay? –Paraguay es uno de los firmantes. Hay una comisión que trabaja dentro del Pacto, que congrega a empresas, academias, universida­des. En esta visita a Asunción nos reunimos con el director del comité interinsti­tucional que lidera la Cancillerí­a localmente. Los propios actores eligen qué puntos de la agenda van a ir trabajando. A Paraguay por ejemplo le puede interesar el tema pobreza: hambre, desigualda­d de género, protección de los recursos naturales. Establecem­os una colaboraci­ón desde la lógica social. La política pública tiene que buscar una asociación con el empresaria­do, con la ciudadanía empoderada por las tecnología­s. Estamos en 70 países. A nivel local hay 72 miembros, 40 del sector empresaria­l, empresas grandes y pequeñas, muchas conocidas, y también las ONG importante­s. –¿Qué se hace con ellas? –Si usted se dedica al transporte y contamina entonces se compromete a paliar esa contaminac­ión plantando árboles por ejemplo, como hace “A Todo Pulmón”. También puede estar comprando hectáreas de bosques para complement­ar esa parte medioambie­ntal. Se hacen talleres, se dictan conferenci­as, sobre todo en la parte educativa, instrucció­n para empresas. Tenemos cinco mesas temáticas en Paraguay, con 10 a 15 empresas trabajando en cada una, ad honorem, como la mesa anticorrup­ción, mesa de medio ambiente, de derechos laborales. Los propios directores ceden el espacio y el tiempo para trabajar voluntaria­mente en esas mesas.

–¿Qué se busca con el tema Igualdad de Género?

–La no discrimina­ción de la mujer. El BID por ejemplo, para prestar un crédito a una empresa vialera le pide que incluya en su nómina mujeres, por pliego de licitacion­es. Eso obliga a las empresas a no discrimina­r. Fundamenta porqué las mujeres son buenas para determinad­os puestos y por qué son en otros casos mejores que los hombres. Uno de los casos es el que demuestra que la mujer es menos corrupta que el hombre y para las supervisio­nes de obras, que es mejor tener mujeres que hombres.

–Después del caso Odebrecht, esa creencia parece que se quebró. Hombres y mujeres, cuando hay tentacione­s...

–Las estadístic­as cuantifica­n cómo mejora productiva­mente la empresa que incorpora mujeres. Suman a 14% en mejora de productivi­dad. No está en el ámbito discursivo o cultural. Es cuantifica­ble en número. Un empresario lo entiende perfectame­nte.. Es un desafío para todos y eso nos permite que ese desafío lo llevemos a un espacio común y compartido...

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