“Comandante máximo” del mayor robo
Luiz Inácio Lula da Silva fue presidente del país por dos periodos consecutivos, de 2003 a 2010, y bajo su gobierno se montó la mayor trama de corrupción en la historia del Brasil, con varios esquemas que suman miles de millones de dólares.
La mayor de estas redes de corrupción montadas bajo su gobierno fue descubierta en la estatal petrolera Petrobras, gracias a una operación denominada “Lava Jato” (lavado rápido de autos), que originalmente perseguía unos casos de lavado de dinero, y se encontró con que el dinero lavado provenía de lo robado en la petrolera.
En setiembre de 2016, la Fiscalía pidió el enjuiciamiento de Lula “como comandante máximo del esquema de corrupción” conocido popularmente como el “Petrolão”.
Operación “Lava Jato”
El esquema corrupto más elaborado, y sobre el cual más se ha publicado, es precisamente el caso del “Petrolão”, montado en Petrobras, donde las autoridades, en complicidad con empresas constructoras, digitaron licitaciones por miles de millones de dólares.
El dinero sobrefacturado era enviado a los más altos cargos del Gobierno, del Partido de los Trabajadores (PT, gobernante) y de otras agrupaciones de la alianza oficialista e incluso de la oposición, para comprar lealtades políticas.
El caso fue descubierto en la operación “Lava Jato” (lavado a chorro de autos), dedicada a la investigación de lavado de dinero, en la cual se fue descubriendo que el dinero lavado que se investigaba procedía de ese esquema de corrupción en Petrobras.
Se corroboró el robo al pueblo brasileño de unos 2.000 millones de dólares, pero los investigadores calculan que la cifra total ascendería a por lo menos unos 8.000 millones de dólares.
Este esquema montado bajo el gobierno de Lula da Silva funcionó mientras Petrobras era dirigida por Dilma Rousseff, su ahijada política y que luego fue sucesora en la primera magistratura del país, desde la cual intentó proteger a Lula nombrándolo ministro (que según la ley brasileña solo pueden ser juzgados por la Corte Suprema, donde había jueces nombrados por Lula y Dilma) y así evitar un juicio en el tribunal del implacable juez Sergio Moro.