EE.UU. busca frenar la financiación a la “dictadura” de Venezuela
Estados Unidos golpeó al sistema financiero venezolano con sanciones, pero evitó de nuevo apuntar a la importación de petróleo, el núcleo de la economía del país suramericano, en un esfuerzo por cortar los fondos que sostienen a la “dictadura” del preside
WASHINGTON (Reuters, EFE). La orden marca una significativa escalada en las recientes sanciones impuestas por Washington contra Maduro y funcionarios de alto rango de su gobierno para castigarlos por su rol en socavar la democracia en el país petrolero, de acuerdo a la administración de Trump.
El decreto prohíbe que los estadounidenses operen con nuevos bonos venezolanos, lo que dificultará la refinanciación de la fuerte carga de deuda de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
La medida podría acercar a la compañía a una posible cesación de pagos, o aumentar su dependencia de sus aliados China y Rusia, que ya han prestado al gobierno chavista miles de millones de dólares.
La decisión también impide que la refinería de Venezuela en EE.UU. Citgo Petroleum envíe sus dividendos al país sudamericano, en un nuevo golpe a las arcas de PDVSA.
La orden, sin embargo, no prohíbe el comercio de crudo, lo que habría remecido a la industria petrolera y habría sumido a Venezuela en una crisis económica aún más severa, en medio de escasez de alimentos y una galopante inflación.
Estados Unidos es el principal comprador de petróleo de Venezuela, poseedora de las reservas de crudo más grandes del mundo.
El país caribeño se vino abajo económicamente, tras años de despilfarro y corrupción del chavismo, que gobierna desde 1999.
Caracas, que dice que Washington busca sabotear su proyecto socialista para poner sus manos en las reservas de crudo venezolanas, criticó las sanciones al considerarlas como un esfuerzo para provocar una crisis humanitaria. “Las sanciones son quizás la peor agresión a Venezuela en los últimos 200 años (...) Quizás desde que el imperio español fue derrotado por nuestros libertadores”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza.
Caracas recibe el importante apoyo de China y Rusia, dos países que buscan contrarrestar influencias de EE.UU. y ampliar las propias, como potencias que son, y con capacidad de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Entre tanto, Maduro pidió enjuiciar por “traición a la patria” al jefe del Parlamento, Julio Borges, y a otros dirigentes opositores, al acusarlos de promover las sanciones financieras.
De los 1,9 millones de barriles diarios de petróleo que produce Venezuela, unos 800.000 los coloca en el mercado de Estados Unidos. Una parte los usa para pagar créditos a China o Rusia.