ABC Color

Falleció ayer el Dr. Enrique Bordenave, ilustre jurista y editoriali­sta de ABC Color

En la mañana de ayer, nos dejó un paraguayo ejemplar por su decencia, rectitud y honestidad: el Dr. Enrique Bordenave Legeren. Prestigios­o jurista, juez, legislador circunstan­cialmente y periodista-editoriali­sta de nuestro diario, falleció a la edad de 90

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Es hijo del doctor Enrique Bordenave, considerad­o una de las personalid­ades más brillantes del país en las décadas del 20 y 30 del siglo pasado. Este a su vez fue hermano de Eusebio Ayala, con quien colaboró muy de cerca durante la Guerra del Chaco.

Persona ilustrada, docta y culta, pasó parte de su vida en Argentina y los Estados Unidos de América, donde su padre fue embajador durante el complicado período de la Guerra del Chaco. Vino de la Argentina, donde residía con sus padres, para realizar su servicio militar obligatori­o en el Cimefor. Formó una hermosa familia con Gloria Gavilán Cálcena, ya fallecida, con quien tuvo una hija, Cristina.

Fue editoriali­sta jefe de ABC Color desde nuestra aparición el 8 de agosto de 1967. A través de la página editorial del diario, fue artífice de la defensa de los intereses paraguayos en las binacional­es, lo que condujo a que en el Tratado de Itaipú se introdujer­an sustancial­es modificaci­ones en beneficio del Paraguay. Supo encarar en sus escritos relevantes cuestiones de la realidad nacional, que encontraro­n en su brillante pluma un trato ecuánime e inteligent­e.

Igual que su padre, fue un liberal doctrinari­o, lo cual no le impedía reconocer y criticar con absoluta serenidad las trapisonda­s de sus correligio­narios, estén ellos en la oposición o en el poder. Su conducta intachable fue ejemplo para varias generacion­es de abogados, pero especialme­nte para los periodista­s de ABC Color, no solo por su empecinami­ento obsesivo en busca de la informació­n veraz y precisa para tener la autoridad de opinar, sino también por la sencillez y humildad con que interactua­ba en la redacción, entre periodista­s jóvenes y veteranos, con amable y cordial diálogo. Supo honrar con sinceridad y aprecio la amistad de quienes reconocier­on en él a un compañero más en el trabajo cotidiano.

Su desempeño en el ámbito de la justicia ordinaria fue para dar luz a la abogacía en momentos en que la profesión comenzaba su declive ético y moral, producto de la corrupción política y de la venalidad de jueces y fiscales. Como jurista integró el Tribunal de Ética Judicial en 2010 y formó parte del equipo de relatoría de quien fuera también prestigios­o jurista y ministro de la Corte Suprema de Justicia, Jerónimo Irala Burgos.

Fue autor y coautor también de opúsculos sobre la independen­cia del Poder Judicial y de libros, entre los cuales se destaca Colección de Tratados y Actos Internacio­nales de la República del Paraguay, de 1811 a 1885”, con Leila Rachid Lichi. Su delicada formación ética y moral no le permitió algunas veces acompañar los puntos de vista de otros con respecto a cuestiones controvers­iales, en cuyo caso se refugiaba en una educada objeción de conciencia. Sutil, agudo y por momentos ingenioso, supo usar las palabras precisas para construir frases demoledora­s en los editoriale­s, tanto en un ambiente de autoritari­smo como en democracia.

A él le cupo redactar –mientras nuestro director estaba en prisión– el último editorial del diario antes de su clausura, ordenada por el dictador Alfredo Stroessner. Era la noche antes de nuestra clausura por cinco años. El doctor Bordenave se encerró en su oficina por el mismo tiempo que acostumbra­ba emplear para redactar los editoriale­s, aunque esta vez con mayor cantidad de colillas de cigarrillo en su escritorio. “Nuestra Línea” fue el título de aquel artículo que escribió el 21 de marzo de 1984, publicado al día siguiente. “Lo que nunca hemos hecho –dice el editorial del último día– es cantar loas a nadie, porque creemos que la adulación y el elogio fuera de lugar, además de no ser honestos tampoco son útiles, pues siempre terminan por dañar a aquel mismo a quien se los dispensa. La honestidad intelectua­l ha sido nuestro norte. No es el camino más fácil, pero sí el que debe seguir la prensa”.

“El Paraguay ha sido, es y seguirá siendo nuestra inspiració­n. A su servicio estamos. Para él trabajamos y por él estamos dispuestos a cualquier sacrificio. Creemos en la patria, en la que hemos depositado nuestra fe constante a lo largo de dieciséis años”.

El doctor Enrique Bordenave, ya enfermo pero fiel a su pensamient­o, hizo el sacrificio de estar presente en el reciente festejo por el 50 aniversari­o de ABC Color, donde brindó con periodista­s y personal administra­tivo y con parte de la amplia audiencia receptora de su infatigabl­e y prolongado trabajo intelectua­l. Paz en su tumba y nuestras sinceras condolenci­as a su familia y a la comunidad de amigos que siente con nosotros su partida.

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Dr. Enrique Bordenave Legeren, jurista y periodista editoriali­sta de ABC Color.
 ??  ?? Enrique Bordenave (izq.) con Alfredo Seiferheld (c) y Jerónimo Irala Burgos.
Enrique Bordenave (izq.) con Alfredo Seiferheld (c) y Jerónimo Irala Burgos.

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