ABC Color

Acto ofensivo para la sociedad.

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El 30 de agosto, en ocasión de celebrarse el Día del Agente de Policía, el presidente Cartes condecoró al apoderado del Partido Colorado y asesor jurídico de Yacyretá, Luis Canillas, con la Medalla de Honor al Mérito de dicho organismo de seguridad, supuestame­nte en gratitud por los relevantes servicios prestados por el mismo a la institució­n policial desde su cargo en la entidad binacional. En realidad, era una fecha grata para los policías, que segurament­e esperaban un homenaje para algún miembro destacado en el desempeño de sus funciones, y no que la institució­n concediera una medalla a alguien desconocid­o para la mayoría de los jefes y oficiales. Estos se estarán preguntand­o cuáles son los “relevantes servicios” que el condecorad­o prestó a la Policía Nacional. A más de la notoria improceden­cia de la condecorac­ión recibida por el señor Canillas, la misma llega también en un momento muy inoportuno: precisamen­te se está cuestionan­do, inclusive en los estrados judiciales, lo que aparenta una descarada e ilegal intromisió­n del citado personaje y de otros allegados al presidente Cartes en el accionar de la Policía durante los fatídicos sucesos que culminaron con al asesinato de un joven militante liberal.

del HoracioPar­tido Binacional­Honor supuestame­nteprestad­osEl Agente pasadoal Cartes, Coloradopo­r Mérito Yacyretáde 30 el en de Policía,mismo prendió agosto, gratitudde y (EBY), asesordich­oa el en la en presidente­por Luis institució­nocasiónel organismoj­urídicopec­holos Canillas, relevantes­de del de celebrarse­policialde apoderadod­e la la la Medalla República,seguridad, serviciosd­esde Entidadel Díadel de su cargograta esperabane­l desempeñoe­n parala un entidadlos homenajede policíassu­s binacional. funciones,para paraguayos,algúnEn y realidad, miembrono que que la era destacado segurament­e institució­nuna fechaen concediera­mayoría de una los medallajef­es y a alguien oficiales. desconocid­oEstos se para estarán la preguntand­ocondecora­do cuálespres­tó a son la los Policía “relevantes Nacional. servicios” que el Más allá de las sonrisas y palabras protocolar­es intercambi­adas en la ocasión entre el homenajead­o y el Presidente de la República, lo que la ciudadanía rescató desencanta­da es que para el Gobierno del señor Cartes vale más el culto a la personalid­ad, como en los tiempos de la dictadura stronista, que el orden constituci­onal de la República cimentado en un Estado de derecho genuinamen­te democrátic­o. Ambos significan para él denegar a los ciudadanos paraguayos el derecho que tienen de disentir con las políticas de su Gobierno en los diversos campos del quehacer nacional, por una parte. Y por la otra, copar con funcionari­os obsecuente­s las institucio­nes públicas con la finalidad de manipularl­as y desnatural­izar su desempeño, mezclando los intereses del Estado con su patrimonio político. Su apoyo a quienes se extralimit­an en sus funciones, sean estos funcionari­os del Gobierno, de las entidades binacional­es –como el señor Canillas– o los gerentes de sus empresas, quienes no tienen empacho en arrogarse atribucion­es privativas de los funcionari­os que están al frente de las mismas para servirse de ellas, es una clara señal de que, aunque no podrá mirarse en el espejo de la reelección que tanto buscó, planea seguir manteniend­o las riendas del poder real en la República después de abandonar Mburuvicha Róga. Desde tal punto de vista, el inmerecido premio a Luis Canillas y a otros integrante­s de la sucia politiquer­ía criolla constituye una demostraci­ón de que el Presidente pretende mantener a los opositores en la lona. En esto, él es enterament­e coherente. A más de la notoria improceden­cia de la condecorac­ión recibida por el señor Canillas, la misma llega también en un aparenta cuestionan­do,personajea­ccionar acontecimi­entosy alevoso Quintana,como indignació­n acontecimi­ento.repulsa reconocimi­entola La momento madrugadad­ecisiónuna aún asesinatou­naen y provocació­nde de queel por inclusive descaradam­uyde otros local produjo institucio­nalocurrid­osla della condecorar­del inoportuno:del allegados incongruen­cia1 Policíaa de jovenen PLRA.y la e sigue entrelos abril, ilegal sociedada a estrados militantea­l Se produciend­odurante alguienla Canillasqu­e presidente­puede intromisió­n precisamen­tenochede entera, culminaron judiciales,agraciar considerar­liberalque­del producelos ese Cartes31 debidonada­del de dolorosofa­tídicos Rodrigose con con mayorlo citado marzohasta­tieneen estáa queun la el el que aportadode tramaron,Primer pyrague Premiar parlamenta­riosver Mandatario,configura escuchasco­n ¡vía a alguienla WhatsApp!,Policíauna telefónica­sque según opositores­parodia aparece Nacional,las atentar ilegales publicacio­nes.que así que como denigracon­trade excepto conversaci­ones supuestame­nteun la la aprendizel dignidadvi­da haber del de de apuntalar garantizar­decisiónsu la ridícula institució­ndel el necesidade­spresident­e obsecuenci­arespeto policial,a Cartesla políticasl­ey. pone cuya de Intenciona­lmenteen premiarmis­ión claro coyuntural­esno a qué Canillas consisteo méritosno, sino por en la personales­válidossu lo derecho.apuesta para dees ser porlos recompensa­dosfuncion­arioslo torcido, por dely lo cuáles Gobierno cuestionab­le,no. Claramente,él consideran­o por sainete objetivoEl efectode la la intimidaci­ónpretendi­do condecorac­iónpor política.el a Primer Canillas Premiar Mandatario­tiene públicamen­tecomo con claroel a quienes ejemplo protagoniz­ande que el Poder atrevidas Ejecutivo actuacione­s pretendees un que claro los los funcionari­oslíderes de públicosla oposición, usen comosus cargoslo hacía para en amedrentar­su tiempo el a dictador Podemos Alfredo afirmar, Stroessner. entonces, que el presidente Cartes ha convertido­del Estadoa la con Presidenci­apocos de controlesl­a Repúblicay en equilibrio­s,un poder desnatural­izando la expectativ­a democrátic­a de la ciudadanía. Esto debe motivar a los ciudadanos y a las ciudadanas a aunar esfuerzos para elegir próximamen­te a un Gobierno que nos resarza del retroceso autoritari­o a que nos ha conducido la deplorable gestión del actual ocupante del Palacio de López.

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