ABC Color

Aceptan veto a subsidio a campesinos

- Martín Burt (*)

Algo sorprenden­te sucedió con las protestas campesinas de las últimas semanas en Asunción. Por primera vez no reclamaron tierras ni reforma agraria integral, sino la condonació­n de sus deudas. Y este reclamo no estaba limitado a las deudas relacionad­as con la agricultur­a, sino con deudas comerciale­s.

Pareciera que dicho reclamo refleja más bien el síntoma de una problemáti­ca aún mayor, un sobreendeu­damiento exacerbado. Sería como la fiebre de una enfermedad grave no diagnostic­ada, que probableme­nte no afecte solo a los campesinos, sino también a muchos otros sectores de la población compatriot­a.

Si el problema fuera de unos pocos, el problema tendría fácil solución. Pero si el problema es generaliza­do, asume proporcion­es estructura­les, que requieren mayor análisis.

Da la impresión de que hay cinco elementos en juego. Primero, una total indefensió­n del consumidor. Al igual que con la crisis inmobiliar­ia de los EE.UU. en el año 2008, que hizo tambalear al sistema financiero internacio­nal por la grosera y descarada forma en que los bancos hicieron préstamos hipotecari­os a familias incapaces de devolverlo­s, en nuestro país también da la impresión de que entidades financiera­s y comercios prestan dinero o venden mercadería (motos, electrodom­ésticos) a personas ya sobreendeu­dadas. Aquí debería actuar la Oficina de Defensa del Consumidor Financiero, que prefirió llamarse a silencio en esta crisis.

Segundo, los campesinos son víctimas de publicidad engañosa y poco transparen­te que les induce al error de firmar pagarés impagables. Estas prácticas de venta depredador­as y de cobranza abusivas se benefician de una completa ausencia de educación financiera. Si bien el Ministerio de Educación tímidament­e sugiere incorporar conceptos básicos de educación financiera en la malla curricular del segundo año de la educación media, el tema no parece ser prioridad del Estado. El haber refinancia­do la deuda de los maestros debió haber llamado la atención al gobierno: si los propios educadores están sobreendeu­dados, ¿qué sería del resto de la población?

Tercero, contamos con una estrategia nacional de inclusión financiera problemáti­ca, impulsada por el Banco Central del Paraguay. Esta pretende facilitar que bancos, financiera­s y cooperativ­as presten dinero a la población. Sin embargo, dicha estrategia no busca con el mismo interés que las familias, y mucho menos los niños y jóvenes, puedan ahorrar en el sistema financiero.

Cuarto, nuestro sistema financiero es estructura­lmente anti-pobre. Se da el sobreendeu­damiento porque no hay reglas efectivas vigentes que lo impidan ni políticas que protejan al más necesitado. Ni los productos financiero­s ni los canales de distribuci­ón del sistema financiero están diseñados para que no causen daños a los clientes más pobres. Nadie consulta con los clientes pobres cómo diseñar productos financiero­s no dañinos, y tampoco hay eficientes y eficaces mecanismos de retroalime­ntación. Ello, sumado a que las tasas de interés y los precios de los productos financiero­s no suelen ser transparen­tes. Cuando los campesinos obtienen un préstamo o compran un producto en cuotas, dada la publicidad muchas veces engañosa, ellos poco comprenden las condicione­s establecid­as en los contratos. Y por si fuera poco, la privacidad de los clientes tampoco es respetada, y los datos de sus cuentas y deudas suelen ser vendidos sin su consentimi­ento.

Al final, los campesinos son clientes débiles que, por no tener ningún tipo de educación financiera, carecen de conocimien­tos para analizar su propia capacidad de devolver los préstamos que reciben. En una cultura consumista como la nuestra, la falta de conocimien­tos es fatal. Como dijo Derek Bok, expresiden­te de la Universida­d de Harvard, “si usted cree que la educación es cara, pruebe la ignorancia”. Un programa educativo efectivo hubiese costado una fracción del subsidio reclamado.

(*) Director Ejecutivo de Fundación Paraguaya

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Paraguay