EDITORIAL
Es fácil con dinero ajeno. Ya en plena campaña electoral y compitiendo por el voto de los funcionarios, los diputados aprobaron por amplia mayoría unas ampliaciones presupuestarias que costarían al erario 21.938 millones de guaraníes para servicios personales, si los senadores y el Poder Ejecutivo cometieran la insensatez de apoyarlas. La Corte Suprema de Justicia recibirá, entre otras cosas, 10.609 millones de guaraníes para un reajuste salarial del 10% de sus funcionarios en este ejercicio, y que el próximo año absorberá unos 70.000 millones de guaraníes. Vale la pena citar literalmente la opinión con que el diputado liberal “efrainista” Dionisio Amarilla favoreció la irresponsable iniciativa: “70.000 millones nio es el vuelto de los perros, señores. El vuelto de los perros allí en Aduanas es 70.000 millones”. Increíble justificación de una irregularidad y un inaceptable desprecio hacia el dinero público. Por este tipo de legislador es que nos obligan a votar las aberrantes “listas sábana”, esas en las que los dueños de los partidos incluyen a sus leales aunque hayan dado muestras de ser tan bestias como este que nos ocupa.
Ya en plena campaña electoral y compitiendo por el voto de los funcionarios, los diputados aprobaron por amplia mayoría unas ampliaciones presupuestarias que costarían al erario 21.938 millones de guaraníes para servicios personales si los senadores y el Poder Ejecutivo cometieran la insensatez de apoyarlas. Uno de los organismos favorecidos por la Cámara Baja en este nuevo vito presupuestario es la Corte Suprema de Justicia, que, entre otras cosas, recibiría 10.609 millones de guaraníes para un reajuste salarial del 10% a los funcionarios judiciales en el presente ejercicio, y que el próximo año absorberá unos 70.000 millones de guaraníes. Vale la pena citar literalmente la opinión de uno de los que favorecieron la irresponsable iniciativa, porque dice mucho acerca del nivel moral e intelectual del típico legislador paraguayo de hoy. Se trata del diputado Dionisio Amarilla (PLRA, “efrainista”) quien dijo lo siguiente: “70.000 millones nio es el vuelto de los perros, señores. El vuelto de los perros ahí en Aduanas es 70.000 millones”. Increíble justificación de una irregularidad y un inaceptable desprecio hacia el dinero público. Por si no hubiera quedado bastante claro, reiteró: “10.000 millones para este año y 70.000 millones para el próximo año es bicoca, moneda y vuelto de los perros”. He ahí el formidable argumento de un diputado que pertenece al partido de Cecilio Báez, de Manuel Gondra, de Eligio Ayala y de Eusebio Ayala, entre otras lumbreras liberales de acrisolada honestidad. Tome nota la ciudadanía de que así piensa y habla un personaje que apoya la precandidatura presidencial de Efraín Alegre, quien seguramente con este tipo de asno prometerá convertirse en un celoso custodio de los bienes públicos y rodearse de los colaboradores más capaces, que le ayudarán a combatir el derroche y fomentar la educación. En un mitin realizado hace unos días en Capiatá, el diputado Amarilla, que ahora pretende ocupar una banca en el Senado, dijo también, en presencia de su líder, que “es importante que, de antemano, los candidatos presenten sus Gabinetes, cuyos miembros deben ser especialistas en cada ministerio”. Ignoramos cuál será su especialidad, pero es de esperar que no llegue a integrar el Gabinete, aunque sea de temer, si continuara en el Congreso, que se resistirá a todo intento de cualquier ministro “especialista” que se proponga racionalizar el gasto público, considerando que “los perros” siguen haciendo de las suyas y están cada día más voraces. A juzgar por la irresponsabilidad y la “generosidad” con la clientela con que viene actuando la gran mayoría de los legisladores, puede concluirse que tiene la misma mentalidad que el legislador Amarilla. Cualquier cantidad de dinero, por elevada que sea, es para ellos una “bicoca” que no les golpea en absoluto, pues no sale de sus bolsillos. Total, son Juan Pueblo y familia quienes pagan el festival que estos políticos desconsiderados organizan para sus clientelas a costilla de la gente. Por este tipo de legislador es que nos obligan a votar las aberrantes “listas sábana”, esas en las que los dueños de los partidos incluyen a sus leales aunque hayan dado muestras de ser tan bestias como este que hoy nos ocupa. Lo afirmado por el diputado Amarilla sobre la “bicoca” puede parangonarse con aquel calificativo de “vyrésa” (tontería) que el expresidente Luis González Macchi aplicó al grave hecho de habérsele pillado utilizandoTanto el legisladorun automóvil liberal “mau”, como el robado exmandatarioen el Brasil.han demostrado así que carecen de la noción de moral que debe inspirar a los gobernantes. Y conste que este y otros diputados aprobaron una ley de responsabilidad fiscal, que probablemente será violada de nuevo en 2018. Así es como se va desfondando el Presupuesto, para atender a una clientela parasitaria insaciable, mientras aumentan las necesidades de la población en materia de salud, educación e infraestructura. Tal vez estos legisladores ni se habrán tan solo esta enteradosemana cayeron–y si lo los hicieron, techos les de resbaló–dos escuelas que en el interior del país, sumándose a muchos otros casos ya conocidos. Está visto, una vez más, que los contribuyentes no pueden esperar que su dinero sea bien invertido si en el Congreso insensibles. sientan plaza tantos políticos sinvergüenzas e Para mayor infortunio de la ciudadanía, en los próximos comicios, los ignorantes y los cachafaces continuarán figurando en las “listas sábana”, a juzgar por lo que se observa en los diferentes movimientos de todos los colores en pugna, porque a los partidos políticos no les importan ni el conocimiento ni la decencia de sus candidatos. De esta manera, a causa de las “listas sábana” continuaremos soportando a unos parlamentarios que derrochan a su antojo el dinero de sus conciudadanos.