Idea descabellada.
Como país futbolero, el anuncio de la posible inclusión del Paraguay como correalizador, junto con Argentina y Uruguay, de un campeonato mundial de ese deporte en nuestro país en el 2030, sin duda habrá despertado el interés y el entusiasmo de miles de compatriotas. El anuncio lo realizó nada menos que el presidente de la República, Horacio Cartes, por lo que el tema cobró cierto carácter oficial y merece un análisis exhaustivo de los pros y los contras del emprendimiento. La noticia llegó en un momento muy especial, a una población ultraemotiva ante lo deportivo. La jugada es genial: un Gobierno tan sensible con las inquietudes populares solo puede recibir el agradecimiento de la gente… lo que se traducirá en votos en las cercanas elecciones. Desconociéndose aún la seriedad de este anuncio, ya que algunas fuentes indican que el Paraguay se autoinvitó nomás para integrar la terna de países anfitriones, de lo que se puede estar seguro es que ese tema acaparará por mucho tiempo la atención de autoridades y público en general, lo que es muy conveniente para mimetizar otros de mayor importancia que requieren solución. Semejante idea, aunque sea nada más que una farsa de publicidad electoralista, debería ser descartada “in limine” por el sentido común y la prudencia.