Director les trata como soldaditos y exigen su renuncia
SAN LORENZO (Antonia Delvalle C., corresponsal). Un grupo de 20 alumnos iniciaron la toma del colegio Mariscal Estigarribia, del barrio Reducto, a últimas horas de la tarde del lunes exigiendo la renuncia del director, Eduvigildo Benítez a quien acusaron de “tratarles como soldaditos”, y de denigrarlos mandándolos a limpiar el baño y a acarrear escombros, como castigo.
La supervisora Anabella Rodríguez, tras una ardua negociación, informó que llegó a un acuerdo con los alumnos y el director, quien se comprometió a mejorar la comunicación y el trato hacia los adolescentes con lo cual se logró levantar la medida tomada por los estudiantes.
También se instaló una mesa de trabajo con un plan de mejoras para la institución que incluye parte de la infraestructura.
Más tomas
Nuestros corresponsales Cándido Figueredo Ruiz de Pedro Juan Caballero y Carlos Ávalos de Guairá, reportaron que ayer se tomaron cuatro colegios.
En Pedro Juan, el Colegio Nacional Herminia C. de Grau, y en Guairá, los colegios Jorge Barchini de Villarrica, Maedi Ritter de Tebicuary y Vicente Ignacio Iturbe del distrito con el mismo nombre.
Los estudiantes nucleados en la Unión Nacional de Centros de Estudiantes (Unepy) exigen 16 libros de texto por cada alumno para la educación básica y media.
Entretanto, nuestro corresponsal de Caaguazú Víctor Daniel Barrera, informó que un grupo de 15 alumnos continúan con la toma del colegio del Centro de Alto Desempeño (CEAD), de esta ciudad y anuncian que se extenderá hasta hoy miércoles por la noche.
El representante de los estudiantes, Alan Rodríguez, explicó que continúan con las manifestaciones puesto que no están conformes con la promesa del MEC. Refirió que a pesar de que la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes) ha decidido levantar las tomas, ellos como Unión Nacional de Centros de Estudiantes del Paraguay (Unepy) no comparten la decisión de sus pares y seguirán con la toma de la institución. Añadió que no creen en la promesa del Ministerio porque temen que todo termine solo en palabras.