El nuevo muro EE.UU.-México
SAN DIEGO, EE.UU. (EFE). La reconversión a un modelo más eficiente de los muros existentes en la frontera entre Estados Unidos y México, una de las promesas electorales más polémicas del ahora presidente estadounidense, Donald Trump, ya tiene sus ocho prototipos terminados.
El subcomisionado interino de esa agencia federal, Ron Vitiello, presentó los ocho modelos en San Diego (California), cuatro de ellos de concreto, que empezaron a construirse desde el pasado 26 de septiembre.
El funcionario recorrió el área y observó cada uno de los ocho prototipos.
Se mostró sorprendido con la altura de 30 pies (9 metros) que tiene cada uno de ellos, en especial comparada con las vallas fronterizas actuales de entre 10 y 15 pies (3 y 4,5 metros).
Según se pudo constatar, dos de los modelos permiten a través de rejas observar los movimientos hacia el otro lado de la frontera, que había sido una de las sugerencias de la administración federal; otro está equipado con unas especies de picos de metal para evitar ser escalado, mientras que varias estructuras combinaron con el concreto.
De acuerdo a autoridades estadounidenses, tras un periodo de 30 días, para que el material utilizado termine de sellar, los agentes de CBP se dedicarán a una fase de pruebas el metal de hasta 60 días para determinar cuál o cuáles cumplen de manera más efectiva con su misión.
La elección deberá cumplir con los requisitos de ser impenetrables, difíciles de escalar o de excavar.
La construcción de los prototipos fue financiada con un presupuesto de 20 millones de dólares, pero de cara a este proyecto el Ejecutivo ha pedido al Congreso 1.600 millones de dólares para este año fiscal.